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Eliminar las grasas no asegura bajar de peso

En la actualidad la ciencia exonera a las grasas dejándolas libres de culpa y cargo. Por el contrario, su consumo adecuado puede ayudar a quienes estén deseando bajar de peso. Esta nota te informa sobre el estado de las grasas en la actualidad.

Las grasas fueron catalogadas durante mucho tiempo como dañinas para la salud a razón del vínculo que establecen entre el colesterol y las enfermedades cardiovasculares, así como de grasas saturadas y dichas patologías, establecidas por el fisiólogo estadounidense Ancel Keys desde 1940 en adelante.
 
Después de la 2da guerra mundial dicho fisiólogo publicó su artículo “Seven Countries Study 1“donde se dejaba en claro el vínculo entre grasas saturadas y enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, dicho estudio analizó datos de 22 países diferentes, extrayendo conclusiones con la información de los únicos 7 que coincidían en demostrar correlación entre grasas y patologías.
 
La grasa es un término genérico para designar varias clases de lípidos, aunque generalmente se refiere a los acilglicéridos, ésteres en los que uno, dos o tres ácidos grasos se unen a una molécula de glicerina, formando monoglicéridos, diglicéridos y triglicéridosrespectivamente. Las grasas están presentes en muchos organismos.
 
El tipo más común de grasa es aquél en que tres ácidos grasos están unidos a la molécula de glicerina, recibiendo el nombre de triglicéridoso 'triacilglicéridos'. Los triglicéridos sólidos a temperatura ambiente son denominados grasas, mientras que los que son líquidos son conocidos como aceites.
 
El artículo publicado en la 2da Guerra sirvió para que las grasas saturadas o animales y el colesterol fueran los peores enemigos de la dieta y de la salud humana durante mucho tiempo. Sin embargo, cuando el siglo XX estaba llegando a su fin la ciencia comenzó a exonerar a las grasas, mostrando por ejemplo que no existe correlación alguna entre el colesterol y la aterosclerosis (es una enfermedad en la que se deposita placa dentro de las arterias. Las arterias son vasos sanguíneos que llevan sangre rica en oxígeno al corazón y a otras partes del cuerpo)  y que las grasas saturadas no están vinculadas a mayor riesgo cardíaco o de enfermedades  cardiovasculares.
 
Incluso, una investigación más reciente publicada en Annual Review of Nutrition determina que reemplazar grasas saturadas de la dieta por hidratos, sobre todo por azúcares, incrementa considerablemente el riesgo cardiovascular, al igual que la sustitución de grasas saturadas por grasas trans. Esto nos indica que las grasas se fueron alejando del banquillo de los acusados dejando al nuevo villano este lugar, es decir, al azúcar.
 
Un poco a saber y tener en cuenta es que consumir grasas no es lo mismo que almacenar grasas.
 
El exceso de grasa en el cuerpo es lo que se considera como la obesidad, una de las enfermedades más registradas en la actualidad y por la cual, aun se puede seguir confundiendo grasas de la dieta con poca salud. Sin embargo, consumir grasas no es lo mismo que almacenar grasas.
 

De hecho, si bien hay grasas como las grasas trans que se vinculan a mayor acumulación de grasa en el abdomen como ha demostrado un estudio publicado en la revista Obesity, hay otras como las insaturadas que pueden ayudar a producir el efecto contrario.

Si se escogen las grasas adecuadas, no sólo no se almacenarán grasas en absoluto sino que se podrá lograr el efecto contrario en el cuerpo.

Así, los ácidos grasos poliinsaturados Omega 3, sobre todo el ácido docosahexanoico (DHA) y eicosapentanoico (EPA) presentes en la grasa del pescado pueden tener un efecto antiadipogénico como declara una investigación publicada en la revista científica Lipids, ya que disminuyen la posibilidad de que se formen nuevas células grasas y de que las ya existentes incrementen su tamaño.

Como si fuera poco, en comparación con dietas reducidas en hidratos, aquellas bajas en grasas son menos efectivas al momento de perder peso, por lo que reducir el consumo de grasas no significa que se va a almacenar menos grasasen el cuerpo o a perder lípidos y adelgazar, sino que se puede ocasionar el efecto contrario.

Cuando se inicia un cambio en la dieta con el objetivo de perder los kilos de más, muchas veces se reduce la ingesta de grasas para facilitar el logro de un balance energético negativo, pues como las grasas son el macronutriente que más calorías aporta (9 Kcal por gramo), con su reducción se puede hacer una gran diferencia.

No obstante, eliminar las grasas no ayuda a perder peso como se dijo anteriormente, ya que no es lo mismo comer que almacenar grasas. Incluso, si se sabe escoger fuentes de grasas saludables, se puede beneficiar al cuerpo con su ingesta al momento de adelgazar y obtener muchos beneficios para el organismo.

Eliminar las grasas de la dieta puede volver menos apetecible e insostenible la alimentación hipocalórica en el tiempo, así como también, menos saludable.

Las grasas son necesarias, algunas de ellas esenciales porque el cuerpo no las produce, y su consumo puede ofrecer diferentes beneficios. Por lo tanto, eliminar las grasas de la dieta puede volver menos apetecible e insostenible tu alimentación hipocalórica en el tiempo, así como también, menos saludable, pues las grasas mejoran la absorción de vitaminas como la A, D, E y K, y también pueden ayudar a prevenir enfermedadescomo concluye un estudio publicado en la American Journal of Clinical Nutrition.

El omega 3 o los ácidos grasos poliinsaturados pueden ayudar a mejorar la composición corporal, reduciendo masa grasa e incrementando masa magra, todo lo cual es una gran ayuda para bajar de peso. Esto se ha probado con aceite de pescado que también ayuda a reducir el estrés, y con el consumo de nueces.

Fuentes de grasas saludables son aceites vegetales (excepto de palma), donde predominan muchas veces grasas monoinsaturadas, semillas y frutos secos con ácido alfa linolénico y omega 6, pescados grasos ricos en omega 3 como el EPA y DHA, palta y aceitunas ricas en omega 9 y legumbres oleosas con mucho omega 6 como soja y cacahuete y sus derivados.

Algunos platos que se puede elaborar con estos alimentos para incluir buenas grasas a nuestra dieta son:
• Budin de chía, coco y frutos secos
• Muesli crujiente de avena y almendras
• Rollitos de sardinas con verduras al horno

 

 

Budin de Chia, coco y frutos secos

 

 

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