Alerta roja para Bariloche y Las Leñas: El caso de Baquiera

'El negocio de la nieve hace aguas', es la conclusión. En España hay centros de esquí que no consiguen nieve, en una crisis de la que no se recuerdan antecedentes en 10 años atrás. Para la industria del turismo, una calamidad. Pero, además, es una advertencia de lo que el cambio del medio ambiente puede provocar.

MADRID ( El Confidencial). "Al final no podremos abrir el martes 6, día de la Constitución, pero a ver si esta noche con un poco de suerte viene una borrasca y podemos fabricar nieve con los cañones", pedía Jaime Río, director Comercial de Cerler, un día antes del inicio del puente. Tampoco pudo ser.
Para Baquiera, la 2da. estación en kilómetros practicables de España tras Formigal, el golpe es fuerte. Para las pistas francesas y suizas apenas es importante pero para las españolas, diciembre es su particular agosto.
Según cálculos de Roberto Buil, director comercial de la estación leridana, a Baqueira dejarán de ir cada día entre 10.000 y 12.000 personas. A toda la zona del Valle de Arán, cuyo principal reclamo turístico es la nieve, alrededor de 20.000 personas. Un auténtico golpe. Todo el Pirineo leridano recaudó el puente pasado € 18 millones.
Lo mismo se puede decir de las estaciones de Aragón, agrupadas en el Grupo Aramón.
Cerler, Panticosa, Formigal… Todas estaban cerradas para la práctica del esquí el jueves 7 de diciembre. Un desastre que no se conocía desde hacía más de 10 años. Ha habido temporadas en las que Formigal o Cerler no han abierto hasta mediados de diciembre, pero todas a la vez, nunca. Las pérdidas que sufrirán rondan el 15% de la facturación de toda la temporada.
"Nosotros hacemos alrededor del 9% de nuestras ventas en este puente", asegura Jaime Río, de Cerler. 'Puente' se le llama a este escalón de la temporada. El año pasado alrededor de 100.000 personas pasaron por las 5 pistas aragonesas durante 'el puente'.
Otro de los tradicionales destinos turísticos de este largo puente es Valdezcaray, en La Rioja. En 2005, del 6 al 11 de diciembre, pasaron por esta pista 18.000 personas, lo que supone algo más del 10% del total de los visitantes de la temporada. A eso hay que añadir los hoteles, bares, tiendas… todos los negocios que van de la mano de este deporte también están cerrados.
Este es el peor año que se recuerda. En ejercicios anteriores, la temporada comenzaba a finales de noviembre o, como muy tarde, justo a tiempo para el gran puente. Este año, resulta curioso que el único sitio donde hay nieve sea en Lepe, Huelva, donde su alcalde ha ideado una ‘Navidad feliz’ y fabricará nieve durante quince minutos todos los días hasta el 20 de enero próximo.
"Así es esto. Si no hay nieve, no hay negocio", se quejan desde una estación. Lo peor es que este año se ha juntado, además, el buen tiempo. No sólo no hay nieve sino que ha sido imposible fabricarla con los potentes cañones que tienen las pistas. Para que los cañones puedan hacer nieve son necesarias unas temperaturas por debajo de los dos grados bajo cero, pero el tiempo no ha llegado a esas cifras ningún día.
De esta forma, las ingentes cantidades de dinero que las estaciones invierten cada año para mejorar sus pistas han caído en saco roto. Para esta temporada, según datos de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y de Montaña (ATUDEM), se han invertido casi € 100 millones en las 35 estaciones que son miembros de dicha asociación. Gracias a estas cantidades, en las pistas españolas existen más de 4.270 cañones de nieve capaces de producir 320,5 kilómetros de pistas. Unos cañones que también están parados a estas horas y que no han producido ni un metro de pista. Adiós a la constante progresión de número de esquiadores en España: 5,2 millones en la temporada 2000; 6,2 millones en la 2003; 7,1 millones el año pasado...
En busca de un plan alternativo
La lógica consecuencia de todo esto ha sido el descenso en las reservas de viajes y la búsqueda de un plan alternativo por parte de los habituales clientes. La previsión de ocupación hotelera en el Valle de Arán se redujo a la mitad en los días previos al inicio del puente, después de que Baqueira confirmara que no abriría el día 6. "Nosotros lo teníamos todo lleno para el puente y al final seguramente ni vamos a abrir el hotel", dice el responsable de un hotel de Baqueira.
En concreto, se pasó del 85-90% de ocupación a sólo un 40%, según explicó Juan Antonio Serrano, presidente de la Federación de Hostelería de Lleida. Las estaciones catalanas han invertido este año 25 millones de euros en acondicionar y mejorar sus instalaciones.
En Cerler, Jaime Río prefiere no dar cifras, pero reconoce que se han hecho anulaciones. En Formigal, la estación más grande de España, situada en el Valle de Tena, también ha habido cancelaciones. La directora de la Asociación Turística de la zona, Lorena Sánchez, cifró en un 35% la caída de las reservas en Formigal y en más de un 70% las de Panticosa. Las estaciones del Grupo Aramón han gastado este año más de € 43 millones en mejoras. El director comercial de Formigal, Lucas del Cacho, prefiere no hablar de números pero reconoce "que ha habido bastantes cancelaciones".
Esto supone también un problema para los trabajadores de las pistas, buena parte de ellos empleados temporales. En el Pirineo de Lleida trabajan 4.800 personas, el 30% de ellas a tiempo parcial. Estos contratos temporales no se firman hasta que se empieza a trabajar, es decir, hasta que hay nieve. Camareros, monitores, animadores, profesores… Todo en el aire.
Quien sale ganando, eso sí, es el turismo de ciudad. Primero, porque no hay nieve y la mayoría de la gente se ha buscado otros destinos. Y segundo, porque el puente es más largo este año y las líneas de bajo coste han sacado al mercado destinos apetecibles muy baratos. En relación con el año anterior, los destinos con mayor crecimiento son Berlín, Lisboa y Praga. La agencia de viajes por Internet Lastminute.com ha aumentado sus reservas para este puente un 110%.
Calentamiento del planeta
Algunas voces achacan la ausencia de nieve al calentamiento del planeta, pero en los despachos de las estaciones no quieren ni oír hablar del tema. "No tiene nada que ver. En temporadas pasadas abrimos a finales de noviembre, pero ha habido más de un año que hasta mediados de diciembre no pudimos hacerlo", asegura Buil, de Baqueira. "Otros años tampoco hemos podido tener todas las pistas practicables. Va por temporadas y no hay que preocuparse", explican en el Grupo Aramón.
Pero lo cierto es que desde 1995 no ocurría algo parecido a lo de este año: todas las estaciones prácticamente cerradas. Y, sin duda, el calentamiento del planeta y el cambio climático algo tendrán que ver. Según un informe del Ministerio de Medio Ambiente, la nieve será cada vez más escasa en las cotas más bajas y, además, pone en duda la rentabilidad de los cañones de nieve a largo plazo. "Rentabilidad incierta", dice el informe. Peor aún. Según el estudio, "las estaciones de esquí tendrán que convertirse en estaciones de montaña". Así están las cosas.

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