LA POLÍTICA ECONÓMICA CORRERÁ DETRÁS DE LOS ACONTECIMIENTOS

El modelo llegará destartalado... a menos que una chispa encienda el fuego

Hasta octubre próximo, y aunque “destartalado”, el modelo se las va arreglar, el dilema es qué ocurrirá en “el futuro”… En un informe de ‘M&S Consultores´, Carlos Melconian y Rodolfo Santangelo, anticipan el deterioro que se viene pero también sostienen que decir que “el modelo llega a octubre” no significa que “esté todo dicho”. Como la macroeconomía está deteriorada, cualquier chispa política, económica o internacional, podría encender un fuego...

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) El economista Miguel Broda dijo hace unos días sobre la gestión económica del gobierno de Cristina Fernández que ve "un futuro optimista si la pesadilla del modelo se termina”, en referencia a las políticas que en ese terreno aplica el kirchnerismo.
 
En este contexto populista estamos condenados a una muy mediocre performance económica”, puntualizó Broda, y dijo en cuanto al futuro pronosticó que “el Gobierno llega de manera neutral a octubre, auque para 2015 será en un contexto negativo, contrario”.
 
Pues, el modelo aún no se termina. En un extenso informe de ‘M&S Consultores´, Carlos Melconian y Rodolfo Santangelo, aseguran que en el corto plazo (llegar a octubre) “ el modelo económico se las va a arreglar ”. Dicen que “destartalado pero va a llegar”. El interrogante es, en cambio, sobre el “futuro del modelo”:
 
Dependerá de cuán destartalado llegue. La tasa de deterioro de los próximos meses (el período preelectoral) será relevante para el desenlace (político y económico) de los próximos años”.  
 
 Sostienen en el informe que la descripción de “llegada con deterioro sin desmadres” puede anticiparse a partir de doce variables económicas: 
 
1. El nivel de actividad está “jugado” a lo que en los próximos meses derrame la cosecha, a cuánto llegue la producción de autos y al derrame del mayor gasto público sobre el consumo. El PBI puede subir un 3% en el año. 
 
2. La creación de empleos privados seguirá frenada. 
 
3. Los salarios se la pasarán peleando palmo a palmo con los precios: el aumento salarial de 24% anual quedará justo una vez que se descongelen los precios. 
 
4. Los precios registrarán recomposiciones post – congelamiento. Este último fue a destiempo del calendario electoral: el gobierno congeló con demasiada antelación (¿para rumbear las paritarias?) y descongelará cerca de los comicios. 
 
5. La inversión seguirá “invernando”, salvo alguna que otra compra de equipos y camionetas incentivadas por el dólar oficial a cinco pesos. 
 
6. Las necesidades del fisco se harán más evidentes en los meses preelectorales y el BCRA tendrá que recurrir a la “maquinita” en dosis crecientes. 
 
7. La tasa de expansión monetaria no bajará del 35% anual lo que le pondrá un techo a las tasas de interés, más allá de algunos movimientos alcistas puntuales y transitorios. 
 
8. La rentabilidad empresaria mantendrá su descenso por el alza de los costos. 
 
9. El tipo de cambio real será un poco más bajo que el actual, con un ritmo de caída menor que en los últimos años (la tasa de devaluación no quedará tan atrás de la inflación “verdadera”). 
 
10. El dólar paralelo llegará en dos dígitos y la brecha cambiaria rondando el 100%. 
 
11. Los depósitos en dólares continuarán bajando sin prisa pero sin pausa. 
12. Las reservas del BCRA andarán más cerca de US$ 35.000 M que de US$ 40.000 M.
 
En resúmen, el informe sostiene que:
 
"En el mediano plazo (a lo largo de 2014 y 2015), el actual modelo económico se irá gradualmente desfigurando. Será algo más que el actual deterioro cuantitativo manejable. El escenario base no incluye caos pero sí que la política económica correrá cada vez más detrás de los acontecimientos, con más controles y más discrecionalidad. 
 
El epicentro de la futura deformación será el mismo que en la actualidad: la economía está funcionando con menos dólares y más pesos que los que necesita. 
 
Con el paso del tiempo, este desbalance de necesidades se profundizará. Y por traslación, impactará en dos pares de variables: el par reservas internacionales – tipos de cambio y el segundo par nivel de actividad – inflación. A mediano plazo, el escenario base será de menos reservas, mayor brecha cambiaria, estancamiento de la actividad y mayor tasa de inflación. 
 
Por el lado de la disponibilidad futura de dólares, la trabazón principal es que difícilmente las exportaciones den un salto adicional. Con posterioridad al control de cambios la exportación pasó a ser la fuente excluyente de alimentación de divisas. El estancamiento de las ventas al exterior será un escollo duro de sortear en la cruzada oficial por hacerse de dólares. Entre 2003 y 2011, las exportaciones fueron un relojito: crecieron a razón de US$ 6.500 M por años (la única excepción, fugaz, fue 2009). 
 
