7 FORMAS CIENTÍFICAMENTE PROBADAS

Revertir un mal día es posible y aquí te decimos cómo

Pensar que es imposible revertir un bajo estado de ánimo cuando el día ha comenzado muy mal solo empeora las cosas. Más sencillo de explicar, activamos lo que conocemos como la Ley de Atracción, provocan consecuencias afines a lo que se desea, piensa o anhela. Sin embargo hay actividades sencillas que te ayudarán a encarar el resto del día de forma renovada y están científicamente probadas.

Levantase con el pie izquierdo, a parte de común, puede percibirse como algo irreversible, y es que simplemente cuando las cosas no salen bien del todo, la pesadez y el mal humor se apodera de nosotros, hasta que llegamos a la cama y dejamos todo atrás el siguiente día. 

No obstante, pensar que es imposible revertir un bajo estado de ánimo cuando el día ha comenzado muy mal solo empeora las cosas. Más sencillo de explicar, activamos lo que conocemos como la Ley de Atracción, provocan consecuencias afines a lo que se desea, piensa o anhela.

Cuando estamos molestos nos enceguecemos, para contrarrestar esto es necesario respirar profundo y calmarnos, para volver a vislumbrar las cosas buenas entre tanta nube gris. Pero ¿Qué podemos hacer?

Hay muchas cosas que puedes hacer para sentirte mejor y "hackear" ese mal día, diversos estudios realizados reflejan la influencia de diversos factores, como la música, en la búsqueda de encarrilar nuevamente nuestro presente.

1. Respirar conscientemente

Como dije anteriormente debes respirar, pero de forma consiente. Es cierto que todos respiramos constantemente, pero tomar el control de la inhalación y exhalación, y hacerlo de forma profunda, es una manera de mejorar nuestro estado de ánimo.

Estudios científicos comprueban que la respiración profunda tiene efectos sobre el estado de ánimo, reduce al instante el ritmo cardíaco y la presión sanguínea, trayendo calma inmediata al cuerpo, en especial al cerebro, haciendo que veamos todo desde una perspectiva diferente.

Para hacerlo bien, se recomienda llenar los pulmones de aire y contar hasta 5 antes de liberarlos, y repetir tantas veces sea necesario para sentirse mejor.

2. Soltar los músculos

Cuando estamos estresados el cuerpo humano, por instinto, se contrae, al igual que muchos otros animales.

Soltarlos un poco, de forma intencional, podrá sacarnos de la imagen rígida donde esto nos supone. Esta técnica es también utilizada en las personas que sufren ataques de pánico.

Un simple estiramiento en casa o la oficina, e incluso actividades físicas como el zumba, pueden ayudar a relajar tu cuerpo y cambiar el enfoque del día.

3. Escuchar música clásica

La ciencia ha demostrado que escuchar música de ritmos lentos, hace que entremos en un estado de relajación, reduciendo el estrés e incluso generando un efecto positivo en la salud cardíaca.

Por este motivo, tomar un descanso de media hora escuchando música clásica puede marcar un antes y un después en un día que viene mal, el calmo efecto de la melodía podrá cortar además, los pensamientos negativos, para encarar el resto del día de forma renovada.

Otra opción es que, si sabes tocar un instrumento o te gusta cantar, te tomes un tiempo para hacerlo. No importa qué estilo de música sea: ¡te sentirás renovado por completo!

4. Caminar sin rumbo fijo

Está comprobado que realizar una caminata corta nos hace sentir mejor, porque reduce el cortisol en sangre, mejor conocida como la hormona del estrés.

La actividad física moderada proporciona una gran oxigenación en el cerebro lo que nos permiten relajarnos y tranquilizar el estado de ánimo.

Además, si el paseo no tiene un rumbo fijo, te ayudará a sentir que estás "torciendo" el destino de ese día que ha comenzado mal.

5. Leer un corto texto inspirador

La lectura es una actividad capaz de controlar los nervios más profundos, que incluso nos ayuda a transformar pensamientos íntimos y arraigados. Por eso es excelente para los momentos en los que sentimos que todo va mal.

Sin embargo, leer un libro no tiene quizás el efecto inmediato que buscamos cuando queremos cambiar el humor de nuestro día. 

En contraparte, podemos encontrar cuentos cortos o artículos inspiradores que pueden ser leídos, incluso, desde el teléfono móvil, y ayudarán a encarar el resto del día desde el foco del crecimiento personal.

6. Conversar con alguien nuevo

Pese a que no parezca ninguna novedad, una investigación de la universidad de Harvard reveló que tener y hacer nuevos amigos nos hace más felices.

Quizás, aquí lo complicado se hacer amigos de un momento para otro, en lo personal algo imposible de hacer. En contraparte, ser amigable, en cambio, es solo una cuestión de actitud. 

Prueba entablar una conversación amistosa con un vecino que te encuentres cerca de tu casa, con quien te atienda en un comercio, o con un compañero de trabajo con el que no habías hablado mucho antes. Es posible que te encuentres mucho más esperanzado cuando la charla termine. 

7. Jugar como un niño

Sin preocupaciones, con rabietas cortas y felices, así son los niños de los que debemos aprender, o mejor dicho, recordar que todo se arregla en fracción de segundos y seguir jugando. 

Cuando todo va mal, puedes jugar con un niño, si tienes un hijo, un sobrino o algún otro con quien hacerlo. También con una mascota. O directamente permitirte a ti mismo jugar y soñar sin límites por unos instantes. 

¡Después de eso, el día no podrá terminar mal!

Fantástico ejercicio de estiramiento de espalda y piernas

Aprendiendo a Respirar

Música Clásica Relajante de Flauta 

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