ODEBRECHT

Sánchez Caballero, el hombre que puede cerrar el círculo de los Macri y los K

Para despegarse del escándalo, Jorge 'Corcho' Rodríguez afirma que es víctima de una operación para ocultar al verdadero responsable. ¿De quién se trata? Héctor Javier Sánchez Caballero, quien fue gerente general de Iecsa, la empresa de Calcaterra, primo de Macri, es uno de los señalados. Pero, ¿quién es este hombre que podría unir a la familia presidencial y al kirchnerismo en el cobro de coimas de Odebrecht?

 
 
 
Se conoció parte de la declaración del dueño de Odebrecht ante la Justicia brasileña y allí reconoció el accionar de IECSA en el pago de sobornos en Argentina para obtener el soterramiento del Sarmiento.
 
Según reveló Hugo Alconada Mon en el diario 'La Nación', el dueño de la constructora brasileña y otros directivos reconocieron la necesidad de tener "socios locales" que sirviera de contacto con autoridades argentinas para conseguir los contratos. En el caso del soterramiento, ese socio local era IECSA, la firma que hasta 2007 fue de Franco Macri, luego comprada por Ángelo Calcaterra y este año traspasada al dueño de Edenor, Marcelo Mindlin. 
 
Según Marcelo Odebrecht, las coimas, que rondarían unos U$S20 millones, se habrían pagado en Argentina y en Brasil, para destrabar el financiamiento de la obra. Aquí, se menciona al ex ministro de Desarrollo brasileño, Fernando Pimentel, de acuerdo al ex directivo Joao Carlos Mariz Nogueira, como el presunto beneficiario de pagos indebidos.
 
En una serie de correos electrónicos que forman parte del expediente de Lava Jato en Brasil, se menciona al directivo de IECSA Héctor Sánchez Caballero, para debatir el pago de sobornos en Argentina. Según Odebrecht, los socios locales eran los que siempre se encargaban de "canalizar" los pagos indebidos para obtener favores políticos. Según consta en los registros, los mismos figuraban bajo la sigla "DGI" (que nada tiene que ver con la AFIP) y totalizarían 20 millones de dólares.
 
Jorge 'Corcho' Rodríguez, allegado a la empresa como consultor, y a De Vido, dijo ser víctima de una operación de distracción en la que se oculta al verdadero responsable, el mismo Sánchez Caballero, quien sería el vínculo entre la familia presidencial y el kirchnerismo en el cobro y reparto de coimas de Odebrecht.
 
Pero, ¿quién es este hombre? Un ejecutivo de 61 años, con un rol central, tal vez el más relevante en la compañía del primo presidencial: es desde hace años el dueño de los contactos y el responsable de lograr los contratos y licitaciones de la constructora. Por eso, los bien entendidos lo resumían en una frase, según 'Perfil': "Calcaterra es el dueño, pero Iecsa es Sánchez Caballero". 
 
Sánchez Caballero es ingeniero industrial del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), donde se recibió en 1978. De la mano de Franco Macri, escaló alto. En 2002, cuando el padre del Presidente era el dueño de la constructora, Sánchez Caballero fue nombrado gerente de Desarrollo de Negocios y desde entonces no paró de crecer en la conducción de la empresa.
 
Convencidos ya que la sigla DGI era un código entre los ejecutivos de Odebrecht para referirse a sobornos,  Sánchez Caballero aparece en los mails de Mauricio Couri Ribeiro como "contacto directo" para tratar los temas de "DGI" en el soterramiento del Sarmiento. 
 
En los e-mails del ejecutivo Couri Ribeiro sobre Sánchez Caballero, la sigla DGI aparece junto a otros ítems, como "impuesto a los sellos" y "pagamento de IVA". Pero la sigla DGI se repite a lo largo de numerosos mails y anotaciones personales de Marcelo Odebrecht, de Couri Ribero y otros cómplices con una sigla velada de soborno. 
 
Esta mañana, en el diario 'La Nación', Hugo Alconada Mon escribió también: 
 
"Lugarteniente de Calcaterra en Iecsa durante años, Sánchez Caballero actuó como director titular de la constructora hasta el 16 de marzo, cuando Mindlin ingresó a la empresa, la rebautizó Sacde (Sociedad Argentina de Construcción y Desarrollo Estratégico SA) y reemplazó todo el directorio por gente de su confianza.
 
Ahora, cuando le resta un mes para cumplir 62 años, Sánchez Caballero continúa cerca de Calcaterra y presta servicios de asesoramiento al equipo de Mindlin mientras completan la transición. Y les dice a sus íntimos que él nada sabe de pagos de sobornos y que, al menos delante de él, "nunca se habló de eso", según reconstruyó LA NACION.
 
Odebrecht dio otra versión durante su confesión. Planteó que a menudo eran los socios locales los que se encargaban de canalizar las "contribuciones políticas", ya fueran lícitas o ilícitas.
 
Apoyado en fuentes de la Policía Federal brasileña, Estadao aportó más datos sobre la operatoria de Odebrecht en la Argentina. Reveló la aparición de "al menos cinco mensajes relacionados con el pago de sobornos para las obras del tren Sarmiento", siempre enmarcados bajo el eufemismo de las siglas "DGI".
 
Así, en otro de los correos electrónicos de Couri Ribeiro -titulado "Reunión Sarmiento"- que recuperó la Policía Federal brasileña, el ejecutivo consignó la existencia de tres sumas distintas que asoció a "DGI". ¿Suma total? US$ 20 millones.
 
La Policía Federal brasileña también detectó un intercambio de correos entre Couri Ribeiro y Migliaccio, en los que aludían a distintas transferencias bancarias que se canalizaron en el exterior por el proyecto del Sarmiento. Algunas de ellas con el operador Manuel Vázquez, testaferro del entonces secretario de Transporte Ricardo Jaime".

 

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