LAZAROGATE

Clarens, el financista favorito de Néstor que le llena los hoteles a Cristina

Siguen apareciendo acuerdos entre Lázaro Báez y los Kirchner, para la contratación de habitaciones del hotel Alto Calafate por parte de Austral Construcciones, maniobra que generó ingentes ingresos para el matrimonio. Ahora surge otro personaje en la compleja trama en la que se investiga el lavado de dinero y otras actividades financieras ilícitas: se trata de Ernesto Clarens, vinculado a Báez en las firmas Diagonal Sur Comunicaciones SA y Credisol SA. Clarens era el financista favorito de Néstor que heredó Cristina y que ‘ocupó’ habitaciones en los hoteles de la Presidente que no necesariamente eran ocupados, y se cree que era la forma que adoptaban los ‘retornos’ por los sobreprecios en la obra pública.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Este lunes (10/03) en Urgente24 dimos cuenta de los avances en el denominado Lazarogate; por un lado las pruebas acumuladas obligan ya al juez Sebastián Casanello a procesar a Leonardo Fariña y a Federico Elaskar en la causa por lavado de dinero. En tanto, se supo que Lázaro Báez le alquiló cabañas en el Sur al Secretario de Seguridad, Sergio Berni, lo que despertó sospechas por la metodología que utilizaban los Kirchner y que le habría posibilitado a Báez reinyectar en el circuito ‘blanco’, dinero presuntamente recibido por los sobreprecios en la obra pública.

Ahora el diario La Nación revela que hubo más acuerdos entre Báez y los Kirchner para el alquiler de habitaciones en los hoteles del matrimonio. La novedad es que se suma a esa operatoria el financista Ernesto Clarens, que comparte con Lázaro el manejo de algunas empresas y es un viejo conocido del ex presidente, también aportante al ingreso millonario que ha tenido la familia presidencial en sus hoteles en El Calafate

Cabe recordar que la operatoria consistía en que Lázaro Báez se valía de sus empresas, las cuales, sin siquiera una estructura acorde a la magnitud de los alquileres anuales que se acordaron o sin poder justificar, en algunos casos, la permanencia de tanto personal en la villa turística, figuran como rentadoras permanentes de los hoteles propiedad del matrimonio.

En ese marco, aparecen ahora en la maniobras las firmas Diagonal Sur Comunicaciones SA y Credisol SA. La primera es una empresa que intentó liderar el comercio comunicacional en Santa Cruz, encargada de colocar los postes S.O.S en las rutas, los cuales no funcionan y la segunda, una vieja financiera desde los años de Néstor Kirchner, sobre la que se ciñen sospechas de lavado de dinero y de la cual forma parte Ernesto Clarens, un personaje oscuro en el ámbito de las finanzas, según revela hoy (11/03) La Nación.

Esas dos empresas se suman a las siete de Báez que se comprometieron a pagarles a los Kirchner 935 habitaciones por mes por un total de $ 10,1 millones entre mediados de 2010 y de 2011.

El detalle es el siguiente y muy revelador sobre la desproporción de los alquileres y los presuntos ocupantes, que solían ser mucho menos que la capacidad solicitada: Las siete empresas que pagaban por habitaciones son La Estación (20 empleados verificados, 90 habitaciones por mes), Don Francisco SA (23 empleados y 90 habitaciones por mes), Kank y Costilla (79 empleados y 235 habitaciones por mes), Loscalzo y Del Curto (53 empleados y 180 habitaciones por mes), Alucom Austral (13 empleados y 70 habitaciones por mes), Badial (9 empleados y 180 habitaciones por mes) y la nave insignia del grupo, Austral Construcciones (615 empleados y 90 habitaciones por mes).

Credisol y Diagonal Sur, es decir, Lázaro y Clarens, aportaron al menos otras 100 habitaciones por mes, por un total que superó los $ 65.000 al mes, o unos $ 800.000 anuales.

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Así, de combinarse ambos ingresos, el Alto Calafate se garantizó una ocupación superior al 65 por ciento, al que a su vez deben sumarse los convenios y eventos pagados por el gobierno nacional en ese hotel, como el III Congreso Federal de la Industria, en noviembre de 2012.

La primera de las dos nuevas firmas que le garantizaron ingresos al Alto Calafate es Diagonal Sur Comunicaciones, que se constituyó en diciembre de 2003. Por entonces, Kirchner llevaba apenas siete meses en la Casa Rosada. La registraron Báez y Carlos Alberto y Jorge Pedro Algorry como una firma multipropósito: energía, comunicaciones, informática, automotores y máquinas viales, importación y exportación, constructora, inmobiliaria, agropecuaria, hotelería, gastronomía y operaciones financieras.

En la práctica, Báez apeló a Diagonal Sur para tres metas: intentó monopolizar los servicios de comunicaciones en la región e incursionó en la prestación de servicios de Internet. Y terminó por facilitar las comunicaciones entre sus empresas y estancias dispersas por Santa Cruz.

Conocida en la Patagonia como “Inversiones Néstor”, por el ex presidente Néstor Kirchner, Invernes SA debe su nombre a Ernesto Clarens. En los registros societarios, sin embargo, Clarens apenas aparece como un empleado en relación de dependencia en Invernes, aunque los libros de la sociedad muestran como directores a Carlos Calvo López –el portador de los millones en efectivo traídos desde Uruguay según el testimonio ante la AFIP del propio Lázaro Báez–, y a Guido Santiago Blondeau, que también figura en Austral Construcciones junto a Báez.

Báez y Clarens forman parte de un entramado más complejo, en el que también aparecen otros nombres sensibles, como el responsable de la regional Sur Metropolitana de la AFIP, Andrés Vázquez, y el tributarista Horacio Díaz Sieiro (...)

Una década después de su creación, Diagonal Sur quedó en el centro de una investigación judicial. El fiscal José María Campagnoli, que luego sería suspendido a pedido de la procuradora Alejandra Gils Carbó, detectó más de 3000 llamadas desde los teléfonos de esa empresa entre el contador de Báez, Daniel Pérez Gadín, el entonces dueño de la financiera SGI Federico Elaskar y el valijero Leonardo Fariña, informa La Nación.

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La segunda firma que pactó comprar habitaciones en el Alto Calafate, Credisol, casi monopolizó los préstamos a los empleados públicos santacruceños mediante códigos de descuento mientras Néstor Kirchner era el gobernador. Muestra a Antonio Ramfos como su rostro visible. Pero también otros dos nombres, Clara Lamberti y Eduardo Roca, de 63 años, que llevan al poderoso dueño de Invernes, Ernesto Clarens.

Sobre la historia de Clarens, el matutino repasa que tiene 63 años y que se desarrolló en la City porteña, donde se fundió, por lo que debió marcharse al Sur donde resurgió de sus cenizas y retornó a Buenos Aires, donde ahora lidera un conglomerado de sociedades, empresas y propiedades.

En los papeles, su nombre sólo aparece en unas pocas firmas: Excel Servicios Aéreos, Procredit, Pampa Sports y Patagonia Financial Services. Pero el entramado llega mucho más lejos, de la mano de colaboradores y parientes. En una de esas empresas, Clarens figuró como empleado en relación de dependencia, como mencionamos antes se trata de Invernes.

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