EL 15% QUE NO TIENE CABLE, OUT

Fútbol por TV: Pobres abstenerse

El día antes que los popes de la política y el fútbol, Néstor Kirchner y Julio Grondona, firmaran en 2009 la estatización de las transmisiones televisivas del popular deporte y que pasaran a ser gratuitas para todos (ricos y pobres), sólo el 15% de los abonados de Cablevisión y Directv se resignaba a pagar el plus para acceder a los paquetes. El resto aceptaba que "les secuestraran los goles" con tal de no asumir el costo adicional. 8 años después, la tortilla se da vuelta. El suscriptor del cable que quiera ver fútbol por televisión tendrá que abonar aparte un inicial de $300 que, por ahora y hasta noviembre, alcanza sólo a los canales de HD (alta calidad). De movida quedan afuera los usuarios de la tevé abierta que reciben las emisiones a través de las antenas de TDA. Representan el 15% de excluidos de la posibilidad de seguir viendo el fútbol, principalmente localizados en lugares alejados de los grandes centros urbanos del interior, donde a los cableoperadores no les conviene montar infraestructura y por más que quisieran pagarlo. Tampoco esa porción, en general, tiene internet, y muchos ni siquiera smartphones, por lo que queda sin posibilidad de mirar aunque fuese por streaming (online, como Netflix). Crece una iniciativa de intendencias del conurbano para negociar un canon con los propietarios de los derechos que habilite las transmisiones gratuitas en lugares públicos.

Aguaceros, rayos, truenos y amenaza de granizo dan la bienvenida a la Superliga del Fútbol de 1ra. División que se inicia esta noche, con Tigre vs. Vélez.
Los aficionados con síndrome de abstinencia por los largos 2 meses de receso del campeonato local podrán ponerle al mal tiempo buena cara frente a los televisores.

Porque si bien ya no aparecerá el logo de Fútbol para Todos en la presentación del espacio, como venía siendo desde su estatización en 2009, el fútbol se podrá seguir viendo en la pantalla hogareña en calidad de imagen estándar (SD), a través de las señales FOX Sports, FOX Sports2 y TNT, sin costo adicional alguno hasta el 30 de septiembre próximo, plazo que se supone sería estirado hasta después de las elecciones, en noviembre.

La gran novedad estaría en el acceso al HD (Alta Definición) de los usuarios que se avengan a pagar $ 300 extra al servicio de cable para suscribirse a los llamados “Paquete Fútbol”, y así podrán ingresar como en los PPV (pay per view) a dos nuevas señales en HD: FOX Sports Premium y TNT Sports que emitirán contenido del fútbol local, las 24 horas, los 7 días de la semana.

De modo que sea gratis por SD o pago por HD, para la audiencia abonada al servicio de alguna operadora de cable (Cablevisión, DirecTV o Telecentro) todo parecerá discurrir como de costumbre desde hoy.

Pero la línea divisoria de acceso a las transmisiones de fútbol queda desde hoy trazada y excluye al 15% de la población que sólo recibe los canales de TV abierta y TDA captada libremente con antenas de aire y que se localiza, principalmente, en los lugares más pobres y los más alejados de los grandes centros urbanos, donde el cable no llega o no pueden pagar.

El gobierno de Mauricio Macri no previó dentro del nuevo esquema de explotación privada de las transmisiones de fútbol cómo hacer para que se puedan seguir viendo en los barrios humildes que no puedan pagar el codificado o que estén fuera de los diagramas de los cableoperadores. Sólo se sacó el problema de encima hasta después del comicio de octubre.

Deja así sin ponderar, como hizo cuando apenas comenzaba la gestión, el costado social de las reformas que se proponía aplicar. Tras los tarifazos, la marcha atrás, y el corte posterior con intervención de la Justicia, el gobierno instrumentó un trato diferencial en la facturación que benefició a casi el 40% de los usuarios de los servicios públicos provistos por red.

