DÍA NACIONAL DEL TANGO

Recuerdos del "perengundin"

El tango surge en Buenos Aires en 1880, un Buenos Aires con una población de 210.000 habitantes, y una importante e incipiente inmigración europea. En 1910, por este fenómeno, la ciudad crece a 1.200.000 habitantes y el tango adquiere su modo reconocible. El pianista uruguayo Alberto Alonso, en su ensayo titulado "La cumparsita - Historia del famoso tango y de su autor", reconoce que el tanto es de Buenos Aires.

 

El baile del tango se originó en el puerto de Buenos Aires, a orillas del Río de la Plata, donde criollos y gauchos, marineros, indios, negros, y mulatos, bailaban valses, tango andalúz, zarzuela, bailes de origen escocés, habaneras de origen cubano, polka, mazurcas, cuadrilla y milonga.

Inspirado por todos esos ritmos nació el "tango arrabalero", un baile oriundo, como bien su nombre indica, del arrabal, un barrio humilde.

Alrededor de 1860-1870, en las proximidades de los cuarteles militares, había casas en las que se bailaban valses, mazurcas y chotis. En los descansos de la orquestita participan unos cantantes llamados 'milongueros', quienes viviendo en los arrabales de las ciudades hacían sus canciones improvisadas. Los asistentes a los bailes de las "chinas" iban "a la milonga".

A orillas del río, en el lugar llamado Tres Bocas del Riachuelo, hubo desde 1873 un galpón de madera que hacía de boliche en el que se vendía pescado frito, chorizos asados y vino. Parece que el primer propietario fue un italiano que le llamaban Augusto. Luego, es probable que comprase el comercio el emigrante José Pérez Gundín. Así, por la fama de los bailes de este boliche sin nombre rotulado, fueron los apellidos del propietario los utilizados para su identificación: "peregundin".

La Buenos Aires de 1880 fue ganada por el tango. Los "peringundines", como se llamaba a las academias de baile, funcionaban bajo autorización en los suburbios o barrios alejados del centro y, si bien en principio eran sólo para hombres, después incorporaron mujeres contratadas para bailar.

El tango nació en los días de los conventillos de una ciudad que todavía no era capital federal (esto recién ocurriría en 1910) pero estaba repleta de paisanos del interior, "gringos" recién bajados del barco y varios porteños de pocos recursos. Todos, quizás para diferenciarse o para generar arraigo, marcaron con impulso propio las nuevas expresiones populares.

El tango, un estilo claramente influenciado por el candombe y la milonga, era interpretado por pianos, guitarras criollas, contrabajos y violines. En 1910, de la mano de los alemanes, llegó al Río de la Plata el bandoneón, hasta hoy figura central del tango.

Del "peregundín" al Café Sabatino, el Almacén de la Milonga y el Viejo Bailetín del Palomar. En los boliches de la calle Necochea de La Boca podía escucharse las composiciones de Rosendo Mendizábal, Eduardo Arolas, Angel Villoldo y otros autodidactas que desconocían las partituras.

El tango pionero que se conoce es de 1886, "Dame la lata" de autor anónimo. Luego vinieron "El Talar", de Prudencio Aragón; "El Entrerriano" (1897), de Rosendo Mendizábal; y "El Choclo", estrenado en 1903, de Ángel Gregorio Villoldo. Era música sin letras. Para eso faltaba todavía. Antes llegó el baile.

"Dame la lata" - Cuarteto Del Centenario

En 1902 el Teatro Ópera organizó 'bailongos' con música de tangos: la novedad había llegado al centro.

Además, apareció la industria discográfica. Entre 1903 y 1910, se editaron más de 1.000 discos, de los cuales 350 eran de tango, tan sólo una década más tarde la producción ascendió a 5.500 discos, de los cuales 2.500 pertenecían al género ríoplatense.

Un disco valía entre $2,50 y $5, el gramófono para escucharlo costaba entre $150 y $300, y las partituras para interpretarlos entre $1 y $3. El salario de un vigilante de ese tiempo era de $60.

