SIN ENCUENTRO LUEGO DE HUGO MOYANO

Por Máximo, Cristina zafó de Scioli en Morón

El domingo 10/06, mientras Cristina Fernández de Kirchner visitaba a su hijo Máximo en Río Gallegos (episodio que tras idas y vueltas terminó con la internación del primogénito), Hugo Moyano y su hijo Pablo visitaban a Daniel Scioli en Tigre, en un suceso político que provocó comentarios adversos en el Frente para la Victoria. Hoy, lunes 11/06, Cristina y Scioli debían compartir un evento en Morón, tierra del cristinista diputado nacional Martín Sabbatella. Pero la actividad fue suspendida.

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, debía acompañar hoy lunes 11/06, a las 11:30, a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la inauguración de la nueva planta industrial donde la empresa Mabe producirá lavarropas, en la localidad bonaerense de Morón. Habitualmente son encuentros cargados de hipocresía entre ambos, que en público derrochan amabilidad y en privado se detestan. La internación de Máximo Kirchner imposibilitó el encuentro.
 
El evento tenía especial significado luego de lo que ocurrió el domingo 10/06, cuando el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, se presentó con el gobernador bonaerense Daniel Scioli y le renovó su apoyo a una eventual candidatura presidencial de Scioli en 2015, una posibilidad que enfurece al Frente para la Victoria porque supone que ni Cristina Fernández logrará reformar la Constitución Nacional para ambicionar a otro mandato consecutivo, ni podrá designar a su sucesor (que, obviamente, no sería Scioli).
 
Los Moyano concurrieron a la quinta del gobernador en la localidad de Villa La Ñata, en Tigre, para presenciar, desde las 11:30, un partido de Fútbol 5 entre el plantel del sindicato de Camioneros y el equipo que integra Scioli. Ganó el equipo de Scioli, 15 a 8. El dinero recaudado fue a beneficio de merenderos comunitarios.
 
"Gran parte del movimiento obrero lo va a apoyar si se candidatea", para 2015, reiteró Pablo Moyano, ratificando sus dichos del viernes 09/06 por radio. 
 
Antes de ir con su padre hasta La Ñata, Pablo agregó: "Siempre hemos tenido una muy buena relación con el compañero Scioli". 
 
"Cristina se alejó del movimiento obrero. En el gobierno del compañero Néstor Kirchner, se dieron respuestas a varios reclamos de los trabajadores", agregó Pablo Moyano.
 
¿Qué diría Cristina Fernández? ¿Cómo sería su encuentro con Scioli? Si bien el gobernador ni siquiera estuvo presente cuando Pablo Moyano habló, en el Frente para la Victoria se insistió con la idea de que él lidera una conspiración contra Cristina, algo que siempre niega Scioli.
 
Sin embargo, por la internación de Máximo Kirchner, que llevó a su madre, la Presidente de la Nación, a instalarse en el Hospital Austral, de Pilar, donde transcurre la internación, se dispuso suspender su asistencia al acto en Morón.
 
A propósito de la situación en la política bonaerense, interesante un fragmento de Marisa Álvarez, el domingo 10/06 en el diario platense El Día:
 
"(...) A Mariotto le cuestionan, según los trascendidos, un “estilo” contraproducente para llevar adelante la embestida sobre Scioli. Y con Ottavis hay por estos días un fuerte enojo por el escandalete de los mensajes de texto que intercambió con su tropa legislativa hablando de presuntos sobornos a diputados de la oposición.
 
En rigor, esos enojos están atados a las propias internas del ultrakirchnerismo, tan inadvertidas en la superficie como profundas y duras.
 
Ottavis, por caso, está enfrentado en la creciente puja intestina de La Cámpora con el Cuervo Larroque, que tiene mayor acceso directo a Cristina.
 
En el caso de Mariotto, básicamente es la falta de “resultados” de sus embestidas -si de la imagen de Scioli y de “consecuencias” institucionales y políticas de las movidas se trata- lo que ha llevado a revisar el “estilo” del Vicegobernador y descubrir que no gusta.
 
Pero que los coroneles atraviesen una etapa de decaimiento y no haya escaramuzas cotidianas como había, no significa que no haya guerra. De hecho, fue la propia Cristina -luego replicada por su ministra Nilda Garré- quien salió esta semana a reclamarle públicamente a Scioli medidas contra policías que, presuntamente, mantuvieron una actitud pasiva cuando un grupo agredió a periodistas de medios oficialistas durante una protesta vecinal en tierra enemiga: el municipio de Malvinas, gobernado por el peronista disidente Jesús Cariglino.
 
El reclamo de la Presidenta, por lo demás, le dio aire a una movida organizada por el Movimiento Evita y sectores de La Cámpora, que marcharon para pedir justicia por el crimen cometido por un policía en Burzaco, sur del Conurbano, en la que quedó claro que, crecientemente, la dirigencia ultra K apunta a las autoridades políticas por las irregularidades -y los delitos- de miembros de la fuerza de seguridad. Un “aire” que empujó también un nuevo pedido de informes de los senadores kirchneristas a Scioli, ahora por el episodio al que se refirió la Presidenta, aún cuando el gobierno provincial haya abierto ya una investigación sobre el tema.
 
De este modo, con eje en la Seguridad, las tensiones políticas con derivaciones institucionales no ceden en el oficialismo, mientras el peronismo bonaerense -alineado con la Rosada pero menospreciado por los mejores amigos de la Casa- observa atentamente las “patinadas” del gobierno nacional y los movimientos de hombres y roles.
 
De hecho, seguramente no será totalmente inocuo para el oficialismo bonaerense el flamante pasaje, del virtual destierro al primer plano, del ministro del Interior.
 
Profundo conocedor de la Provincia, aún controvertido y discutido por muchos referentes territoriales -así como jefe de otros-, Florencio Randazzo incomoda, con su ascenso, mucho más al hiperkirchnerismo con pretensiones de futuro en la Provincia que a la dirigencia bonaerense con la que ha protagonizado tantas peleas como movidas compartidas. (...)".

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