No fue chicha ni limonada. Así como la tardía reacción de entonces explica una parte del voto a CFK en las PASO que angustió al oficialismo, el actual descuido abrió el espacio para que la corriente kirchnerista "Patria Para Todos" impulse en Lomas de Zamora un proyecto de ordenanza para poder transmitir el fútbol de forma gratuita para los vecinos en teatros, salas de cultura y plazas. Consiste en que el municipio pague el servicio y lo pueda distribuir en espacios públicos, iniciativa que podría ser imitada de inmediato en Vicente López y Quilmes, de la mano de los concejales Joaquín Noya y Daniel Gurzi, respectivamente, pero seguramente se propagará por todo el país, dándole otro punto a favor en la calle al kirchnerismo.

Fútbol ni para todos los pobres

Para colmo, se trata de una promesa de campaña que Mauricio Macri no cumplió y lo acusan de no haber buscado una herramienta alternativa para reemplazar al formato anterior.

La oportunidad la aprovechó esta vez un procesado por la jueza María Servini de Cubría por presuntas irregularidades durante su gestión en el FpT, como Gabriel Mariotto, para proponer un proyecto que les devuelva el fútbol a la gente.

"El fútbol es en vivo y en directo, sino pierde cierta magia. Por eso, casi siguiendo el espíritu de la Ley de Medios, le pedimos al municipio que pueda programar los partidos en teatros (mencionó que los probables pueden ser los de los barrios Villa Fiorito, San José y Banfield), casa de culturas e inclusive en alguna plaza".

 Dentro de las canchas, por ahora, nada que deportivamente no se haya visto desde aquel Independiente vs. Lanús que cerró el campeonato de Primera División hace 59 días, justifica pagar como producto lo que antes se recibía gratis.

Los más de $ 17.000 millones en concepto de derechos audiovisuales que Turner y Fox le darán a la AFA para que redistribuya hasta 2022 entre los clubes (en el primer año unos $4.200 millones) pueden oficiar, en todo caso, como punto de partida para concebir el negocio del fútbol en la organización, la difusión, el marketing y la profesionalización de algunas tareas, nada reñido con la pasión que despierta el popular deporte en gran parte de la afición.

La entidad rectora, como gran concesión, sólo dio esta vez a conocer días y horarios de las primeras 12 jornadas; es decir, hasta el receso de verano, y siempre y cuando la participación de los clubes en las copas sudamericanas no interfieran en el cronograma y haya que cambiarlo.

La inversión en reforzar los planteles jugadores que hicieron los clubes para mejorar la competitividad (muchos de ellos bajo la amenaza de perder la categoría y quedar subsumidos en el negocio) desnudó la enorme fractura económica que caracteriza al fútbol, simétrica con la desigualdad que divide a la sociedad toda.

El sitio especializado Transfermarket estimó que el fútbol argentino vendió un total de 375 jugadores, por un total de US$116.781.060 en el último mercado de pases. En ese lapso, arribaron unos 431 jugadores a los distintos equipos, con transferencias que generaron un gasto total de u$s 69.389.900.

Pero si se mide en la calidad intercambiada podría afirmarse que este campeonato, por el que todos los que lo quieran ver tendrán que pagar, empieza ya devaluado en jerarquía de los futbolistas.

Es el caso de Ríver Plate, por ejemplo, que aun sin contar la posible partida de Lucas Alario al Bayer 04 Leverkusen, picó en punta en ventas: con la cesión de Sebastián Driussi, de 21 años, al Zenit de Rusia, a cambio de u$s 17.700.000.

Boca Juniors, en tanto, sentirá la ausencia, entre otros, del mediocampista uruguayo Rodrigo Betancur, de apenas 20 años, vendido a la Juventus de Italia en unos u$s 12.390.000, cifra considerable si se tiene en cuenta que el club xeneize recibió ingresos totales por unos u$s 15.517.000 por todas las transferencias realizadas.

Independiente, por su parte, resignó al delantero Emiliano Rigoni, vendido también al Zenit ruso, por u$s 10.620.000.

Y el otro grande de Avellaneda, Racing Club, se desprendió del volante de la selección argentina Marcos Acuña, quien pasó al Sporting Club de Portugal por unos u$s 11.328.000 con su pase; mientras el delantero Gustavo Bou aportó otros u$s 6.372.000 con su partida a Tijuana, de México.

