LA CLAVE ES VIDAL

La desmesura del gobierno (por las PASO)

El autor: "Me importa un bledo que gane Kristina, porque díganme ¿que ganaría ella? ¿Una simple candidatura a senadora, para tener sus fueros personales... si ganara en octubre? ¿Celebraría así su funeral político con un grupúsculo de senadores que se sentirán honrados para lavarles sus “pantaletas”, tal como se dice en italiano? ¿Qué significara si gana la coalición “Cambiemos”? Posiblemente nada en el orden nacional ya que en 2019 impulsará el gatopardismo, para ir por la fatal reelección. Sólo María Eugenia Vidal necesitaría un genuino apoyo para ratificar que la gente se ha dado cuenta que 25 años de (des)gobierno peronista en la provincia los condujo sin anestesia, corrupción mediante, a la miseria, a la pobreza y a la más cruel de las indigencias. (...)".

No digo nada digno de poner en letras de molde, si afirmo que uno de nuestros peores vicios es la desmesura. Todos nuestros conflictos llegan a situaciones límite lo que demuestra nuestra debilidad, como personas, como dirigentes, como profesionales, como padres, amigos e hinchas de futbol y como sociedad.
 
La grieta, la famosa grieta expresa la desmesura de nuestros vicios y la miseria de nuestras virtudes y explica en cierto modo nuestro atraso.
 
Dice Jorge Fontevecchia al respecto: “Los medios de comunicación son actores principales de los poderes fácticos y tan responsables como los gobernantes del retraso que Argentina padece desde hace 87 años, y de manera creciente a partir de la masividad de los medios audiovisuales”, pero se queda corto porque, en verdad, los responsables somos todos nosotros, en todo caso, los medios y los gobernantes son nuestros representantes. 
 
¿Qué pretendemos que sean diferentes a nosotros? 
 
Estas elecciones que vienen a ser algo así como el partido de reserva del de 1ra. División o tal como son los grupos sostén o teloneros en los grandes recitales, tienen el poder de
 
> haberle hecho gastar millones de dólares al Banco Central para sostener el tipo de cambio, aspirinas para curar un cáncer;  
 
> poner en riesgo el nivel de tasas de interés para la renovación de LEBACS del martes 15/08;
 
 
> poner en jaque la estabilidad anímica del gobierno, lo que demuestra que más de una debería cambiar de psicólogo;
 
> haber fulminado la ortodoxia del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, para lograr que Kristina saque algún punto menos en la 3ra. Sección Electoral, la única que podría darle una buena diferencia de votos; y, lo más grotesco y divertido,
 
> que los opositores como Sergio Massa y la propia Kristina se proponen como limitadores de un gobierno que se limita solo.
 
La debilidad del gobierno consiste en que no se animó a hacer, le faltó el don de la creatividad y la audacia.
 
Nosotros -y esa es una de nuestras desmesuras-, practicamos la creencia, ya advertida por Ortega en aquella “Carta a un joven estudiante de filosofía”.
 
Creemos que las cosas se arreglan hablando con énfasis, que confundimos con el agravio gratuito. Creemos en la descalificación sin valores de referencia sino justificada por impulsos o pulsiones testiculares u ováricas, según el género; o por chiquilinadas que nos hacen creer, tal como a los viejos y primitivos pueblos, que por su adoración a sus diferentes “tótem”, las marchas, los piquetes, las interrupciones en la circulación del tránsito o la invocación a eslóganes que ya eran viejos en la época de mis abuelos, arreglan las cosas por mandato divino o soberano (sic). 
 
El dólar tiembla y las tasas suben no por mérito o maldición de Kristina, sino por la falta de idoneidad del gobierno que vuelve al endeudamiento en dólares para financiar gasto, para de ese modo lograr que la gente lo vote porque mantiene vivo lo que debe cambiar y no deja nacer el cambio real. Esta es la “estulticia”.
 
 
Les digo: me importa un bledo que gane Kristina, porque díganme ¿que ganaría ella? ¿Una simple candidatura a senadora, para tener sus fueros personales... si ganara en octubre?
 
¿Celebraría así su funeral político con un grupúsculo de senadores que se sentirán honrados para lavarles sus “pantaletas”, tal como se dice en italiano?
 
¿Qué significara si gana la coalición “Cambiemos”? Posiblemente nada en el orden nacional ya que en 2019 impulsará el gatopardismo, para ir por la fatal reelección.
 
Sólo María Eugenia Vidal necesitaría un genuino apoyo para ratificar que la gente se ha dado cuenta que 25 años de (des)gobierno peronista en la provincia los condujo sin anestesia, corrupción mediante, a la miseria, a la pobreza y a la más cruel de las indigencias.
 
Por último, tal como dice Ignacio Zuleta, el voto “no peronista” le gana al voto “peronista”. Ahora bien, éste comenzó a desgajarse, el “kristinismo” es una variable nihilista del peronismo, Florencio Randazzo debería llevarse los votos puros del peronismo y Sergio Massa, tal como los viejos injertos que hacia mi abuela en algunas plantas y árboles de su jardín de Haedo, hizo de un sector del peronismo algo diferente que con el tiempo buscará otro destino que no será el peronismo tradicional. 
 
Estas PASO podrían jubilar a más de uno, incluso a Kristina si no llegara el 39% de votos que le fijó como techo su fiel Artemio López, en un día de euforia. Al igual que en la copa Libertadores, cada punto menos se computará como doble… y Aníbal Fernandez sabe algo de eso…
 
Señores de “Cambiemos”, fue suficiente el silencio de Kristina para que más de uno saliera a comprar calzoncillos en algún Outlet escondido. 
 
No es para tanto….

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