SON MILES

Deuda histórica e impagable: Los desaparecidos de Colombia (y Argentina)

Las desapariciones perpetradas incluso durante los gobiernos democráticos en Colombia ha rebasado las dramáticas cifras de la dictadura Argentina: sólo en los últimos 3 años se han desaparecido 38.255 personas, el conflicto del Estado con la guerrila es el problema principal. Se estiman en más de 250.000 las personas desaparecidas en los últimos 20 años. La desaparición forzada es un crimen de Estado que acalla al desaparecido y a la vez que inyecta terror en los sobrevivientes. Para algunos expertos en Colombia “La búsqueda de desaparecidos no aparece en la agenda política”, sin embargo, en un acto de restitución de tierras a víctimas del conflicto armado, en Granada, Antioquia (Colombia), el Presidente Juan Manuel Santos, anunció que se designará una gerente para avanzar en la búsqueda de desaparecidos en ese país.

El tema de los desaparecidos en Colombia es dramático, incluso igual o aún más triste que los desaparecidos por la dictadura Argentina. Todos duelen por igual y es una deuda no sólo histórica sino difícil de pagar. Por ejemplo, en enero de 2011 la Fiscalía de Colombia publicó un estremecedor informe: en él revela tener documentados 173.183 asesinatos; 1.597 masacres; 34.467 desapariciones forzadas, y al menos 74.990 desplazamientos forzados, estos crímenes cometidos no hace mucho tiempo, entre junio de 2005 y el 31 de diciembre de 2010 por el paramilitarismo.
 
El conflico del Estado con la guerrila en Colombia es complejo, y actualmente, luego de algunos ataques a comisarías en Colombia el Gobierno decidió suspender un acuerdo que firmaron en 2017 para iniciar un diálogo de paz. Hace un año se firmó el histórico acuerdo de paz en Colombia. Al hacer la evaluación, algunas cosas van bien, otras tantas apenas arrancan y otras muchas van mal.
 
El acuerdo mucho no funcionó, por ejemplo, en principio el homicidio había comenzado a descender de forma significativa en todo el territorio colombiano y particularmente en las zonas donde operaban las FARC las reducciones fueron significativas hasta finales de 2016. Sin embargo, en 2017 en 123 municipios de los 242 donde operó las FARC los homicidios van al aumento. Este grupo de municipios se podría dