Confirmado: Evo Morales reclama un aumento en el precio del gas que le compra la Argentina

2da. entrevista de Evo Morales con un medio periodístico argentino durante abril. Mucho mejor esta entrevista del diario Clarín que la de Página/12 porque aborda los temas de fondo, no los que le conviene a Néstor Kirchner, con quien Evo Morales mantiene crecientes diferencias.

LA PAZ ( Clarín). Bolivia no es sólo un país mediterráneo, atrapado en su desamparo. Es, por el contrario, un órgano clave de la geopolítica regional. En esa nación empobrecida, víctima de un saqueo y piratería de alcance oceánico, hubo ya dos alzamientos populares que voltearon a otros tantos gobiernos. Los límites que el pueblo boliviano ha puesto a la explotación y depredación de sus recursos naturales marcan un comportamiento que en su peor escenario puede provocar un efecto imitación en el resto de la región. En especial si se tiene en cuenta que esta evolución en Bolivia es resultado de la miopía de quienes no previeron las consecuencias inevitables que tendría un largo proceso de estrangulamiento. Evo Morales es el producto de ese notable autismo. Que se extiende aún hoy con la presión de EE.UU. sobre un gobierno de legitimidad indudable, capaz de canalizar las protestas populares y que advierte que está obligado a resolver a favor de la gente, por primera vez, tanto desastre heredado.

—¿Hasta qué punto cien días en el poder lo han vuelto más realista? ¿Qué ha aprendido?
—Bueno, para mí, para nuestro movimiento es como un sueño; no podemos creer que seamos presidente. No que tengamos poder, pero sí gobierno. Estamos buscando poder para los pueblos indígenas, para el movimiento popular.
—¿Se ve diferente la realidad desde ese sillón?
—En estos tres meses hemos tenido muchas experiencias, sí; hay un grupo de compañeros, ministros, viceministros que se han vuelto como bomberos para acabar con algunas protestas sociales y otros que siguen la implementación de políticas sociales, de cambios estructurales.
—Usted es un líder popular, pero que ha exigido acabar con el "carnaval de protestas". ¿Siente que ha cambiado?
—No sé si he cambiado, eso lo dirá el pueblo. Yo sigo siendo el mismo, pero hay otro tipo de cambios. Ahora estoy en todos los sectores, con empresarios, la comunidad internacional y también con mis compañeros. Ayer mi primera reunión era a las 5 de la mañana con la Embajada de Cuba en la residencia y luego con los maestros urbanos, después con los padres de familia. Y hemos estado con (el secretario general de la OEA, José Miguel) Insulza, en la tarde con cantidad de organizaciones y en la noche una cena con el embajador de China.
—¿Cómo viene la negociación sobre el volumen y el precio del gas con Argentina?
—Nuestro deseo es aumentar los volúmenes de exportación no sólo a Argentina sino a otros países. Y también subir el precio del gas. Bastante se hablaba de un precio solidario a Argentina. Pero quisiéramos que Argentina sea solidaria con nosotros. Y lo ha sido, ha sido muy solidario el presidente argentino, no tengo por qué quejarme, pero en esta coyuntura necesitamos más excedentes económicos aprovechando nuestros recursos naturales y ése es el negocio que tenemos que defender.
—¿Habla de una solidaridad al revés en relación al precio?
—Así es, vamos a analizarlo, está sujeto al diálogo, tomando en cuenta el mercado internacional.
—En el mercado internacional la tarifa ronda los siete dólares el millón de BTU, el doble de lo que paga Argentina.
—No hemos comentado hasta ahora nada sobre eso.
—Pero usted cita la referencia del mercado internacional.
—Mire, habría que ver. Una cosa es Europa, otra EE.UU y otra Latinoamérica. Hay que pensar en beneficio de nuestros países y, si hablamos de Argentina, hay tantos hermanos bolivianos que viven allí. No podemos ignorar esta situación, el Estado tiene que beneficiarse, los pueblos tienen que beneficiarse de este recurso natural y estamos en proceso de nacionalización: eso también es clave para mejorar la situación.