En 1905 se realizaron grabaciones en París (Francia) y Londres (Reino Unido) de repertorio criollo, bajo el sello Gramophone, para lo cual fueron enviados cantores nacionales y monologuistas. El plan de grabaciones incluyó, entre otros géneros, tangos interpretados por una llamada Banda Real Militar, que dejó una matriz con 2 tangos: la 2.052e, en disco Victor 3.009 de una faz y 62.146-A de doble faz, con “Guido” y “La payada” de José Luis Roncallo. Asimismo,el tango “Ay, chinita”, matriz 2.084e, discos 3.014 (una faz) y 62.151-A (doble faz).

Mi noche triste (1930) - Carlos Gardel

También en 1905 Enrique Saborido compuso “La morocha” que llegó a Europa en 1906 a través de la Fragata Sarmiento.

Gramophone estaba asociada con la Victor estadounidense, por lo cual las mencionadas matrices también fueron prensadas en USA y distribuidas en varios países centro y sudamericanos, además de la Argentina y Uruguay (donde todavía no había industria disquera).

Todavía el tango no había conocido a "la voz", pero 'el Morocho', tal como se lo conocía a Carlos Gardel, ya andaba por el Abasto, destinado a poner palabras al baile.

Fue Pascual Contursi quien escribió la letra pionera, expresando al nuevo porteño: "El amor perdido".

Contursi produjo también "Mi Noche Triste", uno de sus temas más emblemáticos. La música era la del tango "Lita", de Samuel Castriota, y Contursi lo cantó por primera vez en el cabaret Moulin Rouge, de Montevideo, donde se lo entregó a Gardel, quien lo contó en el teatro Urquiza de esa ciudad y luego en el Empire porteño.

El 20/04/1918 en el teatro luego llamado Maipo se estrenó un sainete que se mantuvo toda la temporada y fue repuesto al año siguiente. La clave del éxito fue la incorporación del tango a la pieza teatral y, en especial, el público se entusiasmaba con "Mi noche triste".

El tango no es solamente un género musical sino una cultura, un estilo de vida, un lenguaje (el lunfardo), y hasta una filosofía.

El lunfardo fue una forma de hablar que nació mediante la fusión entre palabras de algunos dialectos italianos, y de otras lenguas traidas por los inmigrantes, absorbidas y adaptadas al porteño.

El tango nos dejó para siempre a grandes nombres, tanto músicos: Armando Pontier, Osvaldo Pugliese, Anibal Troilo, Julio de Caro, Horacio Salgán, Mariano Mores, Astor Piazzolla, como poetas: Homero Manzi, Alfredo Le Pera, Celedonio Flores, Homero Expósito, Horacio Ferrer, Cátulo Castillo y Pascual Contursi, y cantantes: Carlos Gardel, Julio María Sosa, Roberto Goyeneche, Libertad Lamarque y Rubén Juárez.

El aniversario del nacimiento de dos de ellos es un homenaje a aquel "Morocho", y también al emblemático directos y compositor Julio de Caro.

Julio De Caro - La Cumparsita / 1930

En honor, respeto y conmemoración a ambos emblemas del tango fue Ben Molar -con el apoyo de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic), la Sociedad General de Autores de la Argentina (Argentores), la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), la Casa del Teatro, el Sindicato Argentino de Músicos (Sadem), la Unión Argentina de Artistas de Variedades (Uadav ), la Academia Porteña del Lunfardo, Radio Rivadavia, la Fundación Banco Mercantil, La Gardeliana, la Asociación Argentina de Actores y la Asociación Amigos de la Calle Corrientes-, quien en 1965 solicitó a la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires declarar el "Día Nacional del Tango".

Pero la solicitud tuvo que esperar 12 años: el Decreto Municipal Nº 5.830 es del 29/11/1977, y el 19/12/1977 se conoció el Decreto Nacional Nº 3781.

Dejá tu comentario