COMPLICADA 1RA. SEMANA DE JULIO

Kirchnerismo suicida se ilusiona con, finalmente, liquidar a Scioli

El kirchnerismo cristinista cree que haber cumplido con la ilusión del kirchnerismo nestorista: acaba con Daniel Scioli. No ha reparado en las consecuencias, un déficit ya habitual en el Frente para la Victoria.

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Los gremios bonaerenses discuten cómo darán pelea por el cobro del medio sueldo anual complementario. Sindicalistas de los gremios docentes y estatales definen las distintas modalidades de protesta en rechazo del pago en cuotas del aguinaldo en 4 cuotas que se abonarán en julio, agosto, septiembre y octubre, ante la falta de fondos para atender esa obligación salarial.
 
La Provincia necesitaba una asistencia financiera de $ 2.200 millones para atender esa erogación, pero la Nación se comprometió a girar sólo $ 1.000 millones, y los estatales nucleados en Fegeppba se declararon en estado de alerta y movilización y evalúan la concreción de un paro para el viernes en caso de que no sean recibidos por el gobernador Daniel Scioli.
 
Los docentes del Frente Gremial irán al paro el viernes 06/07.
 
Los sectores nucleados en la CTA de la Provincia -los maestros de Suteba, ATE, judiciales y médicos de hospitales-, irán el miércoles 04/07 a un paro con movilización.
 
Los estatales de UPCN definirán sus próximas acciones el martes 03/07.
 
Fegeppba, que nuclea a diversos sindicatos como Aeri, Salud Pública, Apoc y Obras Sanitarias, entre otros, exigieron que los reciba el gobernador Daniel Scioli, el viernes 06/07 a más tardar, y criticaron la puja política entre la Provincia y el Ejecutivo nacional: “Condenamos las motivaciones de índole político que derivaron en este verdadero atropello hacia los trabajadores, rehenes de estas estériles y perjudiciales disputas partidarias”.
 
El ministro de Infraestructura Alejandro Arlía, puso el pecho: “Esas 4 cuotas nos van a permitir asegurar el pago, en tiempo y forma, de los próximos meses. La disyuntiva era, o pagábamos el aguinaldo y poníamos en riesgo el pago de los salarios de los próximos meses, o dividíamos en cuatro partes el pago del aguinaldo. Así aseguramos el pago a los trabajadores en tiempo y forma los próximos meses. O pagamos los aguinaldos y no pagamos los sueldos de agosto, o pagamos los sueldos en tiempo y forma y dividimos el aguinaldo. Y tomamos la decisión de pagar los sueldos todos los meses”.
 
La semana comienza agitada. El kirchnerismo cristinista cree que haber cumplido con la ilusión del kirchnerismo nestorista: acaba con Daniel Scioli. 
 
Luego, la realidad, que parece tan secundaria como imposible de resolver: el dinero escasea más allá de Scioli. Pero no parece importante.
 
Liquidar a Scioli creen ellos ayuda al resolver el enigma 2015, a quitarle un aliado posible a Hugo Moyano y a Grupo Clarín. En nombre del peligro destituyente es legítima destrozar al adversario. Pero ¿Scioli es un adversario? El kirchnerismo no resiste el archivo: Scioli es kirchnerismo moderado.
 
Torpes, los ladriprogresistas pretenden desconocer que los problemas de provincia de Buenos Aires pueden complicar al Ejecutivo Nacional, y ayudar a agrupar a varios gobernadores en el reclamo a Cristina Fernández de Kirchner.
 
La estabilidad política que creen asegurada podría mutar en inestabilidad social. Eso sí que sería complicado. Pero, desde hace tiempo, el kirchnerismo fracasa en su análisis de la realidad.
 
Aqui algunos apuntes para la semana que comienza:
 
José Picon escribió en el El Día, de la capital bonaerense La Plata, nudo del debate provincial por estas horas. Obsérvese una curiosidad: de acuerdo a él, Scioli mantiene su decisión de no confrontar:
 
"Habría que remontarse varias décadas para rastrear una situación similar. Ni siquiera ocurrió en plena crisis de 2001, cuando la Argentina naufragaba y la provincia de Buenos Aires la acompañaba en ese destino trágico. La decisión del gobierno bonaerense de pagar en cuotas el aguinaldo es un hecho que quedará grabado en la memoria y que desnuda, además de la crónica y deficitaria situación financiera del principal distrito del país, un quiebre en la desgastada relación política de Daniel Scioli con la Casa Rosada.
 
(...) “Han roto un acuerdo histórico por el que la Nación va en ayuda de la Provincia para cumplir con el cronograma salarial”, era la queja que se escuchaba en encumbrados despachos de la Gobernación. “Ocurrió con Duhalde, con Ruckauf y con Solá. También con nosotros en los primeros cuatro años de gestión”, agregaban.
 
Pero el quiebre que se produjo con el anuncio del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, la semana pasada, fue el corolario de un proceso que había arrancado en enero. Quienes manejan los números de la Provincia aseguran que el año pasado llegaron a las arcas bonaerenses alrededor de $ 800 millones por mes. Y en lo que va del año, contabilizando el auxilio de $ 1.000 millones que acaba de anunciarse, el total de lo ingresado es de apenas $ 1.600 millones.
 
¿Es el retaceo de fondos nacionales el único elemento que contribuyó a que Scioli debiera postergar el pago del aguinaldo? En esa decisión habría que anotar además cuestiones vinculadas a la propia administración provincial.
 
La Provincia tenía prevista la emisión de un bono en el exterior por US$ 1.000 millones que se vio impedida de concretar producto de la crisis europea que disparó las tasas de interés que los mercados piden por estos préstamos.
 
Esa ingeniería financiera que se volvió impracticable por el momento, terminó ahondando la falta de recursos y puso en tela de juicio el diagnóstico realizado por algunos miembros del gabinete provincial cuando se trazó el Presupuesto 2012 y los problemas en Europa ya estaban en escena. Dicen que Scioli estaría molesto con ese error de proyección que le agregó a la Provincia una mayor dosis de dependencia del poder central.
 
Aún en ese escenario de rispideces, Scioli bajó la orden a su equipo: no confrontar directamente con la Presidenta. Lógico: necesita cerca de $ 400 millones por mes para pagar sueldos de acá a fin de año.
 
Sí, en cambio, se montará una estrategia defensiva consistente en exhibir los números de la Provincia en busca de demostrar que el pago diferido del aguinaldo no respondería a un problema de gestión como planteó la propia Cristina Kirchner, sino a la pérdida histórica de fondos que soporta el distrito.
 
Vamos a marcar diferencias pero recordando que estamos dentro del proyecto nacional”, dicen en el sciolismo. Esa estrategia terminó desautorizando una movida en ciernes: la posible ruptura del bloque de senadores bonaerenses que piloteaba un sector de La Juan Domingo como respuesta a los embates al gobierno del vicegobernador Mariotto. (...)."
 
 
Eduardo van der Kooy en el diario Clarín, acerca Cristina, y sus diferencias con Daniel Scioli. Obsérvese la diferente entre el columnista de Clarín con el anterior de El Día: van der Kooy desliza los consejos al gobernador para que confronte con Cristina:
 
"(...) La Presidenta dijo que “hay que tener administración y gestionar, poner la cara como lo hice todos los días de mi vida”.
 
El reproche de la cara no cabría para Scioli, habituado a desfilar por las calles, las fiestas y los medios. Pero valdría preguntarse qué significaría tener administración.
 
¿Pasar de un envidiable superávit fiscal a un déficit? ¿Extraviar también el superávit de la balanza comercial? ¿Transitar de un tipo de cambio administrado al corsé y la arbitrariedad del cepo? ¿Enmascarar con el INdEC una inflación que causa enormes daños al sistema productivo y a los salarios? Los problemas económicos detonan, sin dudas, los trastornos políticos. Le ocurrió a Cristina cuando fue el conflicto con el campo en el 2008. Amaneció entonces una oposición emparchada que le ganó la elección legislativa. Le sucede ahora también con Moyano y con Scioli convertidos, por obra del vacío político, en amenazas para la sucesión presidencial. La irresolución de esa herencia agita los miedos y los fantasmas en el kirchnerismo.
 
Aquellos supuestos enemigos de Cristina tienen también sus límites y debilidades . Scioli no desea ninguna guerra pero el kirchnerismo lo empuja a la batalla. La Presidenta le había prometido una ayuda financiera para abonar los sueldos y el aguinaldo en Buenos Aires. Se la está dando en cuotas. El gobernador resolvió desdoblar el pago del aguinaldo. Los gremios estatales harán paros esta semana. Scioli les había pedido paciencia. Su papel de mendicante parece estar llegando a un límite.
 
Al menos se habría terminado de convencer de una cosa. Que los buenos modales de Cristina, cuando se encuentran a solas, son sólo eso. Después, vive con un temblor bajo sus pies. Sufre el hostigamiento del vicegobernador Gabriel Mariotto, de La Cámpora y de la Legislatura. Apenas van siete meses de su segundo mandato.
 
Si seguís así, te barrerán de la provincia” , le advirtió uno de sus principales consejeros.
 
Un mensaje similar le llegó a Scioli desde las filas de Moyano. El líder camionero se animó a desafiar a la Presidenta, pero para continuar en esa ruta necesitaría de algún anclaje en la política. (...)".
 
 
Carlos Pagni, en el diario La Nación, acerca de un tema que deslizó el canciller Héctor Timerman durante la cumbre del Mercosur: las conspiraciones posibles contra Cristina Fernández, quien intensamente desea algun complot que le permita zafar de la coyuntura tan adversa desde lo político-económico. ¡¡Y ese maldito complot no termina de producirse nunca...!!!
 
"(...) Quedó al desnudo otra proyección de la intimidad sobre el ágora: cuanto más numerosas son las dificultades, más intensas se vuelven las fantasías persecutorias.
 
Cristina Kirchner organiza su política alrededor de un supuesto principal: hay un enemigo. Ese enemigo está oculto y, en su racionalidad ilimitada, es capaz de orquestar operaciones en los más diversos planos. La candidatura de Scioli, el paro de Moyano, la toma de Cerro Dragón, la presión sobre el dólar y la caída de Lugo, por ejemplo, pueden ser parte de una misma trama.
 
La creencia en ese complot incesante no sólo condiciona la interpretación de los fenómenos. También impone un método. La información debe estar rodeada de secreto por temor a que una filtración dé ventaja al adversario. Las novedades siempre corroboran las hipótesis preexistentes, sobre todo porque los informantes adecuan sus explicaciones a los presentimientos de su jefa. De los colaboradores se aprecia casi sólo la lealtad, que es puesta a prueba con pequeñas humillaciones. Por las dudas, cada actor tiene un segundo que lo vigila: Lorenzino a Kicillof; De Vido a Moreno; Garré a Berni; Alak a Julián Alvarez; Puricelli a Forti, y, por supuesto, Scioli a Mariotto. El poder siempre está en guerra y quien propone un acuerdo es el traidor (Cfr. El padrino I).
 
A partir de esta visión la señora de Kirchner aborda sus dos desafíos más complejos: el ajuste económico y la sucesión presidencial.
 
Convencida de que no hay dinámica que consiga sustraerse a la voluntad de la política, donde otros ven desequilibrios que son el resultado de procesos impersonales, Cristina Kirchner ve conspiraciones. Detrás de la fuga hacia el dólar primero estuvo Jorge Brito, y después se sumaron los medios; la insuficiencia energética no se debe a que los precios son insostenibles, sino a la perversidad de los accionistas de YPF; la inflación es culpa de empresarios insaciables, no de una macroeconomía cortoplacista; y la Argentina es sancionada en su comercio por las maquinaciones de los fondos buitre. Si hay algo que es imposible de comprender con la lupa de este reduccionismo político es el funcionamiento de los mercados. (...)"
 
 
Eugenio Paillet en La Nueva Provincia, de la también bonaerense Bahía Blanca, y escribió acerca de los nuevos choques que vendrán entre Hugo Moyano y Cristina Fernández, porque no es un pleito terminado:
 
"(...) Moyano reflotó, por esas horas, al pie del palco levantado de espaldas a la Casa Rosada, la historia no oficial que responsabiliza a los Kirchner de haberse enriquecido mediante la compra a precios de usura de esas propiedades. Pero después no se animó a hacer lo mismo delante del micrófono y de los miles de manifestantes que lo escuchaban. Lo sugirió con esa frase enigmática, casi como el que tira la piedra y esconde la mano. Dicen que lo embargaba el rencor hacia la presidenta y su séquito de especialistas en operaciones non sanctas , que, antes del acto en la plaza, hicieron correr generosamente la versión sobre el pasado violento del camionero, y la acusación de que, desde la derecha peronista de aquellos años oscuros, integraba grupos que "salían a cazar zurdos".
 
"Eso --la referencia a la 1.050-- es lo que más la lastimó", contó Zannini en su despacho, la mañana siguiente del paro y concentración de camioneros, mientras analizaba los posibles escenarios que se abren a partir de ahora. "No hay retorno, de esos agravios no se vuelve", insistió el poderoso secretario de Legal y Técnica, tras considerar, como casi toda la primera línea del gobierno, como "un fracaso" la movilización a la plaza. (...)
 
Terminó el diálogo con dos frases que encierran su propio análisis, pero también el de buena parte del gobierno, empezando tal vez por la propia presidenta: "Moyano no nos tensa la piola; eso ha quedado demostrado". Y la siguiente: "Se ha convertido en un antigobierno total, después de las barbaridades que dijo".
 
A la primera aseveración, habría que decir que está por verse. El camionero tuvo, por única vez, la inteligencia de un político y no el atropello de un sindicalista tradicional, para presentarse en la plaza como el vocero de un reclamo que, ya se ha dicho, no es sólo de los camioneros. Ni siquiera de los gremios. Hay toda una sociedad anclada en la clase media que pena, mes tras mes, por el descuento del impuesto a las Ganancias, mientras el gobierno insiste en negar la inflación y ata ese enojoso tributo a las groseras mediciones del INdEC.
 
