A PRESTAR ATENCIÓN

Señales que indican que necesitás hacer ejercicio

El deporte es una de las cosas más hermosas que pueden existir, ya que no solo es bueno para el cuerpo sino que también para la mente y por tanto los cambios de humor. Es por eso que la poca actividad física se manifiesta de diferentes maneras y los especialistas dan cuenta de qué factores hay que tener en cuenta para escuchar al cuerpo y darse cuenta de que hay una deficiencia en el ejercicio de actividad física. La opinión de los especialistas.

 La inactividad trae aparejada una serie de posibles desencadenantes para el organismo, varios de los que en principio no se suelen relacionar directamente como producto de la poca ejercitación. El cuerpo habla, cuenta, expresa en silencio diferentes necesidades del individuo. Y entre ellas, por ejemplo, advierte la falta de práctica de actividad física exponiendo determinados síntomas.
 
Al respecto Claudia Lescano, licenciada en preparación física y alto rendimiento, mencionó a Infobae: "Hay señales que son visibles, como la obesidad o la falta de masa muscular. Hilvanando más fino, la descoordinación en el desplazamiento o la torpeza en movimientos". Por otra parte, explicó que están las detectables a través de estudios clínicos, por ejemplo "la osteopenia u osteoporosis, la hipertensión arterial o el colesterol alto".
 
"Pero también pueden aparecer otros síntomas por el mal manejo de la energía que proviene a través de los alimentos. El insomnio, la falta de apetito y la depresión son manifestaciones por la poca movilización de esa energía que forma nuestro cuerpo", acotó la especialista en metabolismo.
 
También, el experto en acondicionamiento físico Brandon Mentore comentó una serie de señales que demuestran cuando un individuo necesita y debe ponerse en movimiento.
 
Enfermarse con mayor frecuencia de lo normal es una de las primeras señales, es decir, que en este caso el individuo presenta un sistema inmunológico débil: . Y un aliado para evitar esto es el ejercicio regular. De acuerdo a un análisis de la Universidad de Harvard, esta modalidad de entrenamiento favorece a un sistema inmunológico saludable. "Promueve la buena circulación, lo que permite que las células y las sustancias del sistema inmune se muevan a través del cuerpo libremente y hagan su trabajo de manera eficiente", apuntan desde la institución.
 
La depresión y la falta de ánimo: "El ejercicio aumenta la dopamina, las beta-endorfinas y el Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro (BDNF), mejorando su estado de ánimo, memoria y productividad", dijo Mentore al sitio Business Insider, sobre cuando la falta de ganas domina al sujeto. A colación, un reciente estudio reveló que tan solo una hora de ejercicio físico a la semana puede prevenir el desarrollo de la depresión  en el futuro, independientemente del tipo y de la intensidad de la actividad.
 
La respiración forzada: otra de las manifestaciones más comunes es la falta de aliento ante movimientos que normalmente no lo provocaban, o que no demandan un esfuerzo mayúsculo, como subir las escaleras. Esto es una señal de un sistema cardiovascular desacondicionado, explica el experto.
 
Además, el ejercicio promueve un descanso reparador, ya que ayuda a regular el ritmo circadiano, que a su vez sintoniza y controla los ciclos de sueño. No obstante, los especialistas no recomiendan la práctica en horas próximas al momento de acostarse. La razón es que la actividad física produce la liberación de cortisol -que dificulta conciliar el sueño-, incrementa las pulsaciones y activa el sistema nervioso generando una excitación y un cansancio lógico, que se reflejan más tarde en la relajación.
 
Por último, la ejercitación estimula el funcionamiento intestinal, debido a que cuanto más se entrene, menos tiempo tardará la comida en atravesar el intestino grueso, lo que a su vez disminuye la cantidad de agua que el cuerpo absorbe de la materia fecal.

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