Al Villareal, como a la Cenicienta, se le hicieron las 12:00: Arsenal lo eliminó de la Champions

Empataron 0 a 0 y Riquelme falló un penal al final del partido. Arsenal se ganó el derecho de jugar la final en París el 17 de mayo

Antes de avanzar sobre el partido un pequeño comentario: Pekerman, por favor tome nota de lo acontecido para que no nos ocurra a todos los argentinos en el mundial.
Ahora vayamos al partido que se jugó en el Madrigal.
Se sabía de antemano que el que debía salir a revertir el 0-1 de Londres era el Villareal. Pero lo llamativo fue la postura tan especulativa del Arsenal. La verdad, llamativa.
Villareal, salvo el empuje de algunos de sus jugadores, no jugó bien. Y por eso, no pasó demasiado en el primer tiempo.
El  partido se jugó en terreno inglés pero el Villareal que no tuvo ideas para sacar rédito de la abrumadora posesión del balón. Pero cuidado, porque el Arsenal jamás salió a disputárselo.
Villareal tenía resuelto, con el partido planteado así, el problema del contragolpe, que hubiese sido letal, mortal. Y con eso controlado, soltó toda su gente y fue como los "indios" al ataque.
Arruabarrena y Javi Venta, por los costados, Riquelme administrando muy lejos del arco inglés el juego de su equipo, y los atacantes Guillermo Franco y Diego Forlán que casi nunca fueron bien habilitados.
Con este panorama no sucedieron hechos importantes. El Arsenal ni por asomo se arrimó al arco del argentino Barbosa, y el Villareal no generó peligro concreto.
Salvo a los 40 minutos, cuando cayó en el área chica del Arsenal, un centro de la derecha  que casi Franco lo convierte en gol de no haber sido por la tapada (casi casual) del arquero inglés Lehnman.  Casi gol del Villareal en una jugada armada que se abrió por el lateral derecho  y que casi deviene gol.
Poco y nada, ambos equipos entregaron un mal espectáculo en el primer tiempo.
Lo mejor del Villareal fue la movilidad del argentino nacionalizado mexicano Guillermo Franco, ex San Lorenzo, y el temperamento de Marcos Senna junto a Sorín y Josico  para luchar y asfixiar lo poco que intentaba el visitante cuando salía hacia adelante.
Usted querrá saber como jugó Riquelme...
Le podría decir lo que todos dicen y evalúan cuando lo ven hacer algunos firuletes, bonitos por cierto, o bien contarle lo que realmente me parece y que puede resultar un tanto anti-demagógico. Le pido disculpas pero no me puedo traicionar.
Lo de Riquelme en la 1ª parte fue intrascendente. No pasó bien la pelota en las zonas de peligro, donde se achicaban los espacios y les duele a los oponentes, y no llegó a generar ningún tipo de peligro.
Ni siquiera los tiros de pelota parada que también hace que sumen en su favor.
Un ejemplo de esto: Contra el Inter el "Vasco" Arruabarrena hizo el gol y fue el verdadero héroe y todo el mundo con el "maravilloso" Román".
Lo del 1er tiempo, fue intrascendente. Román no le aportó nada positivo y concreto al equipo. Ausente
La 2ª mitad se desarrolló con el mismo contexto, salvo que en los últimos 4 minutos ocurrieron las emociones. Frustrantes para los castellonenses.
En el inicio del complemento, el Villareal salió a agotar los cartuchos que le quedaban.
Franco y Forlan desaprovecharon sendas ocasiones de gol y la posibilidad de lograr el gol que le diera la tranquilidad tan buscada.
Lo del Arsenal la verdad decepcionante. Especulador al máximo, y con una mano en el corazón, si estos son 2 de los mejores equipos de Europa, no habría que ser tan exigente con los nuestros.

En el viejo continente no se puede hablar de falta de presupuesto. Por esto, tal vez se explica, un poco el nivel del fútbol mundial. .
El Arsenal no atacó.
Cuando salió en ofensiva, en vez de pensar como llegar al arco del Villareal, pensaba en como ganar metros sin perder la pelota. Hacer tiempo y retener el balón. La verdad, dio vergüenza, por más que haya logrado su objetivo.
Y de a poco con el correr de los minutos, el empuje del Villareal se deterioraba y era peor todavía para el espectáculo.
Hasta que llegó el fatídico minuto 88.
Penal ingenuo del Arsenal sobre José Mari (ingresado por Arruabarrena) que fue a rematar Riquelme.
Un Riquelme ausente y abúlico fue a patear el penal. Pellegrini no debió dejar que lo ejecute Riquelme.
Debió darle la responsabilidad a otro jugador. No lo digo porque lo pifió porque un penal se puede hacer como no.
El entrenador debió haber visto lo que todos.  Riquelme no estaba en el partido. Hubieron otros jugadores que tuvieron una actitud digna de una final para patearlo. Pero nunca Riquelme.
La historia concluyó en las manos de Lehnman y al Villareal se le hicieron las 12:00 de la noche como a la Cenicienta.
Se notó que este partido lo disputaron 2 equipos que por 1ª vez juegaron una semifinal de Champions. Ambos quedaron presos de sus impotencias y miedos.
Le  tocó al Arsenal, por esas cosas del deporte. Ahora espera por el ganador de la llave de mañana entre Barcelona y Milan. 

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