Deberían tomar nota, Zannini y el resto de los estrategas oficiales, de un dato que han reflejado las encuestas del más variado tono: Moyano era casi un impresentable social, hasta no hace mucho tiempo. Pero los sondeos captaron una mejora en sus niveles de imagen desde que enfrentó a Cristina Fernández, poco después de aquel primer y combativo acto por el Día del Camionero, en el estadio del club Huracán, el 15 de diciembre de 2011. El propio Moyano se jactó, hace un par de semanas, de ese cambio, mientras machacaba en los medios para que la presidenta escuche, no ya su reclamo, sino el de los trabajadores: "Ahora que me peleo con la Presidenta, me han vuelto a ver alto, rubio y de ojos celestes", dijo, entre risas.
 
También deberían tomar nota los funcionarios nacionales de un hecho que resaltaban importantes dirigentes sindicales cercanos a Moyano, después del acto en Plaza de Mayo. Dicen que el dirigente se bajó de ese palco convencido de que ha quedado demostrado que es el único peronista capaz de enfrentarse al gobierno. (...)"
 
 
Néstor Scibona, en el diario La Nación, acerca de problemas crecientes que tiene, sin resolver, Cristina Fernández, más allá de la política:
 
"(...) Hasta ahora se creía que subestimar la inflación y sus consecuencias socioeconómicas era sólo el eje de una estrategia política para exaltar logros y minimizar problemas. Pero CFK introdujo una novedad cuando, por la cadena nacional, fustigó duramente los reclamos de Hugo Moyano por el impuesto a las ganancias. Allí utilizó argumentos que hacen suponer que también cree en su propio relato. De lo contrario, irían en contra de lo que suele pregonar. 
 
Por ejemplo, la Presidenta destacó que la Argentina tiene los salarios más altos de América latina. Domingo Cavallo podría haber dicho lo mismo en 2001. En ambos casos, esto es producto, en buena medida, del atraso cambiario frente a la inflación. 
 
También confió que en Europa se sorprendían por los acuerdos salariales superiores al 20% en paritarias. Es explicable: pocos países en el mundo -con la Argentina y Venezuela a la cabeza- sufren una tasa inflacionaria anual de esa magnitud
 
Es cierto que muchos trabajadores sindicalizados consiguieron en los últimos años aumentos nominales por encima de la inflación real, homologados por el Gobierno, que admite oficialmente menos del 10% anual. Pero también lo es que el poder adquisitivo se deteriora mes tras mes. 
 
No sólo porque los ajustes van detrás de las subas de precios, sino porque la desactualización de los mínimos no imponibles de Ganancias y también de Bienes Personales -con pagos anticipados a cuenta- eleva la presión tributaria sobre ingresos y patrimonios. Más grave aún es la situación de los trabajadores autónomos e independientes gravados por Ganancias, para quienes las deducciones no se ajustan desde hace más de diez años al igual que las escalas del impuesto, que alcanza también a unos 100.000 jubilados.
 
Para Cristina Kirchner, la cuarta categoría de Ganancias debería considerarse un impuesto a los altos ingresos, ya que incluye sólo al 19% de los asalariados que concentran el 41% de la masa salarial registrada. Esa proporción no era muy diferente en años anteriores, cuando el Gobierno fue ajustando anualmente el mínimo no imponible por encima de la inflación "oficial", excepto en la recesión de 2009
 
CFK dio a entender que este año podría ocurrir lo mismo debido al contexto externo. Pero la recesión europea y el menor crecimiento de la economía mundial afectan mucho menos a la Argentina que aquella crisis global, más grave y breve que la Gran Depresión de los años '30. En cambio, habría que atribuir a causas domésticas que, después de 9 años de crecimiento casi ininterrumpido a "tasas chinas" con aumentos espectaculares del gasto público, la distribución del ingreso haya mejorado tan poco que el 81% restante de los asalariados perciba menos de 6000 pesos mensuales (trabajadores solteros) o de 8000 (casados con familia tipo), que tampoco podrían considerarse precisamente altos ingresos.
 
Si el Gobierno cree realmente en su relato, habrá más problemas con las políticas públicas para atender a este último segmento. Las canastas básicas del INdEC marcan que una familia que percibe más de $ 1.500 mensuales no es considerada pobre. Y el plan de créditos subsidiados anunciado para los jubilados no oculta que más del 75% percibe el haber mínimo de $ 1.693 mensuales. La Presidenta mencionó, casi al pasar, que el 32% de los trabajadores está en negro; pero no insinuó una baja del costo laboral que permita reducir ese problema estructural. A cambio, destacó que 3,8 millones de niños y jóvenes, hijos de desocupados y trabajadores informales, perciben la Asignación Universal por Hijo ($ 270 mensuales), cuyo último ajuste fue en septiembre de 2011 y desde entonces perdió más del 15% de poder adquisitivo real. (...)".

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