Apuesta de ACDE a su programa 'Umbrales'

La Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) realizó su encuentro social. Más de 350 ejecutivos en el Sheraton de Pilar tuvieron un día atípico: la jornada estuvo dedicada a la marginalidad social, que el sociólogo Agustín Salvia de la UCA calculó que afecta a un tercio de la sociedad.

"No es verdad que si la economía va bien todo lo demás está bien. Estamos en un país con profundas inequidades", planteó Santiago del Sel, titular de ACDE.
Sel propuso trabajar desde cada compañía en la integración de redes con otras empresas que trabajen en el mismo objetivo; en el apoyo corporativo a incubadoras de empresas de inclusión social, y en la canalización de acciones de voluntariado desarrolladas por las empresas y su gente, hacia el objetivo de la inclusión social.
La actividad cerró con la descripción de una serie de acciones que los empresarios podrían encarar para cumplir el objetivo propuesto, como el 'programa Umbrales', que propone revisar los criterios usados a la hora de seleccionar personal, y que determinan que muchos no tengan posibilidad de acceder al empleo que origina el crecimiento económico.
La organización del encuentro, a cargo de Alejandro Preusche, contó con la presencia de una delegación de la AMIA y del titular de Cáritas, Jorge Casaretto.
En el desayuno difícil de digerir un ex cantante del grupo Aldo y los Pasteles Verdes (precursores en los 70 de los actuales grupos de cumbia), que ahora sobrevive como cartonero, brindó su testimonio.
La Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas apeló a una reflexión personal sobre la realidad social de las "2 Argentinas que conviven" e invitó a los directivos a comprometerse para que encaren tareas concretas, orientadas a crear empleos para las personas excluidas del sistema social.
Santiago del Sel: "¿Creemos que si la economía va bien entonces está todo bien? No hablemos más de los excluidos; pasemos a la acción", invitó.
Alejandro Preusche sostuvo: "El desafío actual de los empresarios es crear riqueza generando inclusión". Y agregó que los elevados niveles de exclusión social "le quitan posibilidades de crecimiento y desarrollo a la Argentina".
"Nosotros podemos bajar unos escalones y a la vez ayudar a que muchos suban algunos", expresó Preusche y ese objetivo de revisar los umbrales fue elogiado por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que cerró el encuentro que se desarrolló en el hotel Sheraton de Pilar.
Tomada señaló que la cartera laboral busca orientar esfuerzos a apuntalar la creación de puestos para jóvenes -en ese segmento la tasa de desempleo ronda el 22%-. Para ese fin, afirmó, se destinarán $ 4 millones a un plan de inserción laboral en empresas y se dará prioridad a beneficiarios del plan Jefes y Jefas de Hogar de hasta 35 años (son 400.000) para el traspaso al seguro de empleo y capacitación.
Uno de los casos expuestos fue el de la azucarera y papelera Ledesma, que cuenta con la participación de fundaciones de la provincia de Jujuy y el Ministerio de Desarrollo Social, ante el cual se gestiona financiamiento para las pymes que son proveedoras de bienes y servicios.
A ese último objetivo también se sumó un plan del Banco Río, según contó Eduardo Nougués, gerente de Asuntos Institucionales de la firma. El programa dirige esfuerzos a apuntalar la actividad de 11 pequeñas empresas, y ofrece tutoría para el mejoramiento de esas unidades de negocios, de rubros tan diversos como un taller metalúrgico, una imprenta o una transportista. Nogués especificó que uno de los objetivos es que surjan 41 puestos de empleo en esas pymes, de los cuales hasta ahora se lograron 15.
Del panel en el que las empresas presentaron sus experiencias participó el secretario de Políticas Sociales, Daniel Arroyo, que recordó que desde hace un tiempo se llama a trabajar a las empresas para colaborar con unos 200 proyectos productivos, seleccionados entre los que son apoyados financieramente por el plan oficial Manos a la Obra. Hoy, son 19 empresas las que actúan en ese programa.
El economista Agustín Salvia, investigador de la Universidad Católica Argentina (UCA), explicó: el 60% de las personas no tiene un empleo digno; tres de cada 10 ganan menos de $ 280, y el 30% de los jóvenes no terminó la secundaria, además de que el 40% de las familias habita viviendas miserables, según los datos que surgen del indicador de deuda social de esa casa de estudios.
Daniel Hernández, subsecretario de Políticas Sociales, apuntó que hay unos 438.000 jóvenes de 15 a 24 años desocupados, una cifra que no incluye a los más desalentados, que son quienes directamente no buscan trabajo, pero tampoco estudian ni tienen proyectos.
Del cierre del encuentro participó monseñor Jorge Casaretto, presidente de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado Argentino, que definió a la exclusión como "el principal desafío de estos tiempos" y llamó a tener esperanza y optimismo.

Dejá tu comentario