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Gils Carbó culpa a un empleado por la compra irregular del edificio del organismo

La procuradora Alejandra Gils Carbó declara en indagatoria ante el juez federal Julián Ercolini por el pago de comisiones millonarias en la compra del principal edificio del Ministerio Público Fiscal. Su abogado, Alejandro Rúa, presentó un escrito de más de 110 páginas con la defensa de la procuradora, en el que culpó a un empleado de la Procuración por la compra irregular de aquel edificio.

 
La Procuradora General de la Nación, Alejandro Gils Carbó, cargó esta mañana la responsabilidad sobre un funcionario a su cargo por la compra irregular del edificio de la sede central del organismo, donde se sospecha que hubieron coimas. Se trata del edificio de la calle Juan Domingo Perón 667, donde tiene su cede la Procuración, y el cual se pagaron $ 43.850.000 millones en 2013.
 
La jefa de los fiscales presentó un escrito y responde a las preguntas del juez. El escrito de más de 110 páginas condensa la defensa de la funcionaria, que intenta formalmente desvincularse del cobro de una millonaria comisión por parte de un funcionario de la Procuración.
 
La empresa Arfinsa -del Grupo Bemberg- le pagó una comisión de 7.700.000 a Jaureguiberry Asesores Inmobiliarios por asesoramiento, y ésta a su vez pagó 3 millones a Juan Carlos Thill, un productor de seguros y quien es medio hermano de Guillermo Bellingi, este último subdirector general de la Procuración en el momento de la licitación del edificio.
 
Según la acusación, la licitación estaba previamente planificada y direccionada hacia la compra de ese edificio y en ese sentido los investigadores evalúan una serie de contactos entre los acusados interesados en el inmueble.
 
En su descargo por escrito, al que le sumó las preguntas que hizo el juez Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano, Gils Carbó aseguró que ella no cobró comisión alguna y que Bellingi "defraudó" su confianza.
 
Según explicó, "las presuntas irregularidades penales" son de Thill y Bellingi, y que el primero de ellos cobró una "comisión indebida". Incluso, aseguró en el escrito al que accedió la agencia 'Noticias Argentinas' que las autoridades de la Procuración desconocían de la relación de Belligni, entonces subdirector del organismo que ella conduce, con Thill y de éste con la inmobiliaria Jareguiberry.
 
A tal punto se despegó de Belligni, que Gils Carbó dijo que no tenía una relación de confianza con él ni formó parte del Gabinete de la Procuradora.
 
Por otra parte, explicó que la licitación fue revisada por diez áreas técnicas internas del organismo y dos externos: "los responsables de todas las áreas de la Procuración que intervinieron son funcionarios de carrera, que participaron en múltiples licitaciones anteriores", agregó.

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