El oceánico anhelo: Menem lo tuvo, y el de K parte de los glaciares

Unir los dos océanos por vía terrestre es un anhelo de todos los gobernantes. Carlos Menem hizo su anuncio en la década de los 90, y más recientemente, Sobisch y Cobos desataron una pelea por arrebatarle la jurisdicción a un bioceánico de tipo industrial. Ahora es el turno de Kirchner, y su entusiasmo, claro, parte de los glaciares, y con miras al 2007.

  
Néstor Kirchner se entusiasma con la propuesta que le acercaron sus hombres más cercanos: reeditar el proyecto del primer tren turístico bioceánico de la Argentina, que circularía por su provincia uniendo Río Gallegos y El Calafate con el vecino Puerto Natales, en suelo chileno.
La iniciativa es piloteada por el subsecretario de Turismo de la provincia, Erik Gustavo Kahlke, ex secretario de Turismo de El Calafate, y por el intendente de Río Turbio, Matías Mazú. 
En verdad, unir los dos océanos por vía terrestre es un anhelo de todos los gobernantes. Carlos Menem hizo su anuncio en la década de los 90, y en épocas más recientes dos mandatarios provinciales desataron una pelea por arrebatarle la jurisdicción a un bioceánico de tipo industrial: el titular del MPN y candidato a presidente Jorge Sobisch, quien impulsa la traza por Neuquén, y el radical Julio Cleto Cobos, quien pretende que el cruce sea por Mendoza.
Mientras Kirchner apadrina políticamente el tren por suelo cuyano, inversores chinos anticipan su voluntad de invertir en un proyecto que conseguiría abaratar el precio de los productos desde y hacia el mercado asiático.
En el caso del tren turístico bioceánico, en tanto, el proyecto data de hace cuatro años, cuando el propio Mazú, que va por su segundo mandato y cumplió seis años ininterrumpidos como jefe comunal, enarboló por primera vez la propuesta del bioceánico. El director de Turismo de Río Turbio, Linton de la Presilla, también es 'pro tren'.
Kahlke -a quien apodan 'triple k'- y Mazú aseguraron en las últimas horas en diálogo con la prensa que ya están en marcha los estudios de factibilidad técnica y económica, y de impacto ambiental.
En rigor, los estudios en cuestión estaban avanzados cuando ocurrió la tragedia en la mina de Río Turbio, en junio de 2004, y la muerte de los 14 mineros terminó enlutando el plan del convoy turístico. Ahora, con el retorno de una gestión netamente K en Santa Cruz, luego de la salida de Sergio Acevedo, y la reactivación de la mina (con el gerenciamiento del diputado provincial kirchnernista en uso de licencia, Daniel Peralta), el oficialismo lanza un cronograma por demás optimista: el tendido férreo se concretaría en el año electoral 2007 y, por supuesto, Kirchner haría el anuncio. Para la inauguración del bioceánico, habría que esperar hasta 2008.
El recorrido del tren se iniciaría en la capital provincial, Río Gallegos, surcaría la estepa patagónica, atravesando las minas de carbón de Río Turbio, se internaría en el bosque precordillerano para cruzar luego la Cordillera de los Andes hasta acercarse al imponente Parque Nacional Torres del Paine, en territorio trasandino, con destino final en Puerto Boriens, en la localidad de Puerto Natales, sobre el Océano Pacífico.

El convoy -provisto con una máquina a vapor- recorrería una extensión de 260 kilómetros en un viaje que demandaría entre 6 y 8 horas. Como alternativa, se analiza abrir un brazo ferroviario desde Río Turbio hacia El Calafate. "(El tren) permitirá a los turistas que van a los glaciares poder visitar las minas de carbón de Río Turbio o ir al Complejo Invernal Valdelén", promete Kahlke, un funcionario que llegó al cargo de la mano del actual gobernador Carlos Sancho, cubriendo la vacante que dejó Mariano Besio, quien falleció hace seis meses.
Mazú puntualizó que "hay once locomotoras Mitsubishi listas para funcionar, y se pondrá a punto el ramal que se usaba para transportar carbón, que dejó de funcionar en 1995".
La imagen de una locomotora atiborrada de turistas nacionales y extranjeros atravesando suelo santacruceño desvela ya a algunos kirchneristas que, envalentonados, aseguran que el Presidente podría, incluso, inaugurar el recorrido.

Dejá tu comentario