CRISIS EN EL GABINETE DE EVO

Tras una violenta represión, renunció la ministra de Defensa de Bolivia

Cecilia Chacón dimitió a su cargo en desacuerdo con la intervención policial en una marcha indígena que habría dejado al menos 2 muertos. La ahora exfuncionario acusó al gobierno de Morales de "fortalecer a la derecha".

La ministra de Defensa de Bolivia, Cecilia Chacón, renunció el lunes, en lo que podría ser la primera consecuencia política de una violenta intervención policial a una marcha indígena que cuestionaba una carretera impulsada por el Gobierno de Evo Morales.

El Gobierno negó haber ordenado la represión del domingo contra la protesta y dijo que la policía actuó por orden de un fiscal, pero esto no evitó que el también indígena Morales fuera blanco de duras críticas de la oposición y otros sectores sociales, que lo calificaron de "dictador" y hasta "fascista".

"No comparto la medida de intervención de la marcha que ha asumido el gobierno y no puedo defender ni justificar la misma, en tanto existan otras alternativas en el marco del diálogo y respeto a los derechos humanos", dijo Chacón en su carta de renuncia distribuida el lunes a los medios.

La ministra señaló que "las medidas asumidas (por el Gobierno) lejos de aislar a la derecha fortalecen su accionar y manipulación de la marcha" y llamó a "retomar el camino histórico que decidió seguir nuestro país".

La policía dispersó en la noche del domingo (25/9) por la fuerza la marcha de unos 1.500 indígenas de la Amazonía que rechazan una carretera que dividirá una reserva natural, con el resultado de varios heridos y detenidos, informaron fuentes oficiales.

Los agentes atacaron con gases y porras el campamento de carpas de los indígenas cerca del pueblo de Yucumo, a más de 300 kilómetros de La Paz, y el subcomandante de la Policía, general Oscar Muñoz, aseguró que lo hicieron porque fueron amenazados por nativos armados con flechas.

Las autoridades indicaron que la represión dejó un saldo impreciso de heridos pero no pudieron confirmar reportes de medios locales de que habría al menos dos muertos entre los manifestantes, una anciana y un bebé.

Los manifestantes, que deben decidir si reanudan o no su protesta, se oponían a la construcción de una carretera -financiada por Brasil- que atravesaría su territorio ancestral, el parque nacional Tipnis de 1,2 millones de hectáreas en el centro del país.

Aunque relativamente pequeños en número frente a las etnias mayoritarias aymaras y quechuas del occidente andino que respaldaban masivamente al Gobierno, los amazónicos habían sido hasta hace poco emblema de la "inclusión social" y la "defensa de la madre tierra" que Morales proclama con frecuencia.

Dos líderes opositores dijeron que denunciarán ante organismos internacionales la presunta violación de derechos humanos y anunciaron que intensificarán su campaña por el voto nulo en las elecciones judiciales previstas del 16 de octubre.

La marcha cumplió el domingo 41 días, después de que el sábado se vivieran momentos de tensión cuando un grupo de mujeres retuvo durante más de una hora al canciller David Choquehuanca, acción que el Gobierno calificó de "secuestro", aunque el propio ministro, de origen aimara como Morales, evitó usar tal palabra. 

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