Choque de Civilizaciones: Ya se habla del Frente Anti-Occidental y la 3ra. Guerra Mundial

De acuerdo a fuentes confiables, el mundo islámico se encuentra preparado para ejecutar una ofensiva anti-occidental en gran escala, en la que el papel central en su organización correrá a cargo de Irán y Hamas.

MOSCÚ (Traducción de Hernando Kleimans para Urgente24). Los acontecimientos que se suceden en los últimos meses en el Cercano Oriente y en general en todo el mundo islámico han obligado a prestarles atención y reflexionar sobre el futuro:
> El traspaso por los israelíes de los territorios arrebataros a los palestinos,
> la victoria en las elecciones palestinas del movimiento islamista Hamas,
> la carencia de resultados en la reconstrucción de Afganistán Occidental,
> la evidente problemática de las acciones bélico-políticas de los Estados Unidos en Irak,
> el acceso al poder en Irán del presidente Mahmud Ahmadinedjad, y
> la creciente tensión en torno de Teherán son eslabones de una misma cadena, que hablan sobre la aparición de una tendencia relativamente nueva.
Esta tendencia en el mundo islámico puede ser caracterizada como la preparación de la contraofensiva sobre las posiciones de USA y sus aliados.
El proceso de liberación por Israel de los territorios ocupados constituye un acontecimiento liminar, que brindó a los palestinos la posibilidad de experimentar el sabor de la victoria.
No es fundamental si esta victoria fue real, cómo se logró y hacia dónde conducirá. Lo importante es que la lucha de tantos años se coronó con el éxito. Y aunque sea mínimo, es capaz de alentar todavía a centenares de miles de musulmanes a la siguiente etapa de la lucha con Occidente, que puede ser más tenaz y prolongada que la primera, por cuanto la primera etapa se respaldaba sólo en la fe en el éxito y la segunda ya se apoyará en el firme conocimiento de que el éxito existe y es posible su desarrollo.
El terror da sus frutos y en Israel esto también es bien sabido.
Pero en el torrente de noticias desde el Cercano Oriente, según nuestra visión, ha quedado inmerecidamente subvalorado el proceso de desalojo de la población hebrea de los territorios liberados.
Por supuesto, se habló mucho de ello, se mostraron las escenas de los enfrentamientos, pero no se escuchó una evaluación global de este conflicto: el pueblo hebreo prácticamente siempre estuvo unidos en su lucha por la supervivencia y la posesión de su propio estado, a veces también de otros, pero por primera vez en muchos siglos dentro de la comunidad hebrea ocurrió una división motivada por la expansión.
Por primera vez hebreos golpearon a hebreos por su negativa a retroceder. La comprobación de su propia noción de estado a los 60 años condujo al enfrentamiento físico entre el poder y el pueblo. En condiciones de un práctico bloqueo de Israel por el mundo islámico esto puede tener consecuencias estratégicas.
La consolidación
La victoria del movimiento islámico Hamas en Palestina, y la creación de una fracción de la organización ‘Hermanos musulmanes’ en el Parlamento egipcio, en esencia, fueron la respuesta a las acciones de Israel y USA en la región.
Precisamente en este período llegó al poder en Irán, el presidente Ahmadinedjad, partidario de acciones duras y decididas contra USA, Israel y sus aliados.
Como resultado de las maniobras bélico-políticas angloamericanas, Irán resultó apretado por todos los costados USA y sus aliados. La presencia de fuerzas norteamericanas de ocupación y sus aliadas en Irak y Afganistán, y la existencia de bases estadounidenses en Asia Central y en el Golfo Pérsico, irrita cada vez mas a los radicales islamistas.
Es natural que en estas condiciones, las fuerzas de orientación nacionalista en Irán estuviesen interesadas en la toma del poder por una personas que defendiera firmemente los intereses nacionales y tuviese un plan de desplazas a las fuerzas norteamericanas de la región medio-oriental.
Tal persona ha sido el actual presidente de Irán, Mahmud Ahmadinedjad. Sus acciones están encaminadas a la consolidación radical de las fuerzas anti-norteamericanas y anti-israelíes tanto en Irán como fuera de él.
Si semejante confrontación conduce a un conflicto bélico de USA y sus aliados con Irán, entonces el escenario estará lejos del iraquí. Los acontecimientos pueden desarrollarse de la siguiente manera:
> USA e Israel intentará, utilizando su superioridad tecnológico-militar, asestar un golpe distanciado al máximo de Irán.
> A su vez, Irán habrá de utilizar este conflicto para activar las fuerzas anti-occidentales, en primer lugar la comunidad shiita y líderes tan radicales como Muktad al-Sadr. Se activarán las formaciones armadas shiitas pro-iraníes en Afganistán y Teherán intentará consolidar en torno suyo a una significativa porción del mundo islámico, no sólo la shiita, sino también los sunnitas.