—¿El nuevo escenario con Chile para una salida al mar está vinculado con retomar la posibilidad de exportar desde ese país el gas?
—Hay tantos mercados: el primero es el interno, no es posible que aquí vivan nuestros indígenas encima del gas pero sin gas, eso tiene que terminar. Es importante el mercado regional como el de Argentina. El de Chile es un caso especial. Es, fíjese, la primera vez que la OEA acepta acompañar este proceso de búsqueda de soluciones entre Chile y Bolivia hasta que Bolivia tenga una salida al mar con soberanía.
—¿Ese reclamo no se mueve?
—De eso no nos bajamos.
—¿No les conviene un puerto en Chile para sacar el gas hacia México u otro mercado?
—En todo caso no estamos pensando en mercados como el norteamericano o el mexicano habiendo mercados internos y regionales. Quiero ser muy sincero: estamos muy confiados en el mercado regional.
—¿A qué se refiere cuando habla de nacionalización?
—Ejercer el derecho de propiedad.
-¿Con expropiación?
—Cuando hablamos de recursos naturales estamos hablando de ejercer el derecho de propiedad sobre este recurso, sea gas, sea petróleo, en boca de pozo. Los contratos actuales dicen que el titular, es decir la trasnacional, adquiere el derecho de propiedad en boca de pozo. Tenemos que recuperar ese derecho, eso no significa expropiar. Cualquier empresa tiene derecho a recuperar su inversión, pero no puede seguir como antes, 18% para el Estado y 82% para las empresas.
—¿Habrá premios y castigos? ¿Será diferente la actitud con Petrobras que con Repsol?
—Mire, antes de que ejerzamos el derecho de propiedad no quiero hacer muchos comentarios. Pero sí dejar claro que cualquier empresa tiene que subordinarse a las normas bolivianas, no se trata de expropiar ni expulsar, reitero, necesitamos socios, pero el Estado tiene la obligación de beneficiarse a través de estos recursos.
—¿Será todavía negocio para las empresas?
—Estamos convencidos de que no tendrán una ganancia como antes, pero sí tendrán ganancias.
—¿Qué les dejó el cambio en la legislación petrolera?
—Estamos muy impresionados por el crecimiento económico (el déficit fiscal cayó a 2%). Y aunque tenemos que ajustar políticas fiscales e impositivas, vamos a mejorar. Estamos dando incrementos salariales para salud, educación, FF.AA. y la Policía. El año pasado el incremento fue de 3,5% y ahora estamos en 7%. Hay algunos compañeros que están haciendo marchas demandando 10%. ¡Jamás en los gobiernos neoliberales pasaron del 4 y ahora tienen el 7 y piden el 10!
—¿Ese es el "carnaval de marchas" que pidió terminar?
—Si tuvieran razones..., pero no es así. Fíjese el paro de transportes: perjudicó a la educación un día, el de salud dos días. Los maestros no han parado ni un día. Y ellos son los que más paran. Por cuatro o cinco años nunca hubo aumentos del salario mínimo y nosotros lo estamos haciendo. Nos dejaron con tanta gente sin empleo. Pero nos hemos movilizado y conseguimos US$ 47 millones para generar más de cien mil empleos.
—Echó a varios funcionarios por corrupción...
—Usted sabe, todos saben, el pueblo boliviano sabe que si estoy aquí es por la honestidad. Claro, como no tengo formación profesional tengo ciertas debilidades en cuestiones financieras, administrativas. En tres meses he entendido perfectamente, aunque no es suficiente. Pero sí tengo claro que he llegado por la honestidad y después de tantos años de militancia todos me conocen.
—EE.UU. venderá soja a Colombia, quitándole a Bolivia un negocio de más de US$ 100 millones por el TLC entre esos países. ¿Cómo superará ese quebranto?
—Sí, son los TLC. Sin llegar a Bolivia ya nos están quitando mercados. Tenemos garantizadas ventas para este año y el próximo pero después puede haber complicaciones. Pero ya hay propuestas de China por un millón de toneladas, pero no tenemos esa posibilidad de producción.
—¿Ve a EE.UU. muy hostil con su gobierno?
