Ahora, la Plaza de los Camaleones por la reelección 2007

El día 9 se lanza en el Luna Park porteño, Compromiso K, que ya se presentó en La Plata, Córdoba y Rosario: es la avanzada de Néstor Kirchner para la reelección. El panorama que publicó días atrás EDICIÓN i sigue teniendo una enorme actualidad.

BUENOS AIRES ( EDICIÓN i). En el Gobierno lo niegan pero ya es tan evidente que resulta absurdo no admitirlo: el año electoral está comenzando y el objetivo es asegurar otro mandato presidencial para Néstor Kirchner.
1. La prioridad
 
 Al mismo tiempo que el desvalorizado Jefe del Gabinete de Ministros, Alberto Ángel Fernández, niega que la Casa Rosada se encuentre "trabajando para la reelección de Néstor Kirchner", todos los movimientos en el entorno presidencial van dirigidos a incrementar el poder político del patagónico.
 
 Antes, por supuesto ocurrirá la Plaza del Sí, el 25 de mayo, y un demorado cambio en el gabinete de ministros que incluirá modificaciones en el organigrama, y nada indica que Fernández resulte un ganador con los cambios, aún cuando conserve su casillero. Cerrado ese capítulo, la reelección presidencial cubrirá el escenario, porque es el mecanismo de acción que prefiere Néstor Kirchner, anticipando así el año electoral 2007.
 Es tan previsible el futuro próximo que las organizaciones gremiales empresarias reaccionan con cambios de sus cúpulas dirigentes, buscando designar como futuros interlocutores a personajes simpáticos a Néstor Kirchner, Julio De Vido y los otros. El juego se llama "acercarse al Poder". En abril / mayo de 2006, no hay empresario o ejecutivo cuya prioridad no sea ‘acercarse al Poder’.
 
 Desde que Carlos Saúl Menem le negó a Néstor Kirchner la posibilidad de legitimar su poder político en la 2da. vuelta electoral del año 2003, la sociedad presidencial que integran Néstor y Cristina Kirchner ha trabajado -día y noche- para alcanzar un único objetivo: acrecentar su poder político.
 
 Durante 2003 y 2004, la acción se desarrolló en dos frentes:
 
 > cumplir las promesas realizadas a las gobernadores justicialistas que facilitaron el acceso de Kirchner a la Presidencia de la Nación e
 
 > imponer la idea de que todo (t-o-d-o) lo que hacía la Casa Rosada lograba apoyo popular, y así se obtuvo, apelando a las encuestas, la idea de legitimidad que no se alcanzó con el sufragio.
 
 2. Mapa de ruta
 
 Desde la 2da. mitad del año 2004, cuando Néstor Kirchner inició formalmente el período electoral que concluyó en octubre de 2005, las prioridades fueron:
 
 > desangrar a Eduardo Duhalde y sus seguidores,
 
 > acelerar la adhesión de los intendentes de grandes municipios y gobernadores a fuerza de dinero (fue la época de los actos públicos), y
 
 > consolidar el poder institucional a partir de promover los cambios en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y condicionar a la Justicia Federal.
 
 Ya ganadas las elecciones, durante el último trimestre de 2005, Néstor Kirchner se impuso dos metas:
 
 > quitar de su camino a Roberto Lavagna y
 
 > consolidar su poder personal en Congreso de la Nación, logrando mayoría propias.
 
 En ese marco, la pugna por el Consejo de la Magistratura permitió dividir las aguas y medir el poder de la oposición.
 
 Desde enero de 2006, los objetivos de Néstor Kirchner son cuatro:
 
 > eliminar cualquier problema que surja en el horizonte económico (llámese inflación y/o presiones salariales),
 
 > cerrar todos los frentes de batalla que hayan quedado abierto (el caso de la Iglesia Católica ),
 
 > cumplir con las promesas realizadas a intendentes y gobernadores para mantener las alianzas territoriales de 2005 frente a las elecciones de 2007, y
 
 > último pero el más importante-, imponer el ‘kirchnerismo’ en todas los recovecos del poder (institucional, empresario, territorial, informativo, etc.)
 
 3. Picadillo opositor
 
 Desde el 25 de mayo de 2003, Néstor Kirchner trabaja para mantener el poder a partir del 25 de mayo de 2007, ya sea para sí o para su esposa, "es indistinto", según le fascina afirmar por estos días.
 
 Pero ya que el ‘kirchnerismo’ no se consolida como ideología (es banal, errático, contradictorio y nada riguroso desde lo intelectual), las acciones de promoción del ‘3er. Movimiento Histórico’ deben invadir todas las estructuras políticas que permiten sostener el poder del Presidente.
 
 Además, el fracaso de la oposición en detener la reforma del Consejo de la Magistratura, corroboró que no hay fuerza capaz de impedir un triunfo oficialista en las próximas elecciones presidenciales.
 
 Para peor, durante los últimos dos meses las principales fuerzas de oposición han comenzado a fragmentarse:
 
 > El partido Recrear sufrió importantes fugas en Provincia de Buenos Aires. Rechaza la oferta de Compromiso para el Cambio de compartir esfuerzos electorales con los restos humeantes del ‘duhaldismo’, las estructuras de Luis Patti, y el neuquino Jorge Sobisch.
 
 > Mauricio Macri es el centro de ataques desde la Casa Rosada, aprovechando disputas domésticas en el Club Atlético Boca Juniors. Las diatribas apuntan a impedir que prospere su crecimiento nacional, a bordo de las peñas Boca Juniors. Además, Macri se equivoca: que Horacio Rodríguez Larreta trabaje de ‘mano derecha’ en la Ciudad Autónoma, resta más que suma.
 
 > Elisa Carrió logró imponer su voz en el encuentro de Mar del Plata, pero quedó en claro que existen dos líneas bien diferentes dentro del ARI: los dirigentes que siguen a la propia Elisa y los provenientes de ramas sindicales, 8menos dispuestos a aceptar la voluntad de Carrió. Este segundo grupo, podría generar una nueva ruptura en las huestes aristas antes de las elecciones del 2007, estiman en la Casa Rosada.
 
 > Es cierto que hubo algunos encuentros entre Elisa Carrió y Ricardo López Murphy, pero se duda que puedan tener impacto electoral. Una alianza entre ambos, provocaría grandes fugas en los dos partidos.
 
 > La UCR se encuentra dividida –y es una antigüedad- entre ‘alfonsinistas’ y ‘antialfonsinistas’ y, a su vez, entre quienes quieren acuerdos territoriales con el ‘kirchnerismo’ y quienes eligen enfrentársele. Cualquiera sea la solución política disponible, los radicales también luchan por sobrevivir. Hoy no son rivales para la Casa Rosada.
 
 4. Nada es gratis
 
 Esta imposibilidad de construir una oposición, la crónica atomización de la izquierda, y el control financiero de los ‘piqueteros’, dejan a la Casa Rosada sin rivales ni competidores en las urnas.
 
 Sin embargo, Néstor Kirchner no llama a elecciones en el Consejo Nacional del Partido Justicialista porque teme enfrentarse a Adolfo Rodríguez Saá y Juan Carlos Romero; así confirma que su poder es efímero, coyuntural, pasajero: no logra apropiarse de estructuras y sólo alquila el apoyo de los dueños de esas estructuras que desea y necesita.
 
 Entonces, Kirchner controla el Senado y Diputados, pero gobierna con Decretos de Necesidad y Urgencia dado que cada proyecto que envía al Congreso, le implica un gran esfuerzo para lograr que se apruebe sin cambios, demostrando que los legisladores apoyan a la Casa Rosada, pero nada es gratis...
 
 Kirchner controla la Cámara de Diputados luego de promover la compra de legisladores elegidos por otros partidos, que aceptan traicionar a sus electores. Con el afán de asegurar el control de la Cámara, obligó a imponer a Graciela Camaño como vicepresidente 3ro., ahogando los afanes del incipiente peronismo opositor (bloque Justicialismo Nacional) y de PRO de involucrarse con la línea de sucesión presidencial.
 
 Néstor Kirchner tiene paralizada a la Suprema Corte de Justicia de la Nación porque no designa a dos ministros ni reduce de 9 a 7 los ministros posibles; a la vez, el tribunal –que sí le hizo conocer su interés en integrar una Corte de 7 ministros y no de 9- no ha concretado los fallos que necesita la Casa Rosada para cerrar el pasado (‘pesificación asimétrica’ e inconstitucionalidad de las ‘leyes del perdón’, por ejemplo).
 
 Kirchner domina a gobernadores e intendentes, pero todos se acercan a la Casa Rosada con nuevas solicitudes y, ante la movilización que el oficialismo reclama para el 25 de mayo próximo, especulan con su apoyo y el envío de gente a Plaza de Mayo.
 
