MICHELLE BACHELET

A menudo, la centroizquierda no entiende a la clase media

EL 13/12/2005, Michelle Bachelet relanzó su campaña, apuntando a ganar la 2da. vuelta electoral que ocurrió el 15 /01/2006. La candidata, que había obtenido un 45,96%, en la 1ra. vuelta, estaba rodeada de líderes prominentes de la alianza conocida como Concertación Democrática (incluyendo a Patricio Aylwin y Eduardo Frei). En la 1ra. vuelta, Bachelet había prescindido de los partidos políticos, apostando a un triunfo por sí misma que no fue suficiente. Con todo, en la 2da. vuelta venció a Sebastián Piñera con un 53,50%. Sin duda que su Administración hubiese resultado diferente de ganar en 1ra. vuelta sin la Concertación que en 2da. vuelta con la Concertación. Pero no corresponde especular sobre lo que no sucedió. 7 años después de aquel evento -y radicada en USA, trabajando en ONU Mujeres- ella regresó a Santiago de Chile el 17/03/2013 para anunciar otra vez que es candidata, habló de construir una "nueva mayoría social" y apenas si mencionó 1 vez la palabra “Concertación”. Y fue autocrítica: “Hubo cosas que no hicimos del todo bien y reformas que quedaron sin hacer”. En el Centro Cívico Cultural de El Bosque, donde ella hablaba, no había ni un dirigente de ese conglomerado. Horas antes, cuando aterrizó en Pudahuel, solamente fue recibida por 2 alcaldes muy elegidos: Carolina Tohá, ex presidenta del PPD (Partido Por la Democracia); y el socialista Johnny Carrasco.

 

“No voy a hacer un programa entre cuatro paredes. Voy a proponer diálogos y encuentros, para que el programa de esta campaña tenga el sello de la ciudadanía. (...) Sabemos que hay un malestar ciudadano bastante transversal. Lo hemos visto en los estudiantes (...). Lo hemos visto también en una clase media que se siente excluida y desprotegida”, 
Michele Bachelet
17/03/2013,
El Bosque, Santiago de Chile.
 
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Según la Encuesta Casen (Ministerio de Desarrollo Soial de Chile), las políticas económicas y sociales aplicadas en las últimas 2 décadas en Chile han logrado reducir la pobreza en Chile a menos de la mitad. Si en 1990 los pobres alcanzaban al 38,6% de la población (13% en extrema pobreza), en 2009 esta cifra cayó a 15,1% (3,7% en extrema pobreza), y a 14,4% y 2,8%, respectivamente, en 2011. La clase media representa a casi la mitad de la población, es más fiscalizadora de los funcionarios y se rebela ante los abusos. 
 
En Chile hay malestar. No solamente se trata de jóvenes estudiantes secundarios protestando por una educación pública gratuita de mayor calidad. La cuestión es más amplia, y tiene que ver con la desigualdad económico-cultural en una sociedad que no tiene la movilidad social que ambicionan muchos de sus integrantes.
 
¿Hay una porción de la sociedad chilena que es bien diferente del resto pero, aunque minoritaria, condiciona al resto?
 
Sin duda es un tema para debate.
 
Por ejemplo, ¿qué lleva a jóvenes encapuchados, mucho de ellos menores de edad, a buscar enfrentarse con las fuerzas de Carabineros? (tal como acaba de ocurrir en el Día del Joven Combatiente: Fuerzas Especiales respondiendo ataques con el carro lanzaaguas, bombas lacrimógenas y balines de goma..., apedreos a la locomoción colectiva y vehículos particulares... numerosas barricadas y bombas mólotov...). 
 
Es cierto que una situación similar puede suceder también en la Argentina de Quebracho y otras fuerzas similares, pero existe un escenario de condescendencia estatal hacia cualquier estropicio disfrazado de reclamo social. Pero ¿y Chile? ¿Al igual que la Argentina resulta una sociedad con profundas fracturas sociales? No es la imagen del progreso armónico que muchos tienen del 'milagro chileno'.
 
 
"(...) “La enorme desigualdad en Chile -dijo la ex mandataria el miércoles- es el motivo principal del enojo”.
 
Cercanos a Bachelet aseguran que ella tiene un diagnóstico claro respecto del “malestar” que, a su juicio, afecta a buena parte del país. Durante 20 años, agregan en su entorno, los gobiernos de la Concertación se enfocaron en el combate a la pobreza, el tránsito democrático y en demostrar que el conglomerado podía garantizar la gobernabilidad. Pero eso, considera la ex mandataria, cambió. Y, como aseguró en su discurso de aceptación de candidatura, “estamos entrando en un nuevo ciclo político, económico y social”.
 
Este “fin de ciclo” está enfocado en el combate a la desigualdad, cuya principal expresión son las brechas en educación (tema que se inserta en su agenda a partir de las protestas estudiantiles). Esta nueva etapa estará centrada también en el control de los abusos, cuyo hito lo marcó el caso La Polar.
 
Estos conceptos, ampliamente expresados por Bachelet en el acto de El Bosque, representan un cambio importante respecto de lo que ella considera debe ser la prioridad de una eventual nueva administración.
 
En el bacheletismo no se olvidan de que la ex mandataria también fue blanco de críticas por el movimiento estudiantil y que su retrato, en octubre de 2011, apareció junto al de Ricardo Lagos bajo la pregunta “¿Dónde están?”.
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El suyo fue un gobierno de continuidad, el cuarto de la Concertación, que puso el eje en la protección social. Ahora su foco está puesto en la desigualdad, concepto acuñado hace meses por políticos influyentes y cercanos a la ex mandataria, como Camilo Escalona. (...)".
 
