PESE AL TARIFAZO DEL 77% PARA VERANO

El Servicio Meteorológico Nacional seguirá apagando la luz

En el fin de semana último, el cambio climático y la política de tarifazos de electricidad y gas convergieron en el sur del conurbano bonaerense, donde unos 100 mil usuarios se quedaron sin luz ni siquiera para ver cuánto les tocó del 43% promedio de aumento con que vinieron las facturas en diciembre, al que se agregará otro 24% en febrero. Que haya o no más interrupciones del servicio en ese lapso no dependerá de las inversiones que hayan hecho las compañías distribuidoras ni de la reducción del subsidio que les paga el Estado, sino que funcionarios y empresarios se encomiendan al Servicio Meteorológico Nacional, que por cierto no está incluido en ningún ítem de la factura. Argumentan que no hay con qué darle a varios días seguidos de calor extremo en las próximas semanas y se resignan a que se repetirán los cortes de suministro. El ministro de Energía, Juan José Aranguren, casi recita el mismo pronóstico que hacía su antecesor kirchnerista, hoy preso, Julio de Vido: que los números mejorarán cuando haya mayor generación eléctrica por el ingreso al sistema de centrales térmicas, junto a las campañas oficiales para lograr más eficiencia energética (¿recuerdan APURE?) que el gobierno piensa masificar en los próximos días.

Se atribuye al temporal del sábado que en muchos barrios del conurbano, como Almirante Brown, Echeverría, Lomas y Lanús, haya habido desperfectos por postes caídos y cables eléctricos rotos y 42.383 usuarios afectados por cortes de luz: 19.531 corresponden a Edenor y 22.852 a Edesur, según informó el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).

En avanzadas horas de la tarde del domingo, unos 50.000 usuarios por cada prestadora estaban sin electricidad. A las 16 del lunes, todavía carecían de energía unos 20.000 clientes de Edenor y 15.000 de Edesur.

"Estuvimos sin luz todo el fin de semana. El sábado hubo cortes intermitentes y el domingo lo padecimos todo el día. Recién volvió hoy (por ayer) a la madrugada. Podemos soportar fallas, lo que nos parece mal es el incremento de las tarifas cuando el servicio sigue siendo pésimo", se quejó Ezequiel, vecino de José Mármol, a www.inforegión.com.ar.

En la región, los distritos más afectados por la falta de suministro fueron Almirante Brown, donde casi 2000 vecinos padecían cortes; Lomas de Zamora con más de 3000; Lanús con 850 y Esteban Echeverría con unos 700 hogares sin servicio.

En hogares de Remedios de Escalada, Valentín Alsina, Turdera, Temperley, Llavallol, Banfield, Monte Grande, Guillón, Glew y Calzada también había problemas por la baja tensión.

El ente, sin embargo, señaló que en 14 comunas de la Ciudad de Buenos Aires y partidos de zona oeste y sur del conurbano hubo una retracción del 25% en la frecuencia y la duración de las interrupciones eléctricas, porcentaje que debe haber tranquilizado seguramente a los damnificados que perdieron alimentos por cortarse las redes de frío.

Hasta ahí, el fugaz meteoro podría servir de explicación a la interrupción del suministro eléctrico que padecen vecinos de esas localidades, pero en cuanto se contextualizan las anomalías endosadas a las contingencias climáticas, como las altas temperaturas, inclusive, surge que tomando el 1er semestre contra el mismo período de 2016 (cuando asumió el gobierno de Mauricio Macri e inició el camino de los tarifazos), la cantidad y el tiempo total de los cortes de energía eléctrica en Capital Federal y Gran Buenos Aires se mantuvieron estables.

Dicho de otro modo, se encarecieron las facturas sin correlato en la calidad del servicio. La Nación acaba de publicar que Edenor y Edesur deben terminar, a más tardar a fin de año, 183 obras, según consta en los planes de inversión que se comprometieron a hacer ambas compañías con el ente regulador del sector, en el marco de la revisión tarifaria integral, por la que obtuvieron fuertes aumentos en sus ingresos.

