ENVIDIADOS Y CRITICADOS

Manual para entenderlos: Millennials, la generación insatisfecha

La denominación millennials fue realizada por los norteamericanos Neil Howe y William Strauss, generación a la que caracterizaron por su gran capacidad profesional y sentido emprendedor. Pero, ¿cómo son los millenials? ¿qué los diferencia de otras generaciones? y ¿cómo podemos entenderlos? El gurú de la motivación, Simon Sinek nos aclara algunas de estas sobre la generación del bajo autoestima y cómo es en realidad la vida de un millennials, en un video muy interesante que se volvió viral en las redes.

Instagram, Snapchat, Vine, Pinterest, Twitter, y cualquier otra red social, sea cual sea, la conocen a la perfección. Todo esto en la constante necesidad de mostrar “una vida perfecta y sin problemas” y la aprobación de un mundo subreal que busca llenar un vacio sin fondo ni final. Así son los conocidos Millennials.

Esa criticada generación,  e incluso envidiada, pero que esconde una profunda verdad, infidelidad.

Se conoce como millennials o Generación Y a las personas que nacieron desde la década de 1980. Se cree, además que son personas que se adaptan fácil y rápidamente a los cambios, producto de la influencia tecnológica constantemente variable.

En contraparte, se los acusa de creerse merecedores, de ser narcisistas, egoístas, sin objetivos y vagos, pero todo esto es consecuencia del mecanismo de ‘recompensa rápida’ el cual el hombre ha venido perfeccionando a lo largo de los años para facilitar la rutina diaria.

Para Simon Sinek, nombrado el ‘gurú de las charlas motivacionales, es necesario hacer un análisis previo sobre los millennials para poderlos comprender, allí hay que destacar cuatro características que los componen: la crianza, la tecnología, la impaciencia y el ambiente.

“Los millennials crecieron sujetos de estrategias fallidas de crianza. Por ejemplo, les dijeron que eran especiales, todo el tiempo. Les dijeron también que tendrían todo lo que quisieran en la vida, solo por quererlo. Cuando estas personas caen en el mundo real, en un instante se dan cuenta que no son especiales y que no tendrán todo lo que desean solo por quererlo, detalló Sinek, quien agregó que cuando esto ocurre la imagen y autoestima de estas personas se va al suelo, cayendo incluso en depresión.

Este hecho, según el motivador es crítico porque estamos ante la presencia de una generación entera que está creciendo con menor autoestima que las anteriores, intentando llenar un vacío que nunca consiguen llenar. 

Sobre las redes y el teléfono celular, apartando sus claras habilidades para poner filtros en las fotografías, el problema es mucho más profundo e incluso alarmante, ya que puede estar vinculado a adicciones que son autodestructivas, similares a la del tabaco, el alcohol y la ludopatía.

La verdad de los Millennials

Sink comenta que para estos jóvenes tildados de 'amargados', el smarthphone o iPhone se convierte en una necesidad de “vida o muerte”, evidenciando productos de una clara adicción y al estar siempre online, sin embargo, esto último es consecuencia, a su vez, de una respuesta fisiológica del organismo.

“El otro problema que lo complejiza es que crecemos en un mundo de Facebook o Instagram. En otras palabras, somos buenos poniéndole filtro a las cosas y aún mejores mostrándole a la gente que la vida es asombrosa, así estemos deprimidos. Se muestran rudos como si lo supieran todo y la realidad es que hay muy poca fortaleza y muy, pero muy, pocos lo saben todo”.

¿Pero de quién es la responsabilidad de esto? La ciencia desmostró que existe una vinculación entre la interacción entre las redes sociales y nuestros celulares y la libera un químico en el cerebro llamado dopamina. Razón que detalla por qué cuando se recibe un mensaje nos sentimos tan bién. 

“La dopamina es exactamente el mismo químico que nos hace sentir bien cuando fumamos, cuando bebemos o cuando apostamos. En pocas palabras: Es altamente adictiva”, sumó.

Es bien sabido, que existen restricciones de edad para fumar, aportar y para el alcohol, sin embargo para redes sociales y teléfonos inteligentes no hay limitantes. Lo que equivale a abrir una licorera y decirle a los adolescentes ‘mira aquí, si estás triste’.

Para ponerlo en dos platos, segun Simon Sinek hay una generación entera que tiene acceso a un adictivo y adormecedor químico llamado dopamina, a través de las redes sociales y celulares, durante el alto estrés de la adolescencia.

"Cuando somos pequeños la única aprobación que el ser humano necesita es la de sus padres, no obstante, cuando se pasa a la adolescencia, existe una transición, en la que se busca la aprobación de los semejantes, hecho que es muy frustrante para los padres, pero que es necesario para la culturización y adaptación externa, es decir fuera del núcleo familiar. Este período es altamente estresante en los adolescentes y se supone que deberían aprender a apoyar a sus amigos, como parte de la adaptación a la civilización externa", comenta.

Por tratarse de una etapa estresante, los adolescentes de hoy quedan enganchados en los efectos adictivos que tiene la dopamina, como salida para sobrellevar el estrés y la ansiedad a través de la interacción redes sociales – teléfono celular. Hecho que queda programado en sus cerebros y por el resto de sus vidas, tal como la adicción al alcohol.

