Después de ocasionarles pérdidas por US$ 200 millones, Kirchner aceptó la propuesta de los ganaderos

Ante la amenaza de un paro agropecuario y apenas un día después del masivo acto en la plaza de Mayo en el que prometió construir un país más plural, el presidente Néstor Kirchner anunció a los dirigentes del campo la liberación del 40% de las exportaciones de cortes enfriados y congelados. También incluyó en el menú de medidas el levantamiento total de las restricciones para los embarques de carnes enlatadas, viandada y corned beef.

Después de 84 días de veda, el Gobierno empezó a levantar la barrera a las exportaciones de carne. A partir del jueves 1º de junio se podrá vender al extranjero, aunque con límites: hasta un 40% de lo que se exportó entre el 1º de junio y el 30 de noviembre de 2005.
Además, se eliminaron las restricciones a las ventas de menudencias y subproductos, como la carne cocida enlatada. El anuncio fue realizado por Néstor Kirchner durante una reunión con 3 de las entidades del campo.
A Kirchner lo acompañaron la ministra de Economía, Felisa Miceli, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el secretario de Coordinación Técnica, Guillermo Moreno, y el subsecretario de Agricultura, Javier de Urquiza. El secretario de Agricultura, Miguel Campos, no participó.
La prohibición de las exportaciones había sido anunciada el 8 marzo y era por 180 días. La revisión parcial de aquella medida se produce ahora que se constató una baja en los precios de la carne.
Anoche, el Ministerio de Economía informó que a través de la Resolución 394, que se publicará el lunes 29 en el Boletín oficial, se autoriza un cupo de exportación "equivalente al 40% del volumen físico total exportado" entre junio y noviembre del año pasado, lo que representa unas 140.000 toneladas para repartir entre unos 80 frigoríficos.
"El cupo se distribuirá entre los exportadores en forma proporcional a lo embarcado por cada uno de ellos en el periodo de referencia sin superar el 50% del cupo establecido", señala la norma, y añade que "la evolución reciente del mercado de la carne bovina justifica derogar la norma que suspendía transitoriamente las exportaciones".
La medida estipula un sistema de cupificación de los embarques de carnes, tal como habían propuesto las cámaras que agrupan a los frigoríficos y las entidades del campo poco antes de que se decidiera suspender en forma abrupta las exportaciones. La veda ocasionó una pérdida de ingresos de unos US$ 200 millones.
En los considerandos de la resolución se expresa que "como es de público conocimiento el Gobierno está comprometido con una política destinada a mantener la estabilidad de precios a los efectos de no afectar la capacidad de compra de la población". Más adelante la resolución sostiene que "resulta procedente establecer transitoriamente cupos de exportaciones".
De acuerdo con el relevamiento de la mayoría de las asociaciones de consumidores, los valores se ajustan tomando como referencia las cadenas de supermercados. A su vez, los dueños de carnicerías aseguran que las rebajas se verifican en el 70% a 80% de los comercios. Estas mermas le permitirán al Gobierno mostrar una inflación más baja de lo previsto en mayo, índice que algunas consultoras ubican en el 0,6%.
Desde el Ejecutivo se esforzaron por aclarar que el anuncio con la buena noticia se reservó para las agrupaciones menos conflictivas y que con CRA no se había analizado el levantamiento de la veda.
De todas maneras, los empresarios ligaron la resolución del jefe de Estado a la cada vez mayor presión de los ganaderos comenzando por CRA y específicamente Carbap.
Del lado del Gobierno, se logró la buscada rebaja de los precios.
La resolución permitirá que 155.000 toneladas puedan exportarse. Al mismo tiempo, el tope del 40% sobre lo vendido al exterior durante la 2da. parte de 2005 provoca que la oferta de carne en el mercado interno se elevará en 230.000 toneladas durante el próximo semestre.
El levantamiento de las restricciones a la carne termoprocesada está relacionado con la fortísima baja en el precio de la 'vaca conserva' en el mercado de Liniers. El kilo vivo cayó de $ 1,40 a $ 0,60 desde que se prohibieron las exportaciones. Este tipo de animal es muy poco consumido en el mercado local pero es la base de elaboración de carnes cocidas enlatadas, en su mayoría rumbo a USA.

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