VIOLENCIA SIN FINAL

Afganistán es un valle de sangre

Al menos 17 personas han muerto este sábado 14/07, entre ellas un "señor de la guerra" afgano, y decenas resultaron heridas en el peor ataque suicida de los últimos meses en Afganistán, cometido durante una boda en el norte del país. También asesinaron a la ministra de Asuntos Femeninos, luego de una manifestación de mujeres.

 

Ahmad Khan Samangani, "señor de la guerra" afgano, quien ademá era parlamentario nacional y ofrecía una recepción por la boda de su hija a la que había invitado a un nutrido grupo de cargos y funcionarios del norte afgano, murió en un ataque suicida durante el casamiento de una hija suya. 
 
"El suicida abrazó a Ahmad Khan Samangani e hizo estallar su chaleco explosivo", ha dijo una fuente policial en la zona.
 
El ataque ocurrió a las 07:30 hora local en el hotel Qasre Almas, de la ciudad de Aybak, capital de la provincia de Samangan, un enclave relativamente tranquilo, feudo político de Ahmad Khan.
 
El suicida, de acuerdo con esa fuente, se hizo estallar en el salón de bodas, donde estaban presentes el comandante del Ejército, Sayed Ahmad Samay -muerto o herido, según distintas fuentes-, y el jefe provincial de los servicios secretos, fallecido.
 
El portavoz policial de Samangan, Lal Mohammad Ahmadzai, afirmó que había 22 víctimas mortales y 42 heridos, la mayoría civiles, aunque el Gobierno afgano rebajó más tarde a 17 el número de fallecidos en el comunicado presidencial de condena.
 
El presidente afgano, Hamid Karzai, ha anuncido, en un comunicado, la apertura de una investigación y atribuyó lo sucedido a los "enemigos de Afganistán", el eufemismo que emplean las autoridades afganas para referirse a los insurgentes talibanes.
 
Aunque éstos han recurrido con frecuencia a los atentados suicidas para eliminar a sus oponentes políticos y los representantes del Estado, las milicias se negaron a atribuirse el ataque y dijeron estar investigándolo.
 
"Me he puesto en contacto con nuestros muyaidines en Aybak y hasta ahora no estamos seguros de la autoría, así que no podemos responsabilizarnos del ataque", ha explicado desde un lugar no especificado el portavoz talibán Zabiulá Muyahid.
 
"Ahmad Khan era una figura influyente en el norte del país y no hay duda de que tenía muchos enemigos, así que puede tratarse de un caso de hostilidad personal", añadió Muyahid.
 
Ahmad Khan era de la minoría étnica uzbeca, presente en el norte de Afganistán y tradicionalmente opuesta a los talibanes, que tienen sus simpatizantes entre los pastunes, del sur y el este del país.
 
Khan había luchado contra la invasión soviética en los '80, y contra el régimen talibán (1996-2001). Tras un período de alianza con el presidente afgano Hamid Karzai, él estaba alineado con Rashid Dostum, jefe de la minoría uzbeca.
 
Khan quedó fuera -por supuesto fraude- del Parlamento afgano tras las últimas elecciones, pero luego encabezó una campaña local de protesta contra su exclusión y la Comisión Electoral afgana decidió readmitirle, junto a otros 8 candidatos.
 
La lucha entre los talibanes y el Gobierno afgano oculta, a menudo, un conflicto en la arena local de la política afgana, donde los hombres fuertes rurales se enfrentan con virulencia e incluso usar alianzas nacionales para debilitarse mutuamente.
 
De todos modos, los talibanes han cometido ataques importantes contra algunos de los hombres fuertes del norte de Afganistán, como el general Daud Daud, jefe máximo de la Policía norteña y asesinado en un atentado suicida en mayo de 2011.
 
Precisamente, la jefa del Ministerio de Asuntos Femeninos y su marido murieron el viernes 13/07 al explotar una bomba que desconocidos colocaron en su auto. 
 
El atentado ocurrió cuando Hanifa Safi conducía por Mehtar Lam, capital de la provincia de Laghman, unos 150 kilómetros al este de Kabul. 
 
Safi era una defensora prominente de los derechos de las mujeres, y era conocida por llevar su cabeza descubierta, en claro desafío a los conservadores islámicos.
 
Los funcionarios en Afganistán son a menudo objetivo de ataques. Sin embargo, es menos frecuente que las víctimas sean mujeres. En el atentado también resultaron heridas otras 10 personas.
 
El asesinato ocurrió 2 días después de que un centenar de mujeres se manifestaran en las calles de Kabul para exigir al gobierno que haga más para proteger los derechos de la comunidad femenina y para protestar contra la reciente ejecución de una de ellas, de 22 años, acusada de adulterio, que causó indignación internacional.
 
En tanto, el presidente Karzai, hizo un nuevo llamamiento a los talibán para que abandonen las armas y ha solicitado a Mohamad Omar -más conocido como mulá Omar-, líder de los talibán en Afganistán y jefe del Emirato Islámico de Afganistán entre 1996 y 2001, que abandone las armas y concurra a las elecciones presidenciales de forma pacífica.
 
"Renuevo mi oferta de conversaciones a todos los afganos, a todos aquellos que no sean marionetas de otros y que (solo) tengan problemas con nosotros a nivel interno", dijo Karzai. "El mulá Omar puede venir a Afganistán cuando quiera. Puede abrir una oficina política, pero ha de abandonar las armas", según ha informado la agencia de noticias afgana Pajhwok.
 
"Si los talibán matan a personal de seguridad afgano o a niños, si queman escuelas para complacer a los extranjeros, continuaremos la guerra contra ellos durante siglos", ha advertido el Presidente afgano.
 
El norte de Afganistán, dominado por tayicos y uzbecos, ha sido habitualmente más tranquilo que los bastiones talibanes del sur y el este, donde hay una ofensiva bélica de primavera: una campaña de ataques suicidas, atentados y operaciones guerrilleras contra las fuerzas afganas y servicios de apoyo, y las tropas internacionales presentes en el país.
 
Su objetivo es derrocar al gobierno afgano para regresar un régimen fundamentalista y conseguir la salida inmediata de las tropas internacionales, en un proceso de repliegue que desearían concluir (sin resultados exitosos hasta ahora) en el año 2014.

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