 El paradigma de estos vínculos es el que estableció Néstor Kirchner con Hugo Moyano: son constantes los reclamos de prebendas y dinero de parte del secretario general del CGT y de la Federación de Camioneros. El Presidente terminó desbloqueando una causa judicial contra el ferroviario José Pedraza, un mensaje claro a los gremialistas: ‘Todo tiene un límite’.
 
 Media docena de jerarcas sindicales tienen una antigua causa dormida en lo de Jorge Urso: desde Luis Barrionuevo hasta Víctor Santa María. Y no es el único expediente iniciado. Pero la lealtad de los magistrados también es oscilante y exitista: depende de la capacidad de poder que tiene el Presidente en ese día y hora.
 5. El Frente para la Victoria
 
 Kirchner tiene bajo control –hasta el sometimiento- a las Fuerzas Armadas, pero la asfixia financiera y la desinversión han alentado críticas desde la oficialidad joven, la que el Presidente creía posible de captar para organizar un esquema de autoseguridad similar al que desplegó Hugo Chávez en Venezuela.
 
 Entonces, la ministra Nilda Garre experimenta mecanismos para quitar a los civiles de las estructuras militares y reducir la cobertura geográfica de los uniformados. En ese contexto les quitó sus áreas de inteligencia: una vieja fantasía sobre la potencialidad de esas unidades recorre a quienes fueron ‘Montoneros’ en los ’70, probablemente una forma de autoconvencerse que quien los derrotó en lo militar no era tan berreta como resulta.
 
 Lo curioso es que Kirchner ya aseguró su reelección pero el Frente para la Victoria aún no es una estructura lo bastante poderosa como para resolver su permanencia en el poder. Semejante inseguridad se presta a las visiones conspirativas acerca de todo. Y provoca el debate acerca de qué hacer con el Partido Justicialista, que sigue intervenido judicialmente.
 
 Por primera vez, un partido provincial -el Frente para la Victoria Santacruceña- puede controlar la mayor estructura política, pero ¿qué significa controlarlo cuando el PJ es una federación de peronismos? Tanto es así que Kirchner, como ya se dijo, no se atreve a competir en una elección interna que lo legitime contra Rodríguez Saá y Romero.
 
 A su vez, el FpV tiene enormes problemas en Santa Cruz mientras que su criatura más reciente, Compromiso K, no termina de conseguir una estructura propia bonaerense, que es el objetivo 2006. Y todo es tan precario que seis meses de índice de precios minoristas nivel general al 2% mensual, con retroceso de 20% en el poder adquisitivo, podrían cargarse una administración que comienza a evidenciar peligrosas riñas intestinas antes inverosímiles.
 
 6. El falso poder
 
 En este contexto otra vez se especula con cambios en el gabinete.
 
 Bah, lo de cambios es una exageración. Vuelve Alicia Margarita Kirchner a Desarrollo Social, ministerio ahora fusionado con Salud; es inestable la permanencia de Felisa Miceli, entre la acechanza de Alfredo MacLaughlin, la creación de un Ministerio de Hacienda para Carlos Mosse y la absorción de funciones desde lo de Julio De Vido. Y la situación de Aníbal Fernández es tan imprevisible como el futuro de Provincia de Buenos Aires: que Florencio Randazzo (el único con estructura desplegada geográficamente), Aníbal Fernández, José Pampuro, Alberto Balestrini, José María Díaz Bancalari, y, obviamente, Cristina Elizabeth Fernández de Kirchner buscan gobernar.
 
 Aún más complejo resulta el escenario en el distrito electoral donde el presidente Kirchner tiene más posibilidades de perder: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Hay varios candidatos, pero casi ninguno es ‘kirchnerista’ sino posibles aliados ocasionales: Daniel Scioli, Roberto Lavagna –aunque negó su interés-, Jorge Telerman.
 
 La excepción sería Alberto Fernández, con quien Kirchner perdería cualquier comicio con seguridad.
 
 ¿Qué esperar de Santa Fe, donde el socialista Hermes Binner se ha instalado con comodidad? Ni Carlos Reutemann parece hoy en condiciones de enfrentarlo. Mucho menos ese invento llamado Agustín Rossi, quien ni siquiera logra cumplir con un desempeño inteligente al frente del bloque de diputados nacionales oficialistas.
 
 ¿Y Córdoba? La jueza María Romilda Servini de Cubría comenzó a investigar los subsidios recibidos a fines de los ’90 por José Manuel De la Sota y su por entonces esposa, Olga Riutort. ¿Puede alcanzar esto a Juan Carlos Schiaretti, el candidato de De la Sota a heredarlo?
 