Pero en 2012 y 2013 el relojito exportador se paró, dejó de aportar nuevas divisas. Este año las exportaciones apenas alcanzarán el valor de 2011, en torno a US$ 84.000 / 85.000 M. La cosecha está clavada en más o menos 100 millones de toneladas, la exportación de combustibles sigue cuesta abajo y en los últimos tiempos se sumaron cierta merma de la minería y una fuerte desaceleración en el aumento de la exportación manufacturera. Con la exportación estancada, mantener alimentado el mercado cambiario luce una “misión imposible” (aun con el cepo). 
 
¿Hay chance de que en 2014 - 2015 se salga del frenazo exportador? Muy baja. (Y fuera del agro, no hay otros sectores que puedan mover el amperímetro de la exportación)
 
Hoy estaría para “firmar ya” un estancamiento de alrededor de US$ 85.000 M. La producción agrícola está estancada desde hace seis años. El sostenimiento del aporte de“agro – dólares” ha sido básicamente por mejores precios, donde nadie sabe si vendrán nuevos saltos o eventuales caídas. Fuera del agro, no hay otros sectores que puedan mover el amperímetro de la exportación. Al revés, salvo el sector automotriz que está exportando mejor a Brasil, el resto está más para bajar que para subir. Sin saltos exportadores a la vista, la única manera de “generar” divisas adicionales en el mercado cambiario oficial será controlando más la importación, el turismo al exterior y remitir utilidades o “forzando” ingresos de dólares. Que el BCRA compre dólares con fluidez y que suban las reservas serán a futuro dos eventos de baja probabilidad de ocurrencia. 
 
Si la tendencia futura es que el BCRA comprará pocos dólares en el mercado cambiario oficial, entonces emitirá menos pesos. Para sostener el ritmo de expansión monetaria en 35% anual, el BCRA debería compensar la menor “emisión cambiaria” por una mayor “emisión fiscal” y/o desesterilizar pesos. Es poco probable que convalide una menor tasa de expansión monetaria y del crédito y mayores tasas de interés. Por lo tanto, a medida que transcurra el tiempo es posible que la fuente principal de inyección de moneda sea la emisión monetaria para financiar al fisco, de la mano de un agujero fiscal en franco crecimiento."
 
 
Según los economistas, afirmar que el modelo llega a octubre" no significa que esté todo dicho: "Como la macroeconomía está deteriorada, cualquier chispa (política, económica o internacional) podría encender un fuego. O sea, no puede descartarse que en el período preelectoral se adicione algún deterioro adicional (…).
 
El resultado mismo de la elección de octubre será otro factor que influirá en el devenir político y económico. Sin embargo, no resulta fácil desentrañar si las respuestas de la política económica oficial serán muy distintas ante los diferentes resultados (triunfo, derrota o empate). Claramente, viene un período en que la política y la política económica estarán por detrás más que por delante de los acontecimientos. 
 
(...)
En conclusión, el “modelo del futuro” en la Argentina 2014 – 2015 será probablemente una deformación de la versión actual, con más parecidos a Venezuela y más pinceladas ochentistas. Será con más faltante de dólares, más sobrante de pesos, menos reservas en el BCRA, más brecha cambiaria, más inflación y el nivel de actividad con tendencia a estancarse.
 
# El mercado cambiario 
 
En los primeros cuatro meses y medio de 2013 las compras de dólares del BCRA fueron muy escasas: apenas US$ 580 M, una suma ínfima si se la compara con los US$ 6.256 M comprados en igual período del año anterior (con la cosecha de granos más baja). 
 
Los productores están vendiendo la cosecha dentro de los parámetros esperables. La liquidación de divisas de industriales oleaginosos y exportadores de cereales acumulada en el año asciende a US$ 8.850 M, un nivel prácticamente igual al de igual período de 2012. Mientras en 2012 las compras del BCRA ascendieron al 72% de estas liquidaciones, en 2013 el Central solo pudo quedarse con el 7% de estos ingresos. 
 
Abril era a priori una oportunidad para que al menos el BCRA comprara dólares en abundancia y dejaran de caer las reservas porque empezó a venderse la cosecha gruesa (especialmente el maíz). Pero no sucedió. Los productores agrícolas liquidaron US$ 3.046 M pero el BCRA compró apenas US$ 598 M (solo el 20% de las liquidaciones) y las reservas del BCRA siguieron cayendo. Fue más que lo que el BCRA venía comprando en los meses previos pero menos que lo que debiera estar comprando en abril. 
 
Mayo y junio son históricamente los meses más fuertes de liquidación de divisas provenientes del agro, esto es, dado el contexto, la última oportunidad para que el BCRA compre dólares. Sin embargo la primera mitad de mayo no presentó cambios sustanciales respecto del “frustrado” abril. Las liquidaciones fueron fluidas si se las compara contra el año anterior pero el BCRA tan solo logró alzarse con 13% del total (contra 61% que compró en 2012). 
 
En pleno período de venta de la cosecha gruesa, las reservas del BCRA siguen cayendo. A fin de marzo eran US$ 40.446 M mientras que el último dato oficial de mayo arrojó US$ 38.952 M.
 

Dejá tu comentario