"Operación Milagro": La iniciativa cubana de salud con miras diplomáticas

Operación Milagro es un programa de salud oftalmológica establecido por Cuba y Venezuela para atender a personas pobres del tercer mundo y especialmente a latinoamericanos que benefició a casi medio millón de personas en 28 países en dos años. Este programa representa un mecanismo diplomático que afecta directamente a las personas pasando por alto los estados nacionales de las personas beneficiadas y genera controversias con los profesionales del área en cada país.

Inicialmente, las operaciones y los tratamientos se realizaban en hospitales cubanos, pero luego comenzaron a construirse instalaciones en otros países, aunque siempre con asesoría isleña, para ampliar sus alcances y abaratar costos.
El convenio está destinado a devolver la visión y realizar operaciones de ojos gratuitas en el marco de la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), un acuerdo de cooperación e integración regional al que recientemente se agregó Bolivia.
"Fueron operados un total de 485.476 pacientes, de ellos más de 290.000 son venezolanos", indicó el periódico oficial cubano Granma al reportar declaraciones de Elia Rosa Lemus, funcionaria del Ministerio de Salud cubano.
Lemus participó de una sesión parlamentaria el viernes de seguimiento del ALBA, concebido como un convenio de complementariedad entre países pobres a diferencia del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) impulsado por Washington.
"La Operación Milagro, creada por Cuba y apoyada por Venezuela, se convirtió ya en una gigantesca campaña de gran contenido social y humanitario", comentó Granma.
"De esta forma, hoy en Venezuela funcionan 13 centros oftalmológicos con 28 posiciones quirúrgicas para operar allí y otras instalaciones similares prestan servicios en Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras y Bolivia", agregó el periódico.

Los beneficios que trae este programa para la política exterior cubana no son pocos. La gratuidad del tratamiento genera simpatías no sólo en los pacientes sino también en su grupo familiar.
El caso panameño ilustra tan sólo un ejemplo de los resultados de la iniciativa. En Panamá, la Operación Milagro ha beneficiado a miles de personas humildes, sin posibilidad de ser intervenidos en su país, dijo el ministro de Salud de la República de Panamá, Camilo Alleyne.
El funcionario expresó aquí su satisfacción por la forma en que se desarrolla esa iniciativa, que favoreció hasta ahora a más de 4.000 personas que pudieron recuperar la visión.
Alleyne reveló también que existe un proyecto conjunto con el Gobierno cubano para establecer una sede de la Operación Milagro en Panamá.
Eso permitirá que los pacientes puedan ser operados en su país, y con la experiencia que tiene Cuba será, además, una buena oportunidad para los panameños y la región centroamericana, destacó.

Caso testigo
El testimonio del periodista Santiago Remedios Clara, beneficiado por el plan es más que elocuente. En el criterio de este periodista-paciente, operado de cataratas de ambos ojos, son pocas las palabras que encierran una o varias cuartillas, para reconocer la enorme deuda de gratitud que contraen, quienes reciben esta generosa ayuda.
"En mi caso particular, hombre de familia humilde, sin muchos recursos económicos, de vivir en un país capitalista donde el costo de la asistencia médica es altísimo y máxime el de una intervención quirúrgica, tendría que conformarme con padecer de la enfermedad hasta quedar completamente ciego, como le ocurre hoy a cientos de miles de hermanos en el mundo".
"Lograr que una persona vuelva a contemplar las maravillas del mundo que lo rodea, es un tesoro que llevará consigo para siempre y que agradecerá como el más caudaloso capital".
"No importa el tamaño de este archipiélago, pues parafraseando a José Marti, Pueblo grande es aquel que da mujeres y hombres generosos"
El problema de los oftalmólogos locales
En este contexto, el conflicto se presenta cuando los oftalmólogos de cada país presentan sus quejas frente al programa cubano. Basicamente, las protestas están centradas en la competencia desleal que presenta otorgar un servicio gratuito cuando en cada país se cobra con elevados costos.
El periódico Informativo Oftalmológico cuestiona a los médicos cubanos y a la falta de intervención de los estados nacionales, provinciales y municipales frente al problema.
En una nota que el periódico titula "¿Para qué vienen los médicos cubanos?" se cuestiona que el plan esté por fuera de toda política oficial.
"Nadie parece saber nada. Ni el Ministerio de Salud de la Nación, ni Cancillería, ni la Ciudad de Buenos Aires, ni los Estados Provinciales. Aparentemente, nadie sabe explicar qué hacen y porqué están en la Argentina, pero la llamada "Operación Milagro" está trabajando en el país y llevando personas a Cuba a operarse de patologías oculares sin que haya habido ningún tipo de acuerdo oficial con el Estado Nacional, con las asociaciones médicas y mucho menos con el Consejo Argentino de Oftalmología o las sociedades oftalmológicas. A pesar de ello, esta acción que forma parte de un programa solidario conjunto de los Estados de Cuba y Venezuela, ya tuvo su desarrollo en la Argentina en localidades de la provincia de Buenos Aires y otras provincias", asegura el periódico.
"A los oftalmólogos argentinos les preocupa esta falta de seriedad, que pone en duda la idoneidad de los supuestos oculistas cubanos cuya intención parece ser tratar de resolver problemas locales para los que los oftalmólogos locales están sobradamente capacitados".
"De donde vienen los medios y por qué no se los facilita a los médicos argentinos para que sean ellos mismos los que curen a sus conciudadanos. Acaso, ¿no estamos en condiciones técnicas de hacer las cirugías? ¿Quién determina la idoneidad de los médicos cubanos?", se preguntó, por su parte, el Consejo de Oftalmólogos en un comunicado oficial.
La institución está llevando a cabo las acciones formales correspondientes ante lo que calificaron como una "situación agraviante". Además se instó a las Cátedras de Oftalmología, Asociaciones y Sociedades Científicas a elevar una queja formal ante las Autoridades Oficiales de cada jurisdicción, tanto las municipales como provinciales de Salud, y a los Colegios y Círculos Médicos.
"En otros países del cono sur en que se vivió la misma experiencia, como Uruguay y Paraguay, los médicos oftalmólogos locales se opusieron a la acción de sus colegas cubanos por las mismas razones que hoy se los rechaza en la Argentina", asegura el periódico.

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