 Eduardo Di Cola, titular de la empresa postal del Estado, tiene aspiraciones, pero no cuenta con estructura.
 
 Roberto Urquia es elegido por varios ‘kirchneristas’, pero tampoco tiene estructura.
 
 ¿Y el intendente municipal de la ciudad de Córdoba, Luis Juez?
 
 Desde que sus legisladores votaron en disidencia la reforma del Consejo de la Magistratura de la Nación, no goza de simpatías en la Casa Rosada.
 
 Entonces, Kirchner gana, es el hombre popular, arrasa en las mediciones y cuenta con un superávit fiscal que ninguno de sus antecesores exhibió, pero... el Presidente debe seguir arrendando una estructura onerosa, y carece de candidatos propios. ¿Es realmente tan poderoso?
 
 7. El año 2007
 
 A Jorge Taiana le bastaron apenas tres meses para demostrar que podía convertirse en el peor ministro de Relaciones Exteriores y Culto que se recuerde.
 
 Sin embargo, fracasado en la relación con Uruguay, Finlandia y la Unión Europea por las plantas de procesamiento de la pasta de celulosa, es el beneficiario tangencial de la nueva relación positiva entre el Presidente y el cardenal Jorge Bergoglio.
 
 El encuentro, que la Casa Rosada trató de mantener en el máximo secreto, se presentó como "casual". Sin embargo, el acercamiento fue complejo, premeditado e incluyó al menos una conversación a solas, no menos de 30 minutos, donde se impusieron normas para la relación bilateral, comenzando por el cumplimiento del protocolo y los acuerdos firmados entre la Argentina y el Vaticano.
 
 Kirchner lidera un Gobierno que venía de proporcionar documentación a Horacio Verbitsky para escribir dos libros de denuncias contra la Iglesia Católica por su relación con el cívico-militar ‘Proceso de Reorganización Nacional’.
 
 Fue tal el éxito de la tregua establecida que la Casa Rosada debió diluir el tema en los medios, quitándolo de los análisis políticos dominicales de los grandes matutinos.
 
 Al menos por ahora, la Iglesia Católica seguirá recibiendo la asistencia presupuestaria del Gobierno argentino, participará activamente de la redacción de una nueva Ley de Culto y retendrá el poder de elegir los prelados para los cargos como el de obispo castrense.
 
 Además, ni Verbitsky ni ningún otro periodista amigo de la Casa Rosada recibirá nueva documentación de inteligencia acerca de la relación entre la Iglesia Católica y sus dignatarios con los gobiernos recientes, incluyendo el ‘menemismo’. También se desalentarán las críticas a los religiosos en los casos que merezcan ir a los tribunales.
 
 8. El hegemonismo
 
 La corporación judicial es un objetivo de la Casa Rosada en el corto plazo. Néstor Kirchner designó a la mayoría de los jueces de la Suprema Corte de Justicia, pero los magistrados no necesariamente responden a sus observaciones.
 
 En tanto, el embate contra los jueces federales ya cesó. La batalla se libra en el Consejo de la Magistratura, donde el oficialismo pretende tomar el control político.
 
 En este contexto hegemónico (esa es la palabra, ¿no?), el ‘kirchnerismo’ se propone hasta ingresar al Colegio Público de Abogados, entidad que designa un representante en el Consejo de la Magistratura.
 
 Alberto Fernández apostó por Ricardo Nissen para que se convierta en el candidato K, aunque el ex Inspector General de Justicia lo negó, mientras enfatizaba acerca de la necesidad de controlar la Caja de Seguridad Social para Abogados de la Ciudad de Buenos Aires que administra $ 130 millones.
 
 De todos modos, lo de Nissen es casi imposible. Apenas otro error de cálculo de Alberto Fernández, cuya capacidad de percepción ya fue desestimada tras el apoyo a Anibal Ibarra.
 
 El interés por imponer candidatos es tan diverso que va desde la elección de rector en la Universidad de Buenos Aires, hasta la sucesión en la Asociación de Fútbol Argentino.
 
 En la UBA, Atilio Altieri tuvo el apoyo tácito del Ejecutivo Nacional. El acuerdo incluía un compromiso de que el Rectorado no solicitaría más dinero para la UBA, liberando así recursos para las provincias, y sería más laxo en las exigencias académicas para reducir la enorme cantidad de abandonos en los alumnos.
 Kirchner no desea que existan adolescentes y jóvenes ricos que sufran de falta de oportunidades de estudio en la UBA y se enrolen en las universidades privadas. Pero ahora Kirchner busca el ‘renunciamiento’ de Altieri a favor de algún candidato que asegure la calma en los claustros.
 
