La economía y el 'pluralismo': Las dudas después de la Plaza

Los diarios del interior leyeron críticamente la convocatoria a la 'plaza del sí', desplegada el 25 de Mayo por Néstor Kirchner. Ayer, el diario santafesino La Capital (abre un manto de duda sobre el llamado a una Argentina 'más plural' por parte del Presidente), y el editorial de El Diario de Paraná (donde se insta a no olvidar temas clave en materia económica) se dedicaron al tema:

# No es suma de iguales
Néstor Kirchner, en su discurso del 25 de Mayo, dijo algunas cosas que merecerían precisiones. "Tenemos que ser generosos, tenemos que convocar a todos aquellos argentinos que, por arriba de cualquier cuestión chiquitita, quieren consolidar una patria diferente", lanzó con vehemencia, dejando la estela de un pensamiento al cual es difícil oponerse.
Ese es un mensaje convocante, de unidad que, por desgracia, no sintonizó con las líneas centrales del discurso del primer mandatario en la Plaza de Mayo, donde volvió a cargar contra todo lo que no esté clara y sumisamente alineado con su conducción.
La dificultad es que no queda claro cuál es esa patria diferente a la que hace alusión, porque no está explicitada. Por ahora, luego de tres años de gobierno, la Argentina se sigue pareciendo demasiado a sí misma.
En un aspecto en el que el Presidente ha tenido un claro rumbo es en la política de derechos humanos y su constante reivindicación de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Pero, por ejemplo, no resulta claro a qué se refiere, porque él mismo no lo explicita, cuando sentencia: "Y al final un día volvimos a la gloriosa Plaza de Mayo a hacer presente al pueblo argentino en toda su diversidad". ¿Quiénes son los 'nosotros' que volvieron? ¿Son montoneros, peronistas?
Los procesos políticos se definen por los resultados. Los exitosos números que exhibe el Presidente hoy en día son su aval para buscar la reelección y para sentir legítimamente que está firmemente sentado en el sillón de Rivadavia.
De allí que, con la legitimidad que da la gestión con viento a favor, es válido discutir en el país otros temas que permitan cambiarnos como sociedad. Es allí donde el Presidente no parece muy permeable a escuchar campanas disonantes, sino que busca adhesiones y más adhesiones. Y es en ese punto donde surge el gran interrogante: ¿cuál es ese país diferente que proclama?
Por ahora, una concertación para el Presidente se constituye con los que acepten encolumnarse detrás de ese proyecto propio, que no termina de quedar claramente explicitado y que a cada paso se manifiesta con eufemismo como el 'nosotros' de los que han regresado a la Plaza de Mayo.
La gestión de Kirchner puede ser más o menos exitosa; lo que resulta claro es que por ahora no es convocante ni generosa. Puede ser numerosa, pero de ninguna manera es plural, como pidió Kirchner el jueves. Porque la pluralidad se construye con los diferentes, no con los iguales, sean propios o cooptados.

# Asignaturas pendientes
Exultante al frente de una nutrida columna de la Corriente Nacional y Popular, la ministra Felisa Miceli fue una de las más entusiastas en una 'plaza del sí' que colmó las expectativas del oficialismo.
"La gran mayoría de los ministros de Economía de la Argentina entraron como técnicos y salieron como políticos, no es el caso de Felisa, ella proviene de la militancia peronista", explicaban allegados a la funcionaria.
No era el único motivo de euforia que tenía la ministra, ya que minutos antes el presidente Néstor Kirchner había desgranado una catarata de datos económicos positivos. En especial, Kirchner destacó el pago al FMI, una medida de alto impacto que se tomó cuando Miceli ya estaba instalada en el Palacio de Hacienda en reemplazo de Roberto Lavagna.
La masividad de la convocatoria a la plaza no sólo ensanchó el margen de maniobra del gobierno, sino que por asociación brinda mayor respaldo para los responsables de llevar adelante la economía. ¿Cuánta responsabilidad en la imagen positiva de Kirchner tiene haber encarrilado la economía? Seguramente mucha. Pero el calor popular de la Plaza de Mayo no debería hacer olvidar los temas clave pendientes en la agenda económica:
> Crecimiento. Es una cuestión que desvela a Miceli, quien se reúne semanalmente con sus más estrechos colaboradores para evaluar políticas de mediano plazo para garantizar que el producto bruto crezca más de 5% promedio en los próximos años.
> Frente fiscal. Con un ritmo decreciente de su superávit fiscal, muy probablemente debido a un aumento del gasto, igual la Argentina tiene asegurado el financiamiento hasta fin de año. Pero en Economía ya comenzaron a pensar en 2007, un año que será complicado políticamente, especialmente si se confirma que Kirchner irá por la reelección.
> Empleo. Una de las metas políticas centrales de Kirchner es reducir a un dígito la desocupación. Al Presidente no le cayeron bien las últimas cifras que mostraron un alza.
> Campo. La relación entre el gobierno y los productores agropecuarios atravesó uno de sus peores momentos. Kirchner ordenó un levantamiento gradual desde esta semana, que se encargó de anunciar personalmente a las entidades del agro.
> Precios. La remarcación se enfrió a partir de los acuerdos y la presión sobre las empresas, pero la paz no será eterna, ya que desde el sector privado reclaman al gobierno que se reduzcan sus costos.
> Energía. Es un tema que está en la órbita de Julio De Vido y puede entorpecer el desarrollo industrial a largo plazo.

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