PRESIONES DEL OFICIALISMO

Hotton se siente abandonada por la cobardía de sus pares

La diputada Cynthia Hotton admitió hoy que está "bastante desilusionada" con la actitud de sus colegas por la denuncia que formuló contra su par kirchnerista, respecto de las presiones del oficialismo para aprobar el proyecto de Presupuesto 2011.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- La diputada Cynthia Hotton (Valores para mi país) admitió hoy que está “bastante desilusionada” con la actitud de sus colegas por la denuncia que formuló contra su par kirchnerista Patricia Fadel, respecto de las presiones del oficialismo para aprobar el proyecto de Presupuesto 2011, y dijo que se sintió “muy sola”.
 
“El ofrecimiento que recibí es un hecho grave", remarcó esta mañana la legisladora sobre las presiones que denunció en la sesión de la semana pasada, y lamentó que ayer no vio "la intención por parte de la mayoría de los diputados de esclarecer esto”.
 
En diálogo con radio 'Mitre', Hotton fue consultada sobre la defensa que ensayó Fadel de las acusaciones y sostuvo: “Por supuesto que es palabra contra palabra, ¿pero ella qué va a decir, que me ofreció esto?”
                
La crisis había estallado en la sesión del miércoles de la semana última en el recinto de la Cámara de Diputados, cuando las diputadas Cynthia Hotton y Elsa Alvarez (UCR) advirtieron de viva voz que habían recibido presiones de oficialistas para que se levantaran de sus bancas y permitieran la aprobación del presupuesto.

Las dos legisladoras no sólo ratificaron ayer sus denuncias en la Comisión de Asuntos Constitucionales, sino que revelaron los autores de esas presiones: Hotton acusó a la oficialista Patricia Fadel, vicepresidenta segunda de la Cámara, mientras que Alvarez mencionó a José Granero, jefe de la Sedronar, organismo a cargo de la lucha contra la drogadicción.

Pero el final con insultos y golpes agravó la conflictiva relación entre oficialismo y oposición en el Congreso. "Me arrepiento de lo que hice, pero no le pido disculpas", atinó a declarar anoche la peronista disidente Graciela Camaño, blanco de un aluvión de críticas kirchneristas tras haberle pegado un cachetazo al ultrakirchnerista Carlos Kunkel.

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