ESTELAS QUÍMICAS

Activismo anti chemtrails crece en Rosario

Las estelas químicas que dejan aviones sin matrícula sobre los cielos de aglomeraciones urbanas en todo el país, ha generado en Rosario un movimiento ciudadano que podría expandirse rapidamente. LOs activistas rosarinos exigen a las autoridades que den explicaciones acerca de las estelas dejadas por los aviones que, se especula, tienen que ver con proyectos no declarados de modificación climática o con el rociamiento de sustancias tóxicas sobre la población.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - La crónica pertenece al diario La Capital, de Rosario, y se hace eco de una singular protesta ciudadana que tiene que ver con un tema que Urgente24 ha ido denunciando a lo largo de estos años: los chemtrails, o estelas químicas rociadas desde aviones con fines desconocidos.

"¿Observó el cielo? ¿Se dio cuenta de que casi todos los días aviones dejan estelas nubosas?". Los interrogantes impresos en uno de los volantes repartidos por un foro de vecinos autoconvocados sorprendieron a los que ayer se toparon con la primera manifestación realizada en el país contra los llamados "chemtrails" (estelas de sustancias tóxicas), que, según denunciaron los organizadores de la movida, "son esparcidas en chorros blancos".
 
Pero, ¿qué son realmente esas líneas blancas en el cielo? ¿Una simple condensación de las turbinas? ¿Un plan macabro para contaminar a los rosarinos con agentes patógenos o la manipulación del clima a través de esos vuelos?. Las respuestas a esas preguntas surgieron de la marcha que unió la plaza Pringles con el Palacio de los Leones para exigir la inmediata intervención de las autoridades. En concreto, el foro de vecinos exigió una intervención urgente del municipio y "el cese de los vuelos sobre Rosario".
 
La inédita marcha buscó instalar en la agenda una posible invasión de agentes externos para contaminar el cielo y dañar la salud de la población.
 
"Chemtrail" es la abreviatura en inglés de estela química y el término usado por los que adhieren a una teoría conspirativa internacional. En ese sentido, el foro de vecinos respaldó sus sospechas con videos, fotos y documentación que dejaron en la Intendencia.
 
Pero lo visible sobre el cielo azul podría ser una estela de condensación que dejan los aviones o lo que Teresa Wiaggio describió a La Capital: "Somos pobres vecinos y estamos todos enfermos de bronquiolitis y alergias. Nos están polucionando".
 
A su turno, Gabriel Viero recordó que "desde 2007 aparecen aviones de dudosa procedencia volando a alturas importantes y generando estelas de condensación anormales, produciendo nubes muy densas que se van precipitando y que contienen sustancias tóxicas".
 
En esa línea, el hombre advirtió que "está comprobado y son aeronaves que no tienen matrícula".
 
Wiaggio ("un ama de casa que cocina, pero que se informa") alertó acerca de que "en el aeropuerto de Fisherton no hay poder de derribo y los cielos están abiertos, pueden hacer lo que quieran".
 
"Tenemos tres frascos con lo que tiran, pero la gente no lo sabe porque mira para abajo pensando en el dólar y en Marcelo Tinelli", señaló la mujer.
 
Según Viero, en un día habrían registrado 21 vuelos durante 15 minutos en el Gran Rosario.
 
La situación ha generado cierto debate en Internet, donde algunos señalan que la protesta de los activistas pone en ridículo a la ciudad, aunque esto no representa un impedimento para los manifestantes, que ya se han presentado frente a las autoridades para reclamar explicaciones.
 
Y las explicaciones, a pesar de todo, nunca llegan.
 
Mucho se dice acerca de esas marcas que dejan aviones en los cielos: la primera explicación que se da es que esas marcas blancas son vapor que sale de las turbinas, que mezclado con el aire frío en las alturas, se vuelve visible como una nube angosta y alargada. Esa estela es conocida como "contrail" (estela de condensación).
 
Sin embargo, hay estelas que permanecen en los cielos por mucho tiempo (llegan a durar horas en el cielo) y se repiten en diferentes partes del país. Esos son los chemtrails, cualquiera que mire el cielo seguido puede comenzar a distinguirlos de los contrails sin problemas.
 
En Tandil, el día de ayer se registraron al menos 7 estelas durante todo el día. En Capilla del Monte, Córdoba, es habitual ver esas estelas corriendo de este a oeste sobre la zona de La Falda y Villa Giardino. La misma secuencia se repite en grandes ciudades como Rosario y Buenos Aires, aunque la gente parece no advertir nada de todo eso.
 
Sin ningún tipo de explicación oficial, las especulaciones acerca de los chemtrails abundan: algunos sostienen que se trata de un proyecto mundial para paliar el cambio climático; otros aseguran que ese proyecto es para simular el cambio. Hay quienes sostienen que el rociamiento es directamente veneno que gradualmente podría reducir la población y algunos hablan de un proyecto de modificación genética de la humanidad. Ya sean más o menos descabelladas, las hipótesis en realidad reflejan una simple cuestión: el fenómeno es real y las autoridades se niegan sistematicamente a dar explicaciones al respecto.
 
La Dra. Hildegarde Staninger, experta en toxicología industrial, ha relacionado el nuevo y misterioso síndrome “Morgellons”, -que crece en 1.000 nuevos afectados diarios-, con los chemtrails. Después de los análisis pertinentes, afirma con rotundidad que la composición de las fibras encontradas debajo de la piel de estos enfermos (poliéster, silicio…) es idéntica a algunas de las que fueron lanzadas desde los chemtrails.
 
En este contexto, la protesta en Rosario representa una punta de lanza que podría abrir el camino a más interrogantes acerca de qué es lo que se hace en los cielos de nuestro país.

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