IMAGEN Y PARITARIAS

Macri apela a Laclau-Mouffe: El enemigo es sindical

Mauricio Macri perdió casi 10 puntos de imagen en diciembre por la reforma previsional. No se midió aún si perdió más por los anuncios de los aumentos en los servicios públicos. El deterioro obliga a ‘recalibrar’ y retomar iniciativa política. En la lógica duranbarbista y de Laclau-Mouffe (éstos últimos sirvieron de inspiración al cristinismo), la salida es encontrar a un enemigo y ese enemigo parece ser el sindicalismo. El Gobierno suspendió por el momento la reforma laboral acordada con la CGT, y agita un proyecto de ley de limitación de las reelecciones de los dirigentes gremiales. Al mismo tiempo, siguen cayendo gremialistas corruptos (ahora ocurrió en la UOCRA de Bahía Blanca). En ese contexto, está la intención de la Administración Macri de ponerle techo del 15% a las paritarias y sacar la cláusula gatillo.

A fines de diciembre de 2017, tras los incidentes en el Congreso y la sanción de la polémica reforma previsional, una encuesta de Aresco midió la imagen del presidente Mauricio Macri y determinó que su apreciación positiva había caído 8 puntos a pesar de que dos meses antes se había alzado con la victoria en las elecciones legislativas superando el 40% de los votos a nivel nacional y ganando en los cinco distritos más importantes.

Macri terminó las elecciones con 52% de imagen positiva y 44% de negativa, según Aresco. Después de la reforma previsional volvió a los valores previos a las PASO de agosto.

Rouvier & Asociados también midió el mismo deterioro: ante de la reforma Macri tenía una imagen positiva del 54% y negativa del 43%. Después del cambio en la cálculo jubilatorios, cayó a 49% de positiva y 48% de negativa.

Al Gobierno le preocupa mucho la imagen presidencial, fue la gran tarea que afrontó Durán Barba cuando empezó a trabajar con Macri antes de que llegara a ser Jefe de Gobierno porteño: revertir la alta imagen negativa del actual mandatario…y mantenerla baja.

No es sólo Macri, el gobierno nacional necesita recuperar iniciativa política. Especialmente después de los anuncios de que no se pudo cumplir con la meta inflacionaria y de los aumentos en los servicios públicos.

Macri apela a la lógica de Laclau-Mouffe, los pensadores que sirvieron de inspiración al cristinismo y su visión conflictiva de la política: buscar a un enemigo. El kirchnerismo tuvo muchos: los medios, el campo, la derecha, etc. El macrismo parece haber elegido el suyo por estos días: el sindicalismo. Pero la cuestión es más compleja.

Hay una lucha abierta contra la mafia sindical con novedades casi diarias de apresamientos de sindicalistas corruptos. Hoy (11/1) se sumó el capítulo de la conducción de la UOCRA de Bahía Blanca. Antes fue el caso del ‘Pata’ Medina. Sería un error apuntar que ese gremio está enfrentado con la Casa Rosada. Su líder a nivel nacional, Gerardo Martínez, es un aliado de Macri. Todo indica que allí ocurre una depuración. Ninguno de los detenidos responde a Martínez.

El escenario es más complejo. El Gobierno acordó con la cúpula de la CGT avanzar en el Congreso con la reforma laboral. El proyecto se presentó en noviembre, pero quedó varado en el Senado donde Miguel Pichetto exige que la central obrera dé la cara para defender la iniciativa y silencie críticas como las de Pablo Moyano.

La familia Moyano es un problema para Macri. Hubo gestos por parte del padre de familia que fueron bien recibidos por el Gobierno que respondió con la presencia del ministro Jorge Triaca en un acto que contó incluso con la presencia de Pablo. Eso ocurrió al mismo tiempo que el presidente de Independiente y el titular de los Camioneros son investigados por la Justicia. La espada de Damocles sobre sus cabezas. Pero Hugo recibió algunas concesiones antes en el caso de Oca y su quiebra, aunque hoy se debe haber desayunado con el DNU de reforma del estado que incluye los ‘bitrenes’.

Según el decreto presidencial se habilitaran "en algunos corredores viales" los llamados "bitrenes", formaciones compuestas por un camión y dos remolques, que permiten transportar más carga, y reducir costos logísticos en más de 20%.

El medio, un exaliado como Luis Barrionuevo le hace el juego a la estrategia oficial con sus amenazas y recuerdos de los mandatos truncos de Alfonsín y De la Rúa.

El enfrentamiento con los gremios –y acercamiento a otros, como fue el caso de los peones del fallecido ‘Momo’ Venegas- tendría otro plano: fijar las paritarias en el 15% y quitar la cláusula gatillo que varios gremios ya reclaman para compensar la meta incumplida de la inflación de 2017. Esa es la discusión caliente que se viene.

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