ERWIN ROMMEL

El suicidio del mejor general alemán

La 2da. Guerra Mundial provocó más de 60 millones de muertos. Fue escenario de situaciones horribles: desde los campos de genocidio a las bombas atómicoas sobre Hiroshima y Nagasaki. Pero también hubo héroes, gente de gran heroísmo, y hasta militares de prestigio. Erwin Johannes Eugen Rommel fue el general más famoso de Alemania y el único oficial del Ejército de Hitler que tuvo el honor de ser un militar admirado y respetado hasta por sus adversarios. La Alemania nazi no consiguió destruir el prestigio de Rommel, admirado mientras que Adolfo Hitler y sus ridículos colaboradores de la 'solución final' son detestados.

Erwin Johannes Eugen Rommel, 2do. de los 4 hijos de Erwin Rommel y Helene von Luz, nació en 1891 en Heidenheim an der Brenz, y en 1910 fue cadete en el 124to. Regimiento de Infantería el 19/07/1910.

Fue cabo, sargento y en 1912 se graduó de la Escuela de Guerra, en Kriegsschule. En 1928, Erwin, ya casado con Lucie Marie, tuvieron su único hijo, Manfred Rommel, quien llegó a secretario de Estado y alcalde de Stuttgart.

En 1914 comenzó la 1ra. Guerra Mundial en la que Rommel participó con el grado de alférez, pero fue ascendido a teniente por su destacada participación en el frente occidental, en los Alpes, donde ejecutó acciones meritorias durante la batalla de Kobarid, y más tarde en la toma de Longarone. Entre 1914 y 1916 su sección fue la que registró el menor número de muertos y heridos de su regimiento.

Fue condecorado econ la Cruz de Hierro de 1ra. Clase y la Medalla al Mérito Militar, y acabada la guerra, en el reducido ejército alemán (consecuencia del Tratado de Versalles) le concedieron el mando de un batallón. Un privilegio porque muchos soldados y militares quedaron desempleados.

Rommel fue capitán e instructor en la Academia de Infantería en Dresde.

El ascenso al poder del Nationalsozialistische Deutsche Arbeiter Partei (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán) dió un giro a su carrera. Ya con el rango de general integró el cuartel general de Adolfo Hitler desde el principio de la 2da. Guerra Mundial.

Rommel

El general sirvió en el frente francés y en el polaco, consiguiendo elogios reiterados por su capacidad en la táctica y estrategia. Rommel fue uno de los comandantes que mejor supo aplicar la Guerra Relámpago propuesta con la incorporación de los blindados Panzer. Su unidad fue conocida como "la División Fantasma".

En la campaña de Francia, al mando de la VII División Acorazada (7ma. División Panzer) logró romper con las líneas aliadas en el río Mosa y destrozó la famosa Línea Maginot. Los tanques a su mando fueron los primeros en alcanzar el Canal de La Mancha.

En 1941 fue enviado a Libia como Comandante del Afrika Korps para apoyar a los italianos en la guerra del desierto. A él se le encargó evitar el descalabro de las líneas italianas y conseguir que las tropas de Benito Mussolini no acabaran pasadas a cuchillo por los ingleses.

Hitler acudió en socorro enviando un Cuerpo Expedicionario a Libia, el 'Afrika Korps'. Se trataba de la 5ta. División Panzer, destinada sobre el papel a actuar en labores defensivas bajo el mando italiano.

Rommel ganó fama al luchar contra las Ratas del Desierto (los comandos ingleses).

El Zorro del Desierto era partidario de que el buen oficial debía estar siempre en la 1ra. línea de batalla. No era raro verle abriendo la marcha o revisando las posiciones defensivas más próximas al enemigo. Rommel se hizo pronto famoso por su caballerosidad y por "masticar el mismo polvo" que sus hombres.

Para comenzar, ordenaba que le sirviesen la misma comida que la tropa. En una ocasión, ante las quejas de un oficial sobre la calidad de la comida contestó: “¿Se cree usted que a mí me sabe mejor?”.

Hellmut Von Leipzig fue su chofer en África, y contó cómo Rommel sin custodia, sólo con él, ingresaba incluso al territorio controlado por los británicos.

La guerra en el norte de Africa

El Eje ejecutó 2 operaciones de gran envergadura, empujando a los británicos hacia Egipto. Sin embargo, los Aliados respondieron y recuperaron el terreno perdido ambas veces (batalla de El Alamein). En la última de estas ofensivas, a comienzos de 1943, los Aliados consiguieron empujar a las fuerzas del Eje fuera de Libia y llevarlos hasta Túnez.

La disponibilidad de suministros y transportes influyó mucho en la campaña. La habilidad de los Aliados para, desde Malta, interceptar los convoyes del Eje, fue de vital importancia al negarle al comandante de los alemanes, Rommel, combustible y refuerzos en los momentos críticos.

Entonces, Rommel tenía talento suficiente para derrotar al VIII Ejército Británico, pese a la valentía y la expléndida participación de la "Magic Gang", a cargo del soldado mago: Jasper Maskelyne, pero la logística es clave en el campo de batalla. Y los alemanes perdieron la guerra de aprovisionamiento.

Hitler reconocía que su Mariscal de Campo más talentoso era Rommel y lo asignó a cargo de las defensas del Muro del Atlántico en Francia y del grupo de Ejércitos B, teniendo la responsabilidad de repeler el desembarco de Normandía en junio de 1944.

El 17/07/1944, cuando se trasladaba a su cuartel general en tierras francesas, 2 aviones de la Real Fuerza Aérea atacaron su vehículo, destrozándolo por completo y provocándo una fractura cuádruple de craneo.

El enfoque del conflicto de Rommel ya no era el de Hitler, quien venía sufriendo atentados de su propia gente. Un dato: su hijo adolescente, Manfred Rommel, pensó alistarse en las Waffen SS, como muchos otros muchachos alemanes. Su padre, se lo impidió, por lo que entró al servicio de la Luftwaffe, manejando una batería antiaérea.

El Panzer fantasma

El 1er. atentado contra Hitler fue en noviembre de 1939, el 2do. el 17/03/1943, el 3er. intento fue el 21/03/1943, el 4to. fue el 17/12/1943, el 5to. en enero de 1944 y hubo un 6to. intento en marzo de 1944. Pero el que más cerca estuvo de cumplir su objetivo fue el del 20/07/1944.

Aquel día un grupo de oficiales de la Wehrmacht, organizados por el coronel conde Claus von Stauffenberg, intentaron un golpe de Estado en la Operación Valquiria.

Ya estaba en evidencia que Hitler estaba errado en su enfoque del conflicto, desde la apertura del frente ruso (Operación Barbarroja, en especial todo el asunto de Stalingrado), la campaña en África... y siguió equivocándose. Además, la guerra ya estaba perdida pero Hitler jamás negociaría una rendición.

Stauffenberg colocó una bomba en una sala de mapas dentro de la 'Guarida del Lobo', uno de los mayores cuarteles generales de Hitler, donde se encontraba reunido con sus generales. La bomba no cumplió con el objetivo y Hitler solo sufrió heridas leves.

La persecución interna que se desató luego del atentado fue terrible: más de 5.000 personas fueron detenidas, de las cuales unas 200 fueron ejecutadas.

La paranoia y el enojo del Führer llegó hasta el general Erwin Rommel, quien estaba luchando por su vida luego del ataque aéreo sufrido.

El Alamein

Pese a no haber participado del hecho, el nombre Rommel apareció en las confesiones más veces de las que se aconsejaban. Él fue delatado por los generales Stuppenagel, Hoenecker y Speidel.

Quienes lo conocían sabían que Rommel se oponía a las acciones y pensamientos del líder nazi. Sin embargo no buscaba asesinarlo. En todo caso su ambición podía ser llevarlo a un juicio justo.

Mientras que el militar estaba recuperándose todavía de sus heridas, empezó el control por las SS y la Gestapo, y el 14/10/1944, fue visitado por los generales de la Werhmacht, quienes le transmitieron una órden directa de Hitler: “Que se quite de el medio”.

Le dieron 2 opciones: Ser juzgado como partícipe del atentado y del intento de golpe de Estado o suicidarse mediante la ingesta de una cápsula de cianuro que los agentes traían consigo.

Rommel optó por el cianuro. "Lo amé y sigo amándolo y soy inocente de cualquier intento de asesinato. Serví a mi patria lo mejor que pude y siempre volvería a hacer lo mismo", le dijo Rommel a los 2 generales de la SS -Burgdorff y Maissel-, quienes lo visitaron en su casa para ofrecerle una cápsula de cianuro.

La última batalla de Rommel

Él afrontó las consecuencias vestido con su uniforme del Afrika Korps. Al abandonar su casa para consumar el suicidio, se despidió de su esposa: "En 15 minutos estaré muerto". Y se marchó con los oficiales Burgdorff y Maissel.

Rommel murió 5 segundos después de romper la capsula de cianuro, sentado en la parte trasera del vehículo, a 200 metros de su casa. El relato de su hijo Manfred incluyó los detalles de como su madre llamó al hospital 15 minutos después, y se le informó del fallecimiento de su marido.

No se le practicó la autopsia establecida por la ley, sino que se dijo que había sufrido un derrame cerebral. Manfred, dolido por la muerte de su padre, desertó y se rindió al 1er. Ejército Francés.

La versión oficial del 3er. Reich fue que el mariscal había muerto por un derrame cerebral y el 18/10/1944 se le realizó un funeral de Estado y el régimen declaró un día de luto nacional.

Sin embargo, la verdad quedó al descubierto tras los juicios de Nuremberg, cuando varios participantes de la trama revelaron la historia.

El Zorro del Desierto

Normandía - La gran batalla de los tanques

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