Sigue la ola de escándalos financieros: Condenan por fraude a ex directivos de Ahold

Un tribunal holandés declaró culpables de fraude al ex presidente de la minorista Royal Ahold, Cees van der Hoeven, y al ex responsable de finanzas, Michiel Meurs, y les impuso multas por un valor de 225.000 euros y condenas a nueve meses de cárcel, aunque éstas últimas fueron suspendidas. Ambos empresarios habían sido acusados de registrar incorrectamente ventas de filiales en Escandinavia, Argentina y Brasil.

El veredicto llega más de tres años después de que Ahold -conocido por sus supermercados en todo el mundo, incluidas las cadenas Stop & Shop y Giant en USA- llegara a estar al borde de la bancarrota en uno de los mayores escándalos financieros en Europa.
Según cables de agencias, el juez que entiende en la causa, Frans Bauduin, consideró que la principal razón de los problemas de Ahold fue otro caso independiente de fraude en su filial estadounidense Foodservice, y añadió que las comparaciones entre el fraude en Ahold y los de Enron y Parmalat eran "equivocadas en todos los aspectos".
Van der Hoeven y Meurs fueron acusados de registrar incorrectamente ventas de cuatro filiales en Escandinavia, Argentina y Brasil.
En documentos públicos, Ahold señaló que tenía una participación de control del 50% en las compañías. Pero los fiscales consideraron que el asunto del control no está resuelto, como evidenciaron varias cartas secretas que al parecer demostraban que los directivos lo sabían. Los acusados negaron haber mantenido conductas incorrectas.
El juez señaló que las acciones de los acusados habían provocado un 'daño' a la reputación de Ahold, y habían 'causado una gran afectación a la confianza que los inversores tenían en la precisión de los informes financieros'.
Van der Hoeven y Meurs dimitieron en febrero de 2003, después de que la compañía reconociera que sus informes sobre beneficios de 1999-2002 no eran fiables. Las acciones de Ahold perdieron dos tercios de su valor. La compañía evitó la insolvencia vendiendo activos y con una línea de crédito de emergencia por parte de sus bancos.
Según cables internacionales, el juicio se refiere solamente a una parte del escándalo de Ahold.
En la más grave, la exageración de ventas en su filial estadounidense Foodservice, los acusados alcanzaron un acuerdo con el regulador bursátil, la Securities and Exchange Commission (Sec), en el que no admitieron su culpa pero aceptaron la prohibición de ocupar un puesto en una compañía cotizada. La Sec dijo que el caso era "deplorable", pero no emprendió una persecución criminal de los acusados.

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