CARTAS OCULTAS

Puigdemont retira petición de voto delegado y besa la bandera de España

El 'expresident' catalán cesado y candidato a ser investido nuevamente como presidente de la Generalitat había solicitado, junto al resto de los diputados huidos en Bruselas, delegar el voto en el pleno de la investidura. Ahora, Junts per Catalunya retiró la solicitud, en una jugada sorprendente que estaría destinada a evitar que la oposición recurra al Tribunal Constitucional dado que, solicitando el voto delegado, él mismo estaría asumiendo que no estaría personalmente en el debate, explica VozPopuli. Su presencia física es imprescindible para poder ser investido, han advertido los letrados del Parlament. Mientras tanto, en Dinamarca, el 'expresident' fue increpado por un joven peluquero que le hizo besar la bandera de España, país con el que dijo, no tiene ningún problema.

El grupo parlamentario Junts per Catalunya, retiró la solicitud de que el 'expresident' catalán cesado, Carles Puigdemont -huido de la Justicia española y candidato a la presidencia de la Generalitat-, participe del pleno de investidura por voto delegado. La propuesta iba a ser analizada por la Mesa del Parlament pero el grupo independentista la retiró antes. Se mantiene la petición de delegación del voto a la cámara catalana de otros 4 diputados que están en Bruselas -Toni Comin, Lluís Puig, Clara Ponsatí y Meritxell Serret-. La Mesa del Parlament pospuso el debate sobre si se aceptará o no. Un informe de los letrados de la Cámara sostiene que esta delegación de voto sería contraria al reglamento del Parlament, pero asímismo esgrimen que la decisión última la tiene la Mesa.

El asunto es clave, explica Camilo S. Baquero del diario El País, porque sin los 5 parlamentarios, los 2 bloques (independentista, que apoya la candidatura de Puigdemont, y constitucionalista, que la rechaza) se igualan al máximo (65 contra 65). Se había venido incluso especulando con las posibles dimisiones de algunos de ellos -si sus delegaciones de voto son rechazadas-, para que los números cuadraran (recordemos que de concretarse las renuncias, entraría a correr la lista y sus escaños serían ocupados por otras personas).

Luis B. García del diario La Vanguardia explica que se fijó para el jueves 25/1 una nueva reunión de la Mesa, en la que también se pondrá fecha al debate de investidura que, según la ley, deberá realizarse antes del 31/1. De lo contrario, el Presidente español, Mariano Rajoy -autoridad de Catalunya desde la intervención de su autonomía bajo el artículo 155- podría convocar a nuevas elecciones.

"Puigdemont intenta evitar, con esta sorprendente jugada, que la oposición concrete su amenaza de recurrir al Tribunal Constitucional la sesión de investidura del expresident, dado que, en el caso de solicitar la delegación del voto, él mismo estaría asumiendo que no se personaría al debate", explican Fernando Asunción y José Alejandro Vara del portal VozPopuli. Es decir, la petición de delegación del voto sería como reconocer que intentará ser investido bien por vía telemática o por persona interpuesta. Pero su presencia física resulta imprescindible para ser investido, tal como han advertido los letrados del Parlament y hasta voces del partido independentista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

Horas después de celebrarse la reunión de la Mesa del Parlament, explica La Vanguardia, el presidente de las cámara, Roger Torrent, hizo oficial la propuesta -ya anticipada ayer- de Carles Puigdemont como candidato a ser investido nuevamente 'president' de la Generalitat.

"Puigdemont oculta sus cartas, retira su petición del voto delegado justo antes de que la Mesa del Parlament entrara a debatir esta cuestión, y mantiene el suspense en torno a lo que pueda llevar a cabo en las próximas fechas", escribieron Asunción y Vara.

La oposición constitucionalista, formada por Ciudadanos, el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) y el Partido Popular (PP), rechazó la decisión de Torrent de aplazar el debate sobre el voto delegado. "Ninguna artimaña va conseguir que Puigdemont sea president ni por plasma ni estando presente", advirtió Carles Carrizosa, portavoz de Ciudadanos, explica El País. El partido interpreta que la mayoría de la Mesa, controlada por el independentismo, sólo persigue dificultar al máximo que los grupos puedan presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional. Los socialistas, por otro lado, han advertido que no participarán de un debate en el que el Puigdemont sea el candidato y fuera del hemiciclo, explica Baquero.

Mientras tanto, desde Dinamarca, el 'expresident' cesado pidió volver a España "sin riesgos". Mucho se especuló en los últimos días sobre una intención subyacente en su viaje a ese país, cuyo motivo oficial era participar de un debate en la Universidad de Copenhague. Pero se creía que Puigdemont buscaba ser arrestado para, de esa manera, poder delegar su voto en la investidura. Los dirigentes en prisión pueden delegarlo gracias al permiso judicial del Tribunal Supremo, explicó La Vanguardia.

Puigdemont consideró "delirante" y "sorprendente" que la Justicia española considerara que su viaje a Dinamarca tenía como objetivo ser detenido. Desde allí, reclamó al Gobierno español que tome las medidas necesarias para que pueda volver a Catalunya "con seguridad", con plena tranquilidad y total normalidad, y así poder someterse a la investidura como president de la Generalitat. “Estoy trabajando para poder ir al Parlament y poder debatir con el resto de diputados”; conseguirlo “es mi tarea para los próximos días”, dijo a periodistas.

Durante el desayuno, un peluquero español había increpado a Puigdemont, instándole a besar una bandera de España. El 'expresident' cesado sonrió, dijo que no tenía problema y la besó, hasta 2 veces. "No tengo ningún problema con España", le respondió Puigdemont. "¿Y la independencia? ¿Eso no es ningún problema?", lo increpó el jóven. El 'expresident' respondió que "no" pero el muchacho siguió: "¿Y los catalanes tampoco? ¿Que no están todos peleándose?" Puigdemont retrucó: "Hemos votado en masa". "Cuando llegues a España, la cárcel te espera. Que tengáis un buen día todos", se despidió el muchacho. Más tarde, por Twitter, Puigdemont reiteró no tener ningún problema con España ni su bandera: "La batalla es contra quien ejerce el poder despóticamente".

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