 En el caso del asalto a la AFA, hay un paso previo que es el desafío a Mauricio Macri, presidente del Club Atlético Boca Juniors.
 
 En su día, Carlos Menem intentó, sin éxito, desalojar a Julio Grondona de la presidencia de la AFA, aprovechando el desbarajuste de la Selección argentina en la Copa del Mundo USA 1994.
 
 Pero Grondona llega al año 2007 mucho más deteriorado, y desde sectores afines al ‘kirchnerismo’ le lanzó un desafío el directivo del Club Atlético Vélez Sarfield, Raúl Gámez.
 
 A la vez, se alentó a Roberto Digón contra Macri en Boca Juniors; y apareció en escena el presidente de River Plate, José María Aguilar, sin tener un lugar preciso en el universo ‘kirchnerista’ pero ofreciéndose sin mayores condiciones a un Presidente al que parece atraerle la posibilidad de provocar un River Plate vs. Boca Juniors en la elección porteña venidera, pero resultó que Aguilar tenía una situación judicial complicada como evasor, según denunció la semana pasada EDICIÓN i.
 
 En el año 2005, desde la Secretaría de Deportes de la Nación se trató de imponer candidatos en el Comité Olímpico Argentino. Sin embargo, finalmente se acordó una transición ordenada al repatriar a representantes de deportes de escasa masividad con quienes se inició el reemplazo de los dirigentes que controlaban el COA desde los días del ‘Proceso de Reorganización Nacional’.
 
 En el interín, el ‘racinguista’ Néstor Kirchner avaló el desembarco de Fernando de Tomaso en reemplazo de Fernando Marín en la Blanquiceleste S.A., a cambio de que se designe al sindicalista de los municipales porteños Alejandro Amor, interventor de la asociación civil Racing Club.
 
 ¿Kirchner desea convencer a Carlos Bianchi de convertirse en un candidato oficialista, partiendo de la hipótesis que Bianchi podría ganarle una elección a Macri? ¿Fue éste el verdadero objetivo del almuerzo de ‘desagravio’ a Roberto Digón, a quien le fue suspendido durante un año su afilación societaria a Boca, evento que ocurrió en uno de los restaurantes que tienen los hijos de Bianchi?
 
 Es interesante apreciar que, a la misma hora que ocurrió ‘la movida K’ contra Mauricio Macri, Néstor Kirchner recibió a Franco Macri para anunciar la emergencia del ramal Belgrano Cargas y aceptar la propuesta del empresario italo-argentino para gestionar el servicio que fue llevado a la quiebra por José Pedraza y sindicato.
 
 Por cierto que la esquizofrenia que supone esta doble relación del Presidente con el apellido Macri, luego de haberle quitado la concesión del servicio postal a Franco Macri, resulta difícil de comprender, y de fundamentar.
 
 9. La genuflexión empresaria
 
 Mientras Kirchner busca aumentar su poder capilarizando diferentes estructuras de la sociedad, los empresarios buscan cómo permanecer cerca del Presidente para ganar más dinero.
 Fue el caso de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. La semana pasada se presentó en sociedad la única lista que participará de las próximas elecciones para designar al reemplazante de J.J. Adelmo Gabbi, un agente bursátil de diálogo permanente con Julio De Vido.
 
 Gabbi no puede ser reelecto en su cargo y sí asumiría como el nuevo presidente de la Caja de Valores, cargo que tuvo otro amigo de Kirchner, Luis Corsiglia, hoy vicepresidente del Banco Central de la República Argentina, y frustrado aspirante a la presidencia de River Plate.
 
 En la Bolsa de Comercio, muchos esperaban que el vicepresidente 1º, Ricardo Mascaretti, heredara a Gabbi, porque es la tradición de la entidad gremial empresaria. Sin embargo, Mascaretti dio un paso al costado e irrumpió en escena Arturo Acevedo, titular de Acindar, una siderúrgica que controlaban los Acevedo hasta que se la vendieron a la multinacional Belgo Mineira. Acevedo es un accionista minoritario.
 
 A muchos les pareció complicado este escenario y por eso comenzó a mencionarse a Horacio Fargosi, uno de los grandes abogados de ‘la City’, especializado en Concursos y Quiebras y hoy presidente de Aerolíneas Argentinas.
 