> USA y sus aliados, comprendiendo perfectamente la situación, posiblemente intentarán provocar a tiempo el comienzo del conflicto entre shiitas y sunnitas con el fin de desestabilizar la situación dentro del propio mundo islámico.
En relación con esto, se torna real la perspectiva de que Irán habrá de ayudar activamente al movimiento islamista Hamas, que en esencia es una organización sunnita, e intentará utilizarlo a él y a la más antigua organización radical ‘Hermanos musulmanes’, vinculada estrechamente con Hamas, que opera en 86 países del mundo, así como a una serie de otras organizaciones musulmanas con el fin de elevar su autoridad en el mundo islámico.
Es evidente el objetivo central de Teherán: la creación de un frente anti-norteamericano y anti-israelí único, conformado por los enemigos radicales de Occidente.
Inevitable ataque a Israel
En lo que hace al triunfo de Hamas en las elecciones parlamentarias en Palestina, hay que reconocer que esta victoria fue objetiva y, en general, previsible.
En su base yacen varios factores que incidieron en la elección de los palestinos: la dura posición anti-israelí de Hamas, que comparte la mayoría de los palestinos; la fuerte corrupción imperante en el antecesor de Hamas, el movimiento ‘Fath’; la extraña muerte del dirigente de ‘Fath’, Yaser Arafat, que gozaba del respaldo de una significativa parte de la población palestina; y la falta de un líder, que aunque sea de lejos recordara esta personalidad incuestionablemente carismática.
Las ulteriores acciones de Hamas habrán de depender del grado de su respaldo por el mundo musulmán.
Es evidente que semejante ayuda habrá de ser provista por Irán, Arabia Saudita y una serie de otros países y organizaciones musulmanas.
Además, cuanto más intentos haya de parte de Occidente de aislar a Hamas y Palestina en general, tanto más probable será el aumento de la ayuda de parte del mundo islámico y una radicalización todavía mayor de Hamas. Este movimiento nunca renegará de sus posiciones centrales, en la base de las cuales se encuentra en una primera etapa la creación de un estado palestino independiente en el marco de la resolución de la ONU de 1948 y luego la ulterior liquidación del Estado de Israel.
Semejantes planes son totalmente reales y pueden ser realizados en el curso de 25-30 años (según el pronóstico del fundador del movimiento Hamas, el sheij Iasin, esto deberá ocurrir en 2027).
Todos los participantes del proceso quedarán satisfechos:
> Hamas se destacará en la lucha por la liberación de Palestina y obtendrá financiación;
> Er-Riad se destacará en la lucha por la auténtica fe contra los judíos israelíes; y
> la expansión occidental, preservando los dividendos de la cooperación con Occidente; Occidente, encabezado por Gran Bretaña y USA habrá de promocionar su lucha contra el terrorismo y el islamismo radical, conquistando un espacio para "la democracia". He aquí el dinamismo del mundo contemporáneo.
Quizá sólo a los israelíes les toque lo peor.
Ellos, por supuesto, continuarán recibiendo ayuda financiera y militar, sin embargo esto no garantiza la preservación del Estado. La gran práctica colonial de Londres enseña que dirigir un territorio bajo mandato es mucho más fácil que un estado independiente con sus intereses y responsabilidades ante la población del país.
¿Y Rusia?
En estos momentos el mundo islámico, en el caso de que logre evitar la confrontación interna, está plenamente en condiciones de conducir una potente contraofensiva contra las fuerzas prooccidentales en el Cercano Oriente.
Resultado de esto realmente puede ser la expulsión de las fuerzas armadas de USA y sus aliados del territorio de Irak y Afganistán y la liquidación del Estado de Israel. El beneficio devenido de la realización de este último punto puede resultar bastante dudoso.
Esta línea política es la reacción a la política mantenida por Occidente en relación con los países musulmanes en el curso de los últimos 60 años, basada en una política de dobles estándares, aplicada a los estados y regiones musulmanes. No está excluido que esta reacción al principio fue pasada por alto por los analistas: pero toda acción genera una reacción.
En el ideal, la confrontación entre los mundos occidental e islámico debe eludir a Rusia, sin embargo algo así es poco probable, por cuanto en el territorio de Rusia ya actúa una serie de grupos islámicos radicales y además, cada parte quiere ver a Rusia como aliado y habrá de empujarla activamente a la confrontación.
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Semión Bagdasárov es académico, director del Instituto de Estudio del Islam y las migraciones en el espacio postsoviético, y Valerii Egosarián es politólogo, director del Centro de Estudio de Relaciones Internacionales, del Instituto de Proyección Social).

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