Chávez, el eclipse de Castro y la órbita kirchnerista

El eclipse de Fidel Castro lo deja a Hugo Chávez al frente de la reacción antioccidental en el subcontinente y, por carácter transitivo, lo pone a Néstor Kirchner dentro de su órbita.

Ahora bien: si el izquierdismo de nuestro régimen tenía en Castro una expresión romántica, pues la dimensión de la economía cubana no excede a la de Catamarca, la potencia petrolera de Chávez, y su influencia dentro de la economía argentina, reafirma esos peligrosos lazos de dependencia. 
Venezuela tendrá, ahora, tendencia a girar sobre su crédito con Argentina dentro del tablero mundial, como acaso ya lo haya hecho Chávez a principio de semana en Teherán, justo en el momento en que Néstor Kirchner se ha tomado el trabajo de pelearse con casi todos sus vecinos, incluso ideológicamente afines, como Tabaré Vázquez y Michelle Bachelet.
La ausencia de Kirchner en Lima, para la jura de Alan García, y su viaje a Cochabamba, para instalar con Evo Morales la asamblea constituyente del Altiplano, van en el sentido que busca Chávez.

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