Podría agregarse a esta lista top Estudiantes de la Plata, que vendió al juvenil Santiago Ascacíbar, de 20 años, al Sttugart alemán por unos u$s 9.440.000, lo mismo que el defensor juvenil, Juan Marcos Foyth, podría sellar su arribo Tottenham Hotspur por unos u$s 15.340.000.

La tabla de la exportación de talentos la encabeza Rácing, a pesar de que resiste concretar el pase del codiciado crack de 19 años, Lautaro Martínez, pretendido por el Atlético de Madrid.

Hecha la salvedad de que no se incluye el caso Alario, los más vendedores fueron:

Racing: 21.841.800 millones de dólares
River Plate: u$s 20.862.400;
Boca Juniors: u$s 15.517.000;
Estudiantes de La Plata: u$s 12.012.400;
Independiente: u$s 11.363.400;
Banfield: u$s 7.021.000;
Talleres de Córdoba: u$s 6.490.000;
Newell’s Old Boys: u$s 5.664.000;
Rosario Central: u$s 5.605.000;
Tigre: u$s 2.796.600;
Atlético Tucumán: u$s 2.596.000;
Olimpo: u$s 2.478.000;
Godoy Cruz: u$s 1.770.000;
Chacarita Juniors: u$s 649.000,
Temperley: u$s 123.900.

La diferencia económica entre la calidad transferida y la incorporada quedó en las arcas de los clubes, en los bolsillos de los jugadores y de sus representantes, pero la inferior jerarquía que se verá en las canchas igual deberá ser pagada por la población abonada a los cables que opten por afrontar un plus para seguirla por televisión.

Pero “es lo que hay”.

 Debate ideológico

Si ver el fútbol por televisión debe o no ser transmitido en forma gratuita es una polémica que se instaló en una sociedad que asimiló la cultura del no pago. Se entroniza en el choque ideológico que se arrastra en el país desde hace décadas en torno de lo que significa y còmo se genera la rentabilidad en la economía.

Fue un remezón que ya le tocó afrontar al gobierno de Mauricio Macri cuando el año pasado intentó normalizar las tarifas de los servicios públicos, que el kirchnerismo había congelado durante gran parte de su mandato. Le puso varios ceros a las facturas desatando una resistencia general que terminó en una marcha atrás que no le ahorró costos políticos.

Los que están en contra de que se subsidie al fútbol aducen que no es justo que quienes no desean verlo les paguen a los que sí, y que tampoco las empresas, cuyo legítimo propósito es ganar dinero, sacrifiquen sus utilidades para generalizar el servicio.

Admiten que, en todo caso, podrían buscarse acuerdos con los clubes para que los partidos programados insólitamente a las 11 de la mañana se pasen por la televisión abierta. Argumentan que los que protagonizan un Defensa y Justicia, San Martín de San Juan, etc. tendrían mucho mayor arrastre de audiencia en esa grilla promocionada que cuando los incluyen como codificados.

En el caso de un Boca-Ríver no hay discusión en cuanto a la contundencia del rating, ni tampoco en el que suman cuando juegan contra el resto de los equipos.

 Los que están a favor señalan que una difusión masiva, por ser gratuita, amplía el interés de los sponsors para invertir en publicidad y que un enfoque profesional y marketinero que canalice la pasión hacia el consumo de las marcas asociadas al deporte haga crecer el valor agregado que genera.

El Fútbol para Todos se convirtió en un instrumento de propaganda del kirchnerismo que cerró inclusive las puertas a las empresas privadas para contribuir a la expansión del negocio y perpetuaba a una dirigencia que se movía bajo el paraguas del Estado en base a su interés.

Lo cierto es que no hay antecedentes en el mundo de una experiencia como la de FpT y el modelo FIFA de televisión abierta únicamente encontró eco en África y Asia, mientras la UEFA lo rechazó.

Precisamente la reorganización que se llevó a cabo en la AFA se inspira en el modelo de la superliga auropea, que en España funciona como una franquicia

En Estados Unidos, el acontecimiento deportivo excluyente que es el superbowl se trasmite sin cargo, pero lo banca la multimillonaria publicidad que reúne.

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