LA RANCHERA QUE DESGARRA

Chavela Vargas en 6 canciones

Chavela Vargas, figura totémica de la canción popular mexicana que elevó el género de las rancheras a una dimensión universal, murió ayer en un hospital de Cuernavaca por las complicaciones de una bronconeumonía. Tenía 93 años y llevaba sobre su pecho el collar chamánico que sólo lucía en sus conciertos. “Silencio, silencio: a partir de hoy las amarguras volverán a ser amargas (...) se ha ido la gran dama Chavela Vargas”, publicó la cuenta oficial de la cantante en Twitter.

 

Mujer libre y aguerrida, Chavela Vargas mantuvo el espíritu de lucha hasta el final, en una agonía que duró más de una semana, y rechazó cualquier tratamiento para prolongar artificialmente su vida. “Ella quiso tener una muerte natural”, dijo el médico José Manuel Núñez, su médico de cabecera.
 
“Mala o buena, no me parezco a nadie. Ese es el éxito”, dijo en los días de su reaparición artística, a principios de los años 90, cuando regresó de un larguísimo abismo de alcohol para redimirse ante el gran público. Porque hasta su rescate, en el que el cineasta español Pedro Almodóvar actuó como demiurgo, Chavela Vargas fue una artista marginal, siempre a contracorriente, bregando en un mundo de hombres –el de la canción ranchera– que acabó rindiéndose a su deslumbrante singularidad.
 
Cuando empezó a cantar, a finales de los años '50, sorprendió por su actitud desafiante y su apuesta radical. “No sólo fue su apariencia la que se saltaba las reglas establecidas, sino que musicalmente prescindió del mariachi, con lo que eliminó de las rancheras su carácter de fiesta y mostró al desnudo su profunda desolación”, observó una vez su amigo, el desaparecido ensayista Carlos Monsiváis.
 
Aqui 6 canciones:
 

 

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