 Fargosi no es cercano a la administración K, pero quedaría rodeado por Gabbi desde la Caja de Valores, Héctor Bacqué en el Mercado de Valores y Luis Corsiglia desde el Banco Central y Enarsa.
 
 Mientras esto ocurre en la Bolsa, aparece una puja en la Unión Industrial Argentina porque se asegura que Héctor Mendez, su presidente, no ha logrado un buen diálogo con Julio De Vido. Tampoco con Alberto Fernández.
 
 Las relaciones de Néstor Kirchner con la pro-devaluacionista UIA son frías. Desde el alejamiento de Techint (Paolo Rocca se encuentra demasiado ocupado en negociar compras en el mercado siderúrgico internacional y en hacer cotizar sus sociedades holding en Wall Street) y el despido de Roberto Lavagna, la UIA ha perdido protagonismo, pese a que fue clave en los episodios de diciembre de 2001 y enero de 2002.
 
 Entonces Arcor sigue conservando su interés en ser interlocutor de Kirchner, pero más como empresa lider de AEA (Asociación de Empresarios de la Argentina) que como vocero de la UIA, que nunca la ha reconocido como líder.
 
 Arcor querría modificar esta situación y por eso ha promovido un trabajo de rediseño institucional de la Unión Industrial para reducir su peso burocrático, y establecer una conducción centralizada y rentada como ocurre en la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal) y en la Asociación de Bancos de la Argentina y la Asociación de Bancos de Capital Nacional.
 
 Merece especulaciones el comentario de que las dos líneas internas de la UIA (Industriales y Celeste y Blanca) han comenzado reuniones, por separado, para buscar un líder de consenso en reemplazo de Méndez. Esto permitió reflotar a José Ignacio de Mendiguren, pero su mala imagen ante la sociedad ha limitado las aspiraciones del ex ministro de Producción de Eduardo Duhalde, quien luego se asumió como un ‘kirchnerista’ fervoroso.
 
 Unos hablan de elegir a "un representante de la industria petroquímica", otros mencionan necesario "tener alguien que pueda negociar con Hugo Moyano", y también hay quienes dicen que necesitan un Jorge Brito propio, por el presidente del grupo bancario Macro Bansud y de la entidad gremial Adeba, además de soporte permanente de De Vido.
 
 No faltó quien mencionaran en la UIA la posibilidad de lanzar al ruedo a los de la flamante Cámara de Empresarios Argentinos de Energía que conduce Marcelo Mindlin.
 
 El argumento es interesante: hasta ahora, las empresas privatizadas se ubicaron en la Cámara de Comercio pero eran otros tiempos y básicamente de capital multinacional; ahora un asiento en la Unión Industrial serviría para acentuar la diferencia entre nacionales y extranjeros.
 
 También sería parte del cambio generacional que necesita la central industrial que también reclaman los de Arcor, que propone acabar con las internas entre Industriales vs. Celeste y Blanca.
 
 10. ya se vive 2007
 
 En tanto, Carlos De la Vega fue reelegido presidente de la Cámara Argentina de Comercio para un nuevo período y es el dirigente gremial empresario que más años encabeza la institución desde que fue creada en 1924.
 
 La Cámara Argentina de Comercio es un polo de poder desaprovechado. Entre sus 300 entidades empresariales afiliadas se encuentran las cámaras binacionales, los supermercados, las privatizadas de servicios públicos y entidades representativas de los bancos, las grandes cadenas de ‘retail’ y todo el comercio exterior.
 
 Sin embargo, la relevancia de la CAC en el ‘universo K’ es pobre. A sus reuniones casi no concurren representes del Gobierno, ni siquiera de los niveles ministeriales o secretarías.
 
 Donde sí podrían ocurrir cambios es en las entidades representativas del campo.
 
 Si bien la Sociedad Rural Argentina tiene resuelto que Luciano Miguens sea reemplazado por el vicepresidente de la entidad, Hugo Luis Biolcatti, los cambios en la Secretaría de Agricultura y Ganadería y todo lo que ocurre con la carne vacuna podría influenciar en el proceso.
 
 Tal como se observa, el año 2007 ya empezó. Se lo vive dentro de la Casa Rosada y en el sector privado. Por eso ¿por qué Alberto Fernández dice que en el Poder Ejecutivo nadie piensa en la reelección de Néstor Kirchner?
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 Copyright by EDICIÓN i, 2006.

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