Complica a Evo Morales un reclamo policial con huelga de hambre

Más de veinte policías en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz en Bolivia, adoptó la medida de la huelga de hambre en reclamo de mejoras salariales mientras el resto del país se encuentra en emergencia en espera de los resultados de la reunión de hoy. Por su parte, el Gobierno descarta cualquier aumento e instó a terminar con la protesta.

El Gobierno boliviano salió al cruce ayer de la protesta que mantiene un grupo de policías desde el miércoles pasado, quienes realizan una huelga de hambre por mejores salarios.
"No vamos a negociar con unos pocos policías que están haciendo daño a su institución y les decimos de manera humilde pero firme: dejen su huelga de hambre", dijo el vicepresidente de la República, Álvaro García Linera.
Según informa el diario Los Tiempos al menos una veintena de policías cumplen ayuno forzado en tres departamentos: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, mientras que en las diferentes unidades de la institución en el resto del país se declararon en "emergencia", con la amenaza de replegarse y amotinamientos, en demanda de salarios similares a los de las Fuerzas Armadas, que duplicarían en promedio a los de los agentes del orden.
Los policías reaccionaron molestos contra el Gobierno y decidieron adoptar medidas de presión, al conocerse la semana pasada, la aprobación de un incremento salarial del 5% en esta gestión para los efectivos de las Fuerzas Armadas, por lo que decidieron exigir un incremento salarial del 7%.
Roberto Barrios, líder de los policías de Santa Cruz, dijo que él junto a dos compañeros, inició la huelga de hambre porque el Gobierno no reconoce la sacrificada labor que hacen los policías a diario y amenazó con mantener la medida hasta que sus sueldos sean nivelados con los miembros del Ejército.
Por su parte, la ministra de Gobierno, Alicia Muñoz, los descalificó argumentando que los suboficiales y sargentos de las Fuerzas Armadas tienen formación académica de tres años; en cambio, los policías sólo se capacitan entre uno y tres meses.
La ministra Muñoz manifestó que los policías no pueden compararse con los militares y explicó, además, que no existió un incremento salarial en la entidad castrense, sino una redistribución equitativa de los recursos debido a que se recortaron ingresos extraordinarios, como bonos y otras asignaciones que anteriores gestiones aprobaron como prebenda.

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