—EE.UU. está provocando permanentemente. Con Fidel, cuando ganó su revolución, hubo luna de miel dos años y tres meses. Igualmente con Chávez, más de dos años. Pero aquí, nada.
—¿A qué lo atribuye? Es claro que Bolivia está democrática y más previsible.
—Vea... (medita las palabras...) Es... yo creo que sencillamente no nos soportan. Es discriminación, marginación. El tema de visas es un ejemplo. Gente comprometida con su pueblo no tiene visa y gente corrupta que viola los derechos humanos están en EE.UU. protegidos, encubiertos.
—¿Su alianza con Chávez podrá tener relación con eso?
—No sé. Yo quiero pedir al embajador de EE.UU. que me indique la lista de qué funcionarios no tienen visa, para anticiparles que no pueden viajar y evitarles la humillación. Cuando me diga eso, yo diré qué norteamericanos no tienen que entrar en Bolivia. Seremos un país subdesarrollado pero tenemos dignidad .
—¿Qué opina del conflicto Argentina-Uruguay, que pone en grave riesgo al Mercosur?
—No creo. El riesgo, digo. Es importante la unidad desde la región andina pasando por el Mercosur, una unidad sólida, en base a nuestra identidad sudamericana. No es posible que cada uno por sus intereses comience a negociar. Ahí valoro muchísimo a Fidel, a Chávez, a Lula, a Kirchner. Me encantó cuando dijo que Argentina no va a ser la alfombra de EE.UU. (N.de la R: En realidad dijo eso sobre el FMI).
—¿Cómo se lleva con Kirchner?
—Tengo mucho respeto, admiración por la solidaridad que nos brindó durante los desastres naturales. Me quedé muy amargado, no pude dormir cuando cuatro militares argentinos perdieron la vida por venir a ayudar.
—Y después fueron los muertos en Argentina. ¿Qué piensa del tema de la esclavitud de los bolivianos en Argentina?
—Es un problema muy serio. Hemos enviado tres ministros para atender ese caso. Y felizmente, gracias a la comprensión del gobierno, se ha ido resolviendo y esperamos que nuestros hermanos puedan estar resolviendo sus problemas. Y estar junto a ellos.
—¿Podrán votar los bolivianos en el exterior como lo hacen los italianos o los peruanos?
—Es difícil. Buscamos crear constituyentes en Europa pero no nos acompañó la legalidad. Sí van a votar en el referendo para aprobar la Constituyente.
—¿Valió la pena todo el esfuerzo para estar aquí?
—Me doy cuenta de que sirve, para una administración muy transparente, sincera y consecuente.
—¿Tiene miedos?
—Mi único miedo es que el Tesoro General de la Nación no tenga suficientes recursos. Es un tema financiero, económico. Después, no tengo otros miedos.
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—¿Cómo va manejando la falta no de una primera dama sino de una compañera?
—Bueno, yo estoy casado. Ya me he casado...
—Epa, ¿con quién? Deme la primicia
—¿Quiere saber cómo se llama mi compañera? Bolivia (risas)
—De verdad, ¿no se siente solo?
—Sí, me doy cuenta de que uno necesita cariño, la casa. El Alvaro (García Linera, su vice) también es soltero. Cuando hay una invitación a una cena o almuerzo en una casa, calladitos a la carrera nos vamos porque hay otro ambiente, familiar y eso es por una falta de afecto yo diría.
—¿Siempre anduvo solo?
—En mi casita de Cochabamba sabe cuánto he pasado ahí solo, escuchando música, amargado, con tantos problemas, preguntándome para qué mis padres me han traído a este mundo. Y a veces a la una, dos de la mañana rezaba por mis padres para salir de estos problemas. Yo siempre he sentido que mis padres me acompañan. Ninguno vive y de vez en cuando me acuerdo, me despierto a la una, dos de la mañana rezo a mis padres y a mi madre tierra la Pachamama, pidiendo apoyo.
—¿Le alcanza?
—Es muy diferente, claro, uno necesita evidentemente afecto pero, por ahora, mi mejor forma de diversión es el deporte.

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