SUBTERRÁNEOS

Cuando Macri necesitaría ser Scioli

La victimización salvó a Daniel Scioli: encuestas que demostraban que Cristina perdía más imagen positiva que él con el conflicto por el dinero para pagar el aguinaldo de medio año. Mauricio Macri se pregunta si podrá imitar al gobernador bonaerense que tuvo su origen político en la ciudad porteña.

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Mauricio Macri apuesta a la victimización para detener el vendaval de Cristina Fernández:
 
> quita de recursos al Banco Ciudad,
 
> problemas con el territorio para la deposición de residuos,
 
> transferencia de la red de trenes subterráneos.
 
Pero Ciudad de Buenos Aires no es provincia de Buenos Aires.
 
Cristina Fernández sabe que el Frente para la Victoria no ganará el comicio porteño de 2013 ni el de 2015. Los Kirchner solo triunfaron en 2003, apoyando a Aníbal Ibarra, y con la ayuda de Elisa Carrió. Eso diluye la importancia de la Ciudad en el universo del kirchnerismo cristinista. Tambén estimula el despecho y el castigo a los porteños.
 
Hoy día el Frente para la Victoria ya es mala palabra en la Ciudad. Y con sus recientes movimientos de traición a los porteños peor.
 
Además, carece de candidatos. Daniel Filmus está incinerado en vida. El millonario comunista Carlos Heller es intragable para los electores. El ex menemista Carlos Tomada no ' moja' en las encuestas. Roberto Feletti no existe, es una alucinación.
 
En cambio a Cristina sí le importa mucho el Gran Buenos Aires. Esa es la clave del Frente para la Victoria, que quiere permanecer for ever. Que su imagen cayera más que la de Scioli, facilitó la estrategia de victimización del gobernador aunque Cristina apuesta a que el ajuste que él tendrá que hacer... provocará muchas otras novedades complicadas para el ex vicepresidente de la Nación.
 
Luego, Scioli tiene una cultura de victimización, probablemente a partir del accidente que le quitó un brazo y acabó con su carrera deportiva.
 
Macri tendrá que encontrarle la vuelta a su estrategia mediática.
 
Conclusiones
 
Macri decidió hablar. Explotó ante los micrófonos, y es posible alcanzar algunas conclusiones.
 
1. El jefe de Gobierno porteño hizo una clarísima apuesta a la Unión Tranviarios Automotor (UTA) como el sindicato en el que deben encuadrarse los trabajadores de Subterráneos de Buenos Aires cuando la Ciudad se haga cargo del servicio, algo que ocurrirá alguna vez.
 
2. No hay relación posible entre los llamados "metrodelegados", o sea el grupo cargado de ideología de izquierda, y la Administración Macri. En verdad, tampoco hay relación posible entre los "metrodelegados" y el concesionario Metrovías. Ni entre los "metrodelegados" y el Ministerio de Trabajo de la Nación. Pero por diferentes motivos, nadie decidió enfrentarlos hasta ahora. "Los metrodelegados paran y no tienen representación gremial. La UTA dice ' si ustedes no arreglan conmigo vamos al paro' , y están con ese jueguito. Esto pasa porque el gobierno nacional le dio espacio a una representación no formal, pero cuando uno escarba, Néstor Segovia milita con Luis D'Elía y otros metrodelegados militan con La Cámpora ", dijo Macri. De ahí ya no se vuelve.
 
3. No hay continuidad posible del concesionario Metrovías en los subtes. No se trata de la habitual mala relación entre Macri y Aldo Roggio. Ahora, se ha instalado algo que ya se sabía pero no aparecía en los medios: que el servicio brindado por Roggio en la Ciudad es tan malo como el que que ofreció Claudio Cirigliano en la ex Trenes de Buenos Aires. Mucho tendrá que trabajar Ferrovías en las líneas que comparte con Metrovías y que fueron de TBA para que no vuelva a ocurrir un accidente como días atrás en el tren de Retiro a José León Suárez.
 
4. Desde hace algunas semanas el canal de TV de la BBC en español ofrece una serie de documentales titulados Underground, sobre la red de subterráneos londinenses, y el contraste con la realidad porteña es terrible porque alguna vez gozaron de calidad similar. Los subtes reflejan el deterioro argentino y alguna vez el peronismo tendrá que revisar toda su teoría sobre la estatización de Juan Perón...
 
5. Hay que reordenar todo el sistema del transporte público subterráneo pero para eso se precisan recursos. Y es difícil conseguirlos en la Argentina presente, aislada de los mercados financieros globales, en la que el único prestamista es la Nación -con condiciones politizadas y plazos demasiado breves para lo que exigen esas obras, además de recursos escasos porque ni siquiera puede invertir lo que precisa YPF-. El ministro Florencio Randazzo pretende que el desfinanciamiento del servicio de subterráneos lo pague la Ciudad porque, explicó, la Ley 23.514 autoriza a la Ciudad a aplicar una tasa para el financiamiento de la red de subterráneos con la que recauda $ 270 millones por mes. "Deberíamos preguntarle a Macri qué hizo con esa plata durante todos estos años", acotó. En cualquier caso, con ese dinero no se hace nada ante la magnitud de lo que debe emprenderse.
 
6. Macri, por todo eso, insistirá en su apuesta al sistema de transporte en superficie que funciona en la avenida Juan B. Justo. Ya está en estudios el que correrá por toda la avenida 9 de Julio, y así continuará escalando, para alegría de UTA.
 
Mientras tanto, en la coyuntura, queda la duda: ¿podrá Macri imitar a Scioli y presentar números confiables de que Cristina está perdiendo más? En cualquier caso, eso no le resuelve su angustia a los usuarios del tren subterráneo. Pero a Macri podría conseguirle una tregua.

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