¿PODEMOS SER MÁS INTELIGENTES?

Cómo funcionan los dispositivos de estimulación cerebral

Existen distintos dispositivos para la estimulación cerebral que permiten mejorar la capacidad intelectual. ¿En qué consiste la estimulación profunda del cerebro, la estimulación magnética y la estimulación transcraneal con corriente continua? La inteligencia, ¿llegó a un límite?

Todavía no se conoce el límite de la inteligencia, ya que siguen apareciendo nuevos dispositivos que aseguran estimularla aún más. Este es el caso de la estimulacion cerebral profunda (ECP). ¿De qué se trata?

La ECP utiliza un dispositivo llamado neuroestimulador para transmitir señales eléctricas a las áreas del cerebro que controlan el movimiento, el dolor, el peso y el estado de alerta.

Está formado por 3 partes:

-Uno o más cables aislados llamados derivaciones o electrodos que se colocan dentro del cerebro

-Un neuroestimulador, que genera la corriente eléctrica. Se suele colocar bajo la piel y cerca de la clavícula, pero también se puede ubicar en otra parte en el cuerpo

-Algunas personas también cuentan con un cable aislado llamado extensión, que conecta la derivación al neuroestimulador

En la cirugía que se realiza para aplicarlo, se coloca cada parte del sistema neuroestimulador.

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Este sistema se utiliza generalmente con personas que sufren de Parkinson, cuando los síntomas no se pueden controlar a través del uso de medicamentos. Si bien no puede curar esta enfermedad, puede ayudar a disminuir los síntomas como: temblores, tensión, rigidez, movimientos lentos y problemas para caminar. Puede mejorar en un 80% de los casos los síntomas de la enfermedad.

Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 7 millones de personas en el mundo sufren esta enfermedad, un trastorno neurodegenerativo que provoca la muerte de ciertas células del cerebro que ayudan a controlar el movimiento y la coordinación.

En esta misma línea, investigaciones realizadas en el Centro para la Mente, asociado a la Universidad de Sydney (Australia) descubrieron que la estimulación magnética transcraneana (EMT) puede mejorar la capacidad intelectual y podría capacitar para comprender teorías científicas y resolver complicados problemas matemáticos. Esta tecnología también es utilizada con personas que sufren autismo.

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Consiste en estimular magnéticamente zonas profundas del cerebro. Puede liberar zonas cerebrales responsables de la actividad inteligente de alto nivel y, de esta forma, permite que personas con limitaciones intelectuales puedan entender teorías científicas o adquirir conocimiento complejos.

Allan Snyder, director del Centro para la Mente y profesor de la Universidad de Syndey afirmó que la EMT ayuda a aumentar la capacidad intelectual de las personas.

La estimulación transcraneal con corriente continua (tDCS, transcranial Direct-Current Stimulation), por su parte, permite enviar pequeñas cantidades de corriente eléctrica al cerebro para estimularlo. Aplica una cantidad pequeña de corriente eléctrica a un área específica del cerebro a través de electrodos colocados sobre el cráneo.

Esta técnica es distinta de la estimulación profunda del cerebro, de la estimulación magnética y la terapia electroconvulsiva. Se trata de un método menos invasivo y menos potente.

Puede ayudar a diferentes áreas del cerebro, dependiendo de la parte en la se conectan los electrodos. Puede aportar buenos resultados en temas como la atención, la memoria funcional, la capacidad visual o el cálculo matemático.

Sin embargo, esta técnica recibe algunas críticas y no todos creen en los beneficios de la estimulación transcraneal con corriente continua. Afirman que no es clara la cantidad de electricidad necesaria en cada caso y factores como la edad, el sexo o el hábito de fumar pueden tener un impacto en los efectos del procedimiento tDCS.

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