La NASA inicia concurso de vehículos para la Luna

Pese a los avances técnicos y el grado que da la experiencia, la misión de volver a poner seres humanos en la Luna no parece tan fácil hoy en día como hace 40 años, pese a las instrucciones de George Bush a la NASA.

Con la NASA bajo unos brutales recortes de presupuesto, los estadounidenses han decidido aliarse con la agencia espacial china para desarrollar un nuevo vehículo espacial capaz de volver a mandar hombres a la Luna.
Y como además el empujoncito del capital privado nunca viene mal, la NASA acaba de firmar un acuerdo con la Fundación Ansari para poner en marcha un concurso de construcción de módulos lunares capaces de emular al 'Eagle' de Armstrong y Aldrin. El ganador, eso sí, no se irá con las manos vacías: US$ 2,5 millones esperan al creativo.
La Fundación Ansari ya tiene su concurso del X Prize, el primero —y hasta ahora único- que consiguió hacer volar al espacio una nave construida íntegramente con capital privado, en el año 2004.
Ahora, quienes pretendan hacerse con el premio tienen dos tipos de concurso.
Uno de ellos exige el diseño de un vehículo que se pueda lanzar desde un área determinada, se eleve hasta 50 metros de altura y luego planee durante 90 segundos para después aterrizar en un lugar concreto a 100 metros de distancia.
El segundo nivel, de mayor nivel de dificultad, exige a los competidores una nave capaz de despegar desde un área designada, elevarse 50 metros, planear 180 segundos y aterrizar de forma suave y precisa en una superficie rocosa similar a la de la Luna a 100 metros de distancia.
El ganador de la prueba de nivel 1 se llevará US$ 350.000, mientras que el que quede en 2da. posición ganará US$ 150.000.
Debido a su mayor complejidad, el ganador del nivel 2 conseguirá US$ 1.250.000, mientras que el segundo premio será de US$ 500.000 y el tercero US$ 250.000.
El concurso tendrá lugar en el desierto de Las Cruces, en Nuevo México, USA, entre los próximos 12 y 16 de octubre, coincidiendo con la celebración en ese lugar de una exposición de todo tipo de cohetes y artilugios voladores construidos por particulares, que después se harán volar en el desierto.
Pero éste no es el único concurso con el que la NASA quiere estimular no sólo al mundo empresarial, sino también a jóvenes ingenieros e inventores que puedan aportar sangre fresca a la mastodóntica organización.
En febrero de este año la Agencia puso en marcha los ‘desafíos del centenario’, un total de seis concursos en los que buscan ideas para nuevos diseños de trajes espaciales, todoterrenos lunares, vehículos capaces de soportar la reentrada en la atmósfera, nuevos tipos de combustible o placas solares que funcionen correctamente en el espacio.
Los premios oscilan entre los dos millones y medio que se llevará el ganador del módulo lunar hasta los US$ 250.000 para el que encuentre los guantes capaces de soportar el ajetreo de la vida diaria de un astronauta en la Luna.
La idea, dicen los responsables de la Agencia, es motivar a las nuevas generaciones para captar nuevos ingenieros capaces de relanzar la carrera espacial.
De hecho, la NASA lleva años intentado elegir el diseño del que será la nave espacial que sustituya a los transbordadores espaciales, que tiene previsto ‘jubilar’ en el año 2010.
Pero para llevar hombres a la luna, no sólo hace falta una nave capaz de llegar hasta allí sino también tener un módulo que se pueda desenganchar del vehículo, bajar hasta la Luna y luego volver a elevarse, algo que hasta ahora sólo han hecho el ‘Eagle’ y el ‘Apollo’, y ya hace casi 4 décadas de ello.
Ahora sólo falta que en las oficinas de la NASA empiecen a recibir los bocetos del próximo módulo que podrá repetir aquello de ‘Houston, el Águila ha aterrizado’.

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