Bachelet sabe que Chile precisa de cambios y, posiblemente, cree que los dirigentes tradicionales de los partidos que integran la Concertación, o carecen de un diagnóstico adecuado de la situación o rechazan ejecutar las modificaciones propias que exigiría el abordaje diferente de la situación y sus respuestas posibles.
 
Bachelet dejó el poder en 2010 y hace 2 años y medio se marchó a Nueva York. Su único vínculo con los partidos de la Concertación fue su ex jefe de gabinete, el ingeniero Rodrigo Peñailillo. 
 
Pero la Concertación no pudo generar un candidato potente alternativo a Bachelet, y con el poder de las encuestas ella es su única opción, aunque es inevitable que haya problemas por la escasa relación entre la precandidata y la estructura política que debería representar. El ex senador Ricardo Núñez le lanzó: “El secretismo, si es por razones de seguridad y del buen manejo de su figura (...), me parece bien. Pero si el secretismo va a continuar luego de que regrese al país, creo que sería un gravísimo error”.
 
Pero hay una situación que justifica, explica y promueva la decisión de Bachelet. En mediciones realizadas entre noviembre de 2010 y diciembre de 2012, el CEP (Centro de Estudios Públicos) registró una caída en la evaluación de las instituciones: los partidos bajaron de 15% a 6% y el Congreso pasó de 28% a 15%.
 
Los movimientos estudiantiles han erosionado la credibilidad popular en las instituciones.Por eso ella habla de integrar una nueva mayoría social y política que trascienda la Concertación -que tiene una popularidad de 22%-, porque el riesgo enorme es ganar los comicios pero no conseguir gobernar el cambio indispensable.
 
Montes, F. Artaza y L. Concha escribieron en el diario La Tercera:
 
"(...) Bachelet, en el fondo, despliega una estrategia que recuerda la adoptada por Joaquín Lavín en su candidatura presidencial de 1999, frente a Ricardo Lagos: esconder a sus partidarios, alejarse de los políticos y mostrar un rostro ciudadano. (...)".
 
En la campaña electoral de 2005, Bachelet apuntó a que era hija de un general de la democracia. Pero en 2013 quiere identificarse con la clase media chilena: “Soy hija de El Bosque, mi casa todavía está en Los Morros”, dijo hablando... en El Bosque -comuna del Gran Santiago, emplazada en el sector sur de Santiago de Chile. Integra junto con las comunas de La Cisterna y San Ramón el Distrito Electoral N° 27, de la XIII Región Metropolitana de Santiago. La comuna es atravesada por la Gran Avenida José Miguel Carrera. Está ocupada en gran parte por la Base Aérea El Bosque-Escuela de Aviación Capitán Ávalos-. 
 
Según CEP, ella tiene 61% de gente “decidida a votar por ella” en el segmento bajo, y 51% en la clase media, que le concedió el triunfo a Piñera en 2010. Y la centroizquierda, cuya expresión político-electoral es la Concertación, tiene dificultades para interpretar y seducir a la clase media chilena.
 
Así se explica el enfoque de Bachelet.
 
Es evidente que Chile necesita una sucesión de reformas para continuar con su progreso. No solamente hay pendientes cuestiones sociales sino también hay que reenfocar cuestiones vinculadas al esquema de producción económica pero que tienen un previsible profundo impacto en lo económico-social.
 
 
"Chuquicamata, la mina a rajo abierto de cobre más grande del mundo, tuvo un mal desempeño en 2012. Por primera vez en sus 103 años de historia la división de Codelco registró pérdidas.
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Según los estados financieros que la minera estatal informó a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), en el ejercicio pasado Chuquicamata tuvo pérdidas por US$ 233 millones, que se comparan con las ganancias de US$ 247 millones que logró en 2011.
 
Un factor que explica el resultado negativo es la caída de casi US$ 1.000 millones que registraron los márgenes de Chuquicamata, como resultado de una menor producción, que mermó los ingresos.
 
En 2012, esta faena de la minera produjo 355.000 toneladas, es decir, 87 mil toneladas menos que en 2011. Con este resultado, Chuquicamata es la 3ra. división en términos productivos tras Radomiro Tomic y El Teniente. En 2011 estaba en 2do. lugar. En 2012, también anotaron pérdidas las operaciones de Salvador (US$ 98 millones) y de Ventanas (US$ 51 millones).
 
Altos ejecutivos de Codelco explicaron que Chuquicamata enfrenta problemas productivos estructurales.
 
Recuerdan que el yacimiento presenta una ley del mineral de 0,7% (porcentaje de cobre por cada 100 kilos de material que se extrae). Ese nivel es bajó respecto de los niveles sobre 1% que llegó a tener.
 
(...) “Hay que tener claro que Chuquicamata es una mina que está declinando su producción en el rajo y que a fines de la década será explotada en forma subterránea. Por este motivo, no se deberían ver los márgenes que se tenían en años anteriores”, indicaron las fuentes.
 
En Codelco, también indican que la pérdida final también está asociada a mayores gastos que se contabilizan por una sola vez y que no tienen relación con la operación. Hay US$ 200 millones adicionales de gastos asociados al plan de retiro de 2.150 trabajadores y otros US$ 300 millones que responden a los bonos que entregaron con motivo de la negociación colectiva.
 
Una versión distinta tienen en la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC). El Consejero Nacional de la entidad, Juan Olguín, indicó que detrás de las primeras pérdidas de Chuquicamata hay problemas de gestión y planificación.
 
Afirma, que no se han desarrollado en forma oportuna planes mineros que permitieran compensar la reducción de mineral y que desde hace varios años la estatal podría haber tratado de compensar la caída de producción de Chuquicamata impulsando otros yacimientos en la zona, como es Quetena. (...)".

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