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Elecciones en USA: Ensalada republicana

Tras las primarias de este martes (13/03) en Alabama y Misisipi, se constata que Rick Santorum sube pero le falta, Newt Gingrich no suma pero se queda y resta, y el otrora favorito Mitt Romney dejo de serlo, no convence y se apaga. En ese contexto, el único ganador es Obama.

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Se complicó aún más la interna republicana. El partido se vuelve a enredar en sus propias internas y la nominación de un candidato que le haga frente a Barack Obama en noviembre parece cada vez más lejana. La verdad es que las cosas no les están saliendo bien al partido como tal. Les estás saliendo peor. 
 
El ideal indica que para esta altura ya debería haber un candidato ungido que pueda lograr la unidad del partido y dar comienzo a la campaña, pero la interna y el constante cambio de la pole position de cara a la convención republicana van justamente en sentido contrario. El único que se mantiene constante en este sentido es Ron Paul que no ha ganado ninguna primaria o “caucus”.   
 
En las primarias de este martes (13/03) en los estados de Alabama y Misisipi, las encuestas situaban a Rick Santorum por detrás de sus rivales, el favorito y exgobernador de Massachussets, Mitt Romney y el expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich.
 
El primero necesitaba las victorias para cortarse prácticamente solo mientras que el segundo las necesitaba simplemente para sobrevivir en la carrera. Ni lo uno ni lo otro y en ese contexto, también pierde el partido en términos de la necesaria unidad. 
 
Pero aún frente a ese escenario el aspirante conservador desmintió los pronósticos y se impuso en ambos estados sureños por un porcentaje pequeño pero suficiente para extender la racha ganadora que inició el pasado sábado (10/03) en los caucus de Kansas. Santorum logró en ambos estados un porcentaje de votos muy similar: un 35% en Alabama y un 33% en Misisipí. El Sur era territorio propicio para Newt Gingrich pero sólo fue segundo. Romney fue tercero en ambas primarias y volvió a sembrar dudas sobre su futuro electoral.
 
El libertario Ron Paul no había hecho campaña y sus resultados en las primarias de anoche fueron irrelevantes. 
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Sin duda el doble triunfo de Santorum es un duro revés para los otros 2 aspirantes republicanos: Para Romney porque se había gastado 10 veces más que su rival en ambos estados y las encuestas lo señalaban como el ganador. Para Gingrich porque las primarias sureñas se perfilaban como la última oportunidad de recobrar el paso en una carrera en la que no levanta cabeza desde su victoria en Carolina del Sur.
 
“Volvimos a hacerlo”, dijo un Santorum exultante en su fiesta electoral. “Quién diría que en esta era mediática la gente corriente podría desafiar todas las apuestas. Pero esta campaña está construida sobre gente corriente haciendo cosas extraordinarias. Un poco como América. Nosotros siempre excedemos nuestras expectativas porque creemos en algo más grande que nosotros mismos”.
 
Santorum aprovechó el momentum para ridiculizar a Romney: “No debe de ser un candidato tan inevitable si se gasta tanto dinero contra mí y no logra ser el candidato inevitable” y no dejó pasar la oportunidad de volver sobre la necesidad de que Gingrich abandone sus pretensiones para así poder aglutinar el voto de las bases conservadoras en un único candidato. 
 
Pero se sabe, Gingrich quiere ser “hacedor de reyes” y pretende llegar a la convención republicana con suficientes electores para ser el factor decisivo en una negociación interna. Su respaldo a Santorum es implícito, pero querrá algo a cambio. Eso si, todo muy democráticamente. 
 
En ese sentido, Gingrich anunció ayer mismo, ni bien conocidos los resultados electorales, que permanecía en carrera pese a haber perdido los 2 estados que él mismo había dicho que necesitaba ganar. también apuntó obviamente contra Romney a quien retrató como “un falso favorito incapaz de comprar la candidatura antes de la convención”
 
Sin embargo, esta permanencia de Gingrich no hace sino polarizar al voto conservador y darle el respiro a Romney que Santorum no le da. Si Gingrich se bajase, polarizaría la interna hasta las mismas puertas de la convención. De no hacerlo, parecería que le da la posibilidad a Romney de sacar ventaja en las primarias que faltan y quizás asegurarse la cantidad de delegados necesarios para consagrarse candidato incluso antes de tiempo. Sin embargo, los resultados de ayer parecen probar nuevamente que su falta de carisma es algo que ha hecho carne en los votantes republicanos. 
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Obviamente Romney a estas alturas sólo puede recordar sus victorias anteriores y que en el recuento de delegados se mantiene muy por delante de su rival más próximo, Santorum. 
 