En traducción, cuando los millennials sufren un estrés importante, financiero, afectivo o laboral, no acudien a una persona sino al teléfono celular, así como un alcohólico lo hace con la bebida. Como especie de un refugio, que da “alivio” temporal.

Todo esto conlleva que cuando los adolescentes crecen, en este caso los millennials, no saben cómo formar relaciones profundas o significativas. “Las relaciones profundas no existen porque nunca practicaron las habilidades necesarias para hacerlo y peor aún, no tienen ni siquiera los mecanismos para lidiar con el estrés”.

En estos casos es necesario tomar un poco de conciencia y limitar el acceso a los aparatos electrónicos, para evitar adicciones y descargas de dopamina constantemente. En este punto es importante poner reglas como sacar el celular o diversos aparatos electrónicos del dormitorio, no utilizar el smartphone como despertador y en otros casos apagarlo cuando se esté en reuniones de trabajo o con amistades. 

Así dicen que son los Millennials en una entrevista de trabajo 

Carafterísticas que que eres un millennials

  • Decisiones libres: Aman la libertad y la autonomía. No les gusta que les impongan formas de ser y pensar, quieren tomar sus propias decisiones pero sin apartarce mucho de su zona de confort por sus inseguridades. 
  • Alto perfil: Están preparados, tienen mayor acceso a la educación e información. Son exigentes consigo mismos y están convencidos de sus capacidades. Quieren hacer muchas cosas a la vez, pero nada es suficiente. 
  • Relaciones de pareja: Son cada vez más independientes, no quieren ceñirse a tener alguien estable, casarse a cierta edad o tener hijos. Aplazan la formalización de relaciones cada vez más, porque no saben manejar el estres de una relación profunda, por lo que se plantean otras metas como ahorrar y viajar.
  • Las causas que valen: Los millennials tienen un mayor nivel de conciencia que los lleva a emprender luchas en nombre de lo que consideran justo y responsable. Quieren hacer una diferencia y contribuir a que este mundo sea mejor y causar impacto. 
  • Visión del trabajo:  A muchos no les afana terminar una profesión o tener cierto cargo. Cumplen ciclos en tiempos cortos y valoran más lo inmediato que proyectos a largo plazo. Esto no siempre coincide con políticas o estructuras en las que están inmersos.
  • Con la autoridad:  Con las figuras como padres, profesores o jefes exigen un trato de igual a igual, con una comunicación fluida basada en el respeto a su estilo de vida, sin tener que retribuir en la misma medida. Son abiertos y confrontadores, pero sensibles a cualquier observación.
  • Relación con tecnología:  Las redes sociales son una manera de mostrar su individualidad. El hecho de estar inmersos en la tecnología les da más autonomía en sus decisiones, en la manera como asumen el compromiso y manejan el tiempo o el dinero.
  • Las emociones:  Quieren experimentar muchas emociones y sensaciones al mismo tiempo. Conocen y están familiarizados con el lenguaje emocional. En algunos casos evidencian vulnerabilidad que se expresa en jóvenes hipersensibles, con baja resistencia a la frustración, poco resilientes, que tienden a sentirse abatidos con facilidad. Muchos expresan insatisfacción con sus proyectos de vida porque, entre otros, quieren resultados rápidos.

Gloria Álvarez por qué los millennials son socialistas

Consejos: Qué hacer si mi hijo es un millennials

  • Siempre es útil recordar que para comunicarse con un hijo millennial, la conversación casual, simple y cotidiana es fundamental. Además, el lenguaje no verbal transmite mucho más que cualquier palabra. 
  • Se debeevitar criticar y rotular la forma de vida de estos jóvenes, ya que dichos comentarios no ayudan a la comprensión y menos a la acción. En general, las etiquetas no promueven los cambios. Además es necesario comprender que los seres humanos de esta década estamos asistiendo probablemente a la mayor metamorfosis vivida desde tiempos inmemoriales.
  • Dadas las particulares características presentadas por esta generación, el afecto sigue constituyéndose en la estrategia más segura para lograr el objetivo. No debemos olvidar que muchos de ellos, a pesar de su edad, siguen funcionando como adolescentes y, por tanto, necesitan hoy más que nunca de una guía segura que los oriente en el competitivo mundo en que se encuentran.
  • Finalmente, la negociación se transforma en la mejor forma de resolver conflictos generacionales, donde los adultos comprendan que sus propias vivencias históricas poco o nada pueden servir a sus hijos. Hecho distinto ocurre con la madurez que otorga la experiencia. Si los hijos han terminado sus estudios, ingresan al mundo laboral-económico, pero se niegan a abandonar el hogar, pareciera por ahora que lo más lógico es generar una nueva negociación, donde ambas partes logren visibilizar y asumir obligaciones. Así, los hijos dejan de ser una carga para los padres, asumiendo un rol colaborativo, tanto en lo económico como doméstico frente a este nuevo clan familiar que comienza a configurarse dentro de nuestra sociedad.

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