Desde San Juan hasta Santa Cruz, la actividad minera es el nuevo atentado ambiental de la Argentina

Las autoridades provinciales pregonan y dan a conocer los planes de las compañías mineras con gran fervor pero lo que no se tiene en cuenta es de qué modo se daña el ambiente y sobre todo la salud de los pobladores de esas zonas.

Recientemente una nueva denuncia se acaba de conocer por parte de organizaciones sociales de Argentina, Chile y Perú, las que condenaron a la transnacional minera con sede en Canadá Barrick Gold Corporation a la expulsión de sus territorios por ser responsable de "graves atentados ambientales, sociales, culturales y económicos, producto de sus políticas, programas y acciones sobre los ecosistemas, comunidades y pueblos de estos tres países".
En un "proceso" contra Barrick Gold el fiscal Javier Rodríguez Pardo, en representación de las comunidades afectadas y ciudadanos, ratificó lo solicitado por el Fiscal condenando a la empresa demandada a su expulsión de los territorios de Argentina, Chile y Perú. De esta manera, la minera fue notificada legalmente de la demanda, aunque se excusó de comparecer en el "juicio", al que previamente había sido invitada.
"Este Tribunal considera que la corporación minera Barrick Gold, comete daños ambientales irreversibles e impactos económicos y sociales irrecuperables en Ancash, Condorhuain, Chilecito, Famatina y Pascua-Lama, al tratarse de comunidades tradicionales, productores pequeños y medianos, ecosistemas extremadamente frágiles y recursos naturales, que en su condición de bienes comunes y no renovables, se destruyen y agotan en el presente, no quedando disponibles para las futuras generaciones de ciudadanos argentinos, chilenos y peruanos", señala el texto.
"Que el impacto ambiental se produce por la gestión indiscriminada del método extractivo utilizado, por lo que no duda este Tribunal que estamos ante un nuevo tipo de minería que deja en la obsolescencia viejos conceptos mineros, dando paso a la utilización de voladuras y lixiviación, con la intensiva utilización de energía y agua subsidiadas, unidos al empleo de variados compuestos tóxicos, los que destruyen cuerpos de agua vitales para la vida, la actividad humana y productiva en las zonas impactadas por dicha transnacional minera", agrega.
También afirma que este sistema de explotación minera a cielo abierto "es un tipo de minería creada expresamente para la extracción indiscriminada de los minerales que hoy se encuentran distribuidos ampliamente en kilométricas extensiones de nuestros territorios cordilleranos, que son propiedad de comunidades campesinas ancestrales y productores agropecuarios, muchos desplazados, sin considerar importantes tratados internacionales, como el Convenio 169 de la OIT".
Que por ello, "los múltiples daños que se producen al extraer estos minerales no respetan la fragilidad y complejidad de la altas cuencas hídricas, verdaderas fábricas de agua, que es nuestra Cordillera de los Andes, los sectores pre-cordilleranos y sus estribaciones, donde se encuentra mas del 80% de los minerales que en este momento forman parte de este enorme daño a nuestros territorios", apunta Europa Press es un reciente cable de agencia.
* Los peligros de una actividad con escasa renta para Santa Cruz 
 
En Santa Cruz estos emprendimientos de minería se multiplican día a día por ahora y no escapan a la media del país.
Según informa esta mañana el diario Tiempo Sur, en esa provincia "las empresas mineras utilizan cianuro y arsénico para lixiviar las rocas y separar el oro, la plata o el cobre, según el caso, además de químicos industriales, como el anhídrido sulfuroso, y otros metales pesados".
Lo delicado, además, apunta el diario, es que "todo estos químicos se acumulan tanto en los ecosistemas como en el cuerpo humano".
"El dinamitado de los cerros y la molienda de las rocas, reducidas a micrones, producirán además vapores y polvos tóxicos que quedarán suspendidos en el aire y a merced de los vientos, lo cual generará patologías respiratorias, dermatológicas, intestinales, renales y reproductivas, aparte de varios tipos de cáncer".
En la zona de Los Antiguos pueden verse a diario interminables filas de camiones de 30 toneladas, llevando su voluminosa carga proveniente desde Mina La Marta, en Gregores, hasta la planta de procesamiento en Fachinal, dejando a su paso caminos destruidos del lago Argentino y un pasivo ambiental junto a riesgos ecotoxicológicos en la cuenca del lago Buenos Aires, de lo que tendrán que hacerse cargo las generaciones futuras.  A ello deben agregarse los residuos de una mina de plomo, abandonados hace unos cincuenta años en la cuenca del lago General Carrera, en la zona de Puerto Cristal, que han generado considerable alarma en la población de la zona.
"Otro yacimiento explotado en Santa Cruz es Cerro Vanguardia, que está bajo el control de la firma británico-sudafricana Anglogold. Pero a pesar de que la provincia tiene participación en la empresa, en los hechos está ausente. No aparece opinando ni como socio ni como ente de control", dice ese diario.

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