Pero la realidad marca que la tendencia de Romney es bajista. Ya son varios los estados donde se constata la ventaja de Santorum entre los votantes más pobres, más jóvenes y más conservadores.
 
Pero lo dicho, el recuento de delegados sigue jugando a favor de Romney, que lidera la carrera con un tercio de los que necesita para ser elegido candidato republicano en la convención. Pero anoche (13/023) ningún aspirante logró destacarse demasiado porque Alabama y Misisipí asignaban sus 90 delegados proporcionalmente en lugar de entregárselos todos al candidato ganador. 
 
Al final de cuentas, fue empate, con Obama como ganador. 
 
Y es casualmente en territorio de Obama que se continuará perfilando esta saga que entra en otra semana decisiva que comienza este sábado (17/03) cuando se celebrarán los caucus de Misuri, donde Santorum ya ganó unas primarias poco relevantes a principios de febrero. 
 
Al día siguiente los republicanos votarán en Puerto Rico, cuyo gobernador ya ha expresado su respaldo a Romney. 
 
Y el martes (20/03) que viene celebrará sus primarias Illinois: el estado más importante para conocer las verdaderas posibilidades de Santorum. En principio, es un estado favorable a Romney gracias a Chicago y sus suburbios. El exgobernador de Massachussets suele triunfar en las ciudades y en estados más demócratas como éste. A la vez, los republicanos se concentran aquí en las zonas rurales que se le dan bien a Santorum. Una derrota en Illinois cuestionaría de nuevo el reino del supuesto favorito.
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En esta batalla, cada delegado cuenta, y en Illinois se juegan 69, uno de los mayores premios hasta ahora. Además, el mensaje político de ganar en un territorio de peso también ayuda a los argumentos de Santorum para seguir en la carrera. Para llegar al umbral y superar la distancia de más de 200 delegados que le separa de Romney, Santorum tendría que ganar en estados como Illinois, California o Texas.
 
El favorito está nervioso y, pese a que hace unas semanas contaba con apuntalar en Illinois su candidatura, ahora ni siquiera tiene la victoria asegurada. Una encuesta del 'Chicago Tribune' le da una ventaja de cuatro puntos, que es el margen de error del sondeo. Illinois es, como Ohio, un estado donde los republicanos ofrecen una mezcla geográfica y demográfica que interesa a los republicanos para las elecciones presidenciales (aunque este estado vote a presidentes demócratas desde hace décadas).
 
El 24/03 la carrera volverá nuevamente al Sur con las primarias de Luisiana, donde el aspirante conservador debería ser de nuevo el ganador.
 
La aritmética indica que ningún candidato logrará los 1.144 delegados necesarios en los próximos días y que la carrera republicana se extenderá hasta los últimos días de la primavera estadounidense. 
 
Sin duda una mala noticia para Romney y una buena noticia para Obama, que esta semana había sufrido una nueva baja en las encuestas tras el alza del precio del petróleo. 
 
Romney ha ganado hasta ahora en 17 citas electorales, Santorum en 9 y Newt Gingrich sólo en 2. De aquí al 26/06, cuando se celebra la última, en Utah, algo menos de la mitad de los estados tienen tendencia más conservadora que la media y, por tanto, favorable a Santorum, el candidato más a la derecha en la carrera.
 
Ganar en estados más centristas como Illinois le impulsaría para reclamar el primer puesto en una convención en la que ningún candidato haya logrado obtener los delegados necesarios en las primarias. Ahora bien, la suerte de Santorum depende, sobre todo, de la retirada a tiempo de Gingrich, cuya ausencia aglutinaría votos y dinero a la derecha de Romney.
 
Pero Newt no se baja, el favorito Romney sigue saliendo tercero y no primero y el ahora indiscutido candidato conservador Santorum es calificado por muchos dentro del mismo partido como un “potencial y casi seguro desastre electoral” para se potencial enfrentamiento con Obama. Probablemente Obama no ganaría si la elección fuese un referéndum sobre su administración. Su victoria vendrá de una auto impuesta derrota republicana  

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