GRADUALISMO BONAERENSE

Tensionar con el peronismo no es la idea de Vidal (y viceversa)

Políticamente más hábil que Mauricio Macri, María Eugenia Vidal tiene un enfoque diferente acerca de muchas cuestiones, comenzando por la relación con el peronismo. Los frentes abiertos que tiene el gobierno nacional, María Eugenia Vidal los administra en su territorio de otra manera. Los va dosificando aunque el resultado termina, por lo general, con saldo a favor para la gobernadora. Y cuando ve que la cuestión puede complicarse, pone un freno. Los casos son variados. Algunos de ellos quedaron expuestos de manera muy clara en las últimas semanas. Mientras tanto, el PJ se reúne para definir posturas. Crece el consenso para avanzar en reforma política que hoy ven con buenos ojos los peronistas que necesitan conservar territorios.

Mientras se tensa la situación entre sindicatos y el gobierno nacional, María Eugenia Vidal aún tiene para consumir el crédito que dejaron los avances judiciales sobre gremialistas afincados en la provincia de Buenos Aires. Primero fue "el Pata” Juan Pablo Medina y luego Marcelo Balcedo, a quien el mundo platense lo conoce muy bien desde sus acciones bajo el paraguas del diario Hoy. El juez que lo mando a detener, Ernesto Kreplak, era conocido en el consejo de la magistratura como cercano a 'Wado' Eduardo De Pedro, otrora hombre de confianza de CFK. Justicia y política suelen adaptarse a los tiempos que corren. A ello hay que sumarle los delegados de UOCRA en Bahía Blanca denunciados por la propia gobernadora. 

A la etapa sindical, parece haberse abierto el tiempo de dirigentes políticos vinculados al gobierno anterior y sus problemas legales. La justicia detuvo al ex jefe comunal de Lincoln, Jorge Fernández, acusado por asociación ilícita y la comprobación de 39 hechos de corrupción. Se trata del intendente que recibió en la última campaña a CFK en su propio tambo para mostrar que se podía mejorar la relación con el campo, deteriorada hace 10 años exactamente. En la información que circula por La Plata, este no sería el único caso. Recomiendan mirar hacia Brandsen. Pero también estar atentos al devenir de las causas que involucran a hombres muy cercanos al ex gobernador Daniel Scioli. Muchos de ellos necesitarían “soluciones ya” para no ver complicado su futuro judicial.

La pregunta es hasta cuándo el avance sobre la corrupción puede frenar algún creciente malhumor por los aumentos permanentes de precios, tarifas y alícuotas que se ven en todos los ámbitos. El juego del “cuco o la sopa” en algún momento encontrará su límite. Por eso, Vidal entiende que hay que aplicar gradualismo en la administración de los conflictos.

Esa quizá sea la razón por la cual ella mando a decir que no habrá reforma previsional en el IPS (Instituto de Previsión Social) durante este año. Un borrador del proyecto circuló entre los legisladores a finales del año pasado cuando se levantó mucha polémica con los cambios en el régimen de jubilación de los empleados del BAPRO. Vidal archiva por ahora el proyecto, pero se reconoce que, en algún momento, habrá que discutirlo. Un ejemplo gráfico consiste en que todos los años se jubilan agentes del Estado Provincial que dejan de aportar pero no son reemplazados por nuevos. Muchos de los que ingresan lo hacen bajo la modalidad de contratados como monotributistas que terminan aportando a la caja del ANSeS y no del IPS.

Otro tema que, por ahora, quedará para momentos mejores es la división de los municipios más grandes de la provincia. Entre ellos están anotados Moreno, La Matanza, General Pueyrredón. Una fuente de gobernación calificada asegura que no será durante este año. Tensionar el vínculo con el peronismo no es la idea primaria de Vidal, sobre todo con el sector que viene siendo dialoguista. Lo que sí habrá serán pujas bilaterales entre intendentes y funcionarios provinciales que pisan sus terruños pensando en 2019.

Justamente, en San Bernardo se hará la primera reunión del año del peronismo bonaerense. Allí se discutirán una serie de temas para poner en agenda y marcar posturas claras con respecto al gobierno. Entre ellos, los aumentos de tarifas, la reforma laboral -casi caída- la reforma jubilatoria, el reparto de fondos para las comunas entre otros.

Es claro que los intendentes opositores pueden tensar la cuerda pero no cortarla. Ellos también tienen que vincularse con el gobierno provincial para sumar recursos. Mucho más ahora que habrá dinero extra tras el acuerdo por el fondo del conurbano.

Lo que sí será un tema de discusión en el 2018 es la reforma política. El gobierno la agitó y ahora el peronismo la ve con otros ojos. Sobre todo el modo en el que se vota. La idea de ir a la boleta única o electrónica parece ser ahora la posibilidad más concreta de los intendentes opositores para sortear la ola de Vidal en 2019 y no perder sus municipios. Mucho más si la demandada unidad no llega. La famosas vueltas de la política, que en definitiva son el reflejo de la vida misma.

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