Parole, parole, sobre todo para los usuarios que acumulan más de 20 horas sin servicio en el período de un año, para lo cual el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre) despachó multas a Edenor y Edesur por casi $ 200 millones en total, y amenaza con más sanciones una vez que las empresas hagan sus descargos.

En concreto, en lo que va del año el Enre castigó con $ 65 millones a Edenor, con compensaciones sobre las facturas de 365.000 usuarios afectados, y con $ 130 millones a Edesur, con 315.000 usuarios alcanzados.

Planteles exteriores

Las obras para reforzar el negocio de distribución eléctrica van desde la construcción de nuevas subestaciones, a la instalación de alimentadores, seccionadores, interruptores, la renovación de transformadores, cambios de tableros, actualizaciones tecnológicas en alimentadores y reemplazo de cables. En el primer ítem es más estructural (de contratistas más grosos), pero en los restantes parecerían ser más rutinarias y atendidas por los planteles exteriores propios o tercerizados.

Habría que hacer las cuentas de cuánto les pudo haber quedado a Edenor y Edesur, de fuertes vínculos con la Casa Rosada, entre ir maniobrando en el corto plazo del circuito financiero la transferencia que se les hizo vía tarifas en estos dos años e ir piloteando, simultáneamente, las inversiones comprometidas para mejorar el servicio, por más que se les apliquen multas que ni les hacen cosquillas a los balances.

No obstante, las empresas argumentan que todavía es muy temprano como para que se noten mejoras, dado que la Revisión Tarifaria Integral (RTI), junto al correspondiente plan de inversiones, empezó a correr recién desde octubre del año pasado. Se apoyan en esa explicación para no arriesgar pronósticos de mejoría para el verano.

Los datos que presentó el Enre en la audiencia pública del mes pasado dan cuenta que la RTI abarca $ 47.210 millones de inversiones entre 2017-2021 en total de las dos distribuidoras.  De estos, apenas el 15,5% entre tanto tarifazo, o sea, $ 7340 millones, deberían ser desembolsados este año, y afirman que a septiembre se llevaba ejecutado 65%

El Ministerio de Energía realiza encuadres macroeconómicos de los aumentos que dispone en las tarifas de electricidad, que a partir de 1 de diciembre reanudaron el intenso ritmo alcista tras el receso preelectoral.

Tras la audiencia pública del Ente Nacional Regulador de Electricidad (ENRE), en la Ciudad de Buenos Aires, la propuesta oficial dividió las subas finales en dos tramos, con un promedio del 77% entre diciembre de 2017 y febrero de 2018, si bien el impacto más fuerte se sentirá en el próximo mes: 43% promedio en diciembre y 24% en febrero.

Durante el 1er tramo de aumento, el 90% de los usuarios tendrá una suba máxima del 39%, mientras que uno de cada 10 tendrá un aumento en sus facturas del 47%.

Eso sí, en pleno verano, a partir de febrero de 2018, el fisco se verá aliviado, ya que después de los tarifazos el consumidor residencial del área metropolitana de Buenos Aires se tendrá que hacer cargo de $1.077, de los $1.440 que cuesta, de modo que el Tesoro subsidia el 26% restante.

El valor de las acciones de las distribuidoras eléctricas seguirá trepando en el Merval y los paneles externos, como lo ha venido haciendo en todo este tiempo para solaz de los accionistas, pero sin garantizarle al cliente cautivo que les paga las facturas la prestación de un servicio esmerado.

Está claro que la prioridad para la Administración de Macri no pasaba por el bienestar del usuario, sino por recomponer la ecuación económica de las compañías y reducir los subsidios que aporta el Estado.

El ministro de Energía, Juan José Aranguren, prefiere prender velas, en charlas con periodistas, para que los cortes de las próximas semanas sean menores en comparación con el mismo período del año pasado, claro que con las tarifas tres dígitos más caras que en ese punto de referencia.

Tampoco en la práctica se le prestó demasiada atención a la repercusión que las tarifas tendrán en el costo de vida  del año que calcula el INdEC, que para las consultoras se ubicará cerca del 24%, bastante abajo de cada saque que le dan a las facturas.  No es su tema, evidentemente.

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