LO QUE HACEN LOS MAYORES

¿Obligación o gusto? Laburar después de la jubilación

En Argentina existe alrededor de 18.000.000 de jubilados y pensionados, pero ¿cuántos de ellos están “gozando” su tiempo libre y no trabajando? Por gusto, necesidad o simplemente por sentirse útiles a la sociedad, son alguno de los motivos por los cuales los mayores singuen saliendo a la calle como la población laboralmente activa.

Llegar a la jubilación debería ser origen de gozo y alegría, de allí deriva el significado del adjetivo. Después de toda una vida trabajando, obtener el derecho a cobrar una paga sin tener que laburar mientras vemos la televisión parece cosas de algunos pocos.

En Argentina existe alrededor de 18.000.000 de jubilados y pensionados, pero ¿cuántos de ellos están “gozando” su tiempo libre y no trabajando?

El equipo de Urgente24 salió a las calles para saber qué están haciendo los abuelitos en su tiempo libre y por qué lo están haciendo.

Vendedores, secretarias, y choferes, son algunas de las vacantes que se ofrecen a través de los buscadores de trabajo en la web y que están siendo ocupadas por nuestros abuelos, unos por necesidad, otro por sentirse útiles.

Y son así de opuestos los motivos por los que jubilados y pensionados de Argentina trabajan. Tal es el caso de Rodolfo Copten, de 68 años, quien describe su experiencia como “poco habitual”.

“Me jubilé hace dos años, aunque actualmente tengo más trabajo que nunca. Soy corresponsal extranjero, ghostwriter y documentalista. Y en todos estos ámbitos estoy trabajando a full. Seguramente porque se aúnan cuatro de mis grandes pasiones y amores: el periodismo, el cine, la literatura y el dinero”, narra Rodolfo quien actualmente emprende un curso de cine y sostiene que, pese a que pensó su vejez como “Homero Simpson, viviendo de los hijos”, no se le dio.

También está el caso de los que quieren trabajar y lo necesitan, como lo que vive José de 65 un vendedor de periódicos invidente. “A mí me gusta sentirme útil, eso de estar en casa todo el día no es para mí, además que la economía no me lo permite. Hay que llevar el pan para la casa y yo quiero hacerlo… Descansaré cuando esté muerto”.

Sin embargo, para muchos no hay elección, la situación económica los obliga a seguir trabajando pese a que es la hora de retirarse. Delfina Fernández (69), quien tiene que trabajar porque la pensión no le alcanza hasta fin de mes y el estado de salud de su esposo se lleva gran parte del dinero.

“Qué más quisiera yo. He trabajado mucho, pero hay que seguir porque el dinero no llega a fin de mes y estar en casa no llena la heladera”, dice doña Delfi, como es conocida entre los vecinos del lugar, quien recibe las llaves de los coches y cobra las tarifas en el garaje donde trabaja en el centro de Buenos Aires.

¿Será cada vez más común ver a los mayores trabajando? Considerando que aumentó la brecha de edad promedio respecto al resto del mundo y que además tenemos la mayor proporción de habitantes con edades superiores a 55 años, muy próxima al umbral jubilatorio. Eso sin contar las circunstancias particulares del día a día y el ritmo de vida de los abuelos de la era.

Depresión post-jubilación

“Cuando una larga vida laboral se interrumpe definitivamente, se produce un cambio importante, radical” y este como cualquier otro cambio en la cotidianidad implica un proceso de adaptación, explica el terapeuta español, José María Guillén.

Dejar las actividades cotidianas, tener más tiempo libre e incluso poder dormir hasta más tarde, puede, aunque no parezca, provocar trastornos mentales, tales como la depresión.

El especialista señala que “en ocasiones, si la persona basó su vida, su identidad social y su rol familiar en el trabajo, se puede encontrar con que disminuya su autoestima al sentir que ha dejado de ser útil”.

Otros aspectos como percibir ingresos inferiores a los habituales, una jubilación anticipada de forma forzosa o por problemas de salud también pueden jugar en contra.

Entendiendo que, si la persona no cultivó ningún hobby o afición, ni tiene objetivos para su jubilación, puede tener dificultades para emplear su tiempo positivamente, porque no sabe qué hacer.

El galeno explica que sea cual fuere el motivo o motivos principales, “si la depresión no se soluciona y se vuelve severa y duradera, puede acarrear problemas físicos, empeorar viejas enfermedades o propiciar la aparición de otras nuevas”.

Recomendaciones del experto

  • Cultivar un hobby o afición.
  • Si está deprimido afróntelo es la única forma de salir.
  • Cultive un hobby o afición, si no tiene recupere alguno viejo.
  • Lleve a cabo alguna aventura que tenía en mente durante la juventud.
  • Haga el viaje de su vida.
  • Piense que podrá tendrá la oportunidad para compartir el tiempo y experiencias con la familia y amigos.
  • Quizás haya llegado el momento de realizar alguna labor de voluntariado.
  • Intente adaptarse a la nueva situación, aceptarla y empezar a sacarle partido.
  • Procure estar activo y realizar actividades que le alegren y le hagan recuperar las ganas de vivir y disfrutar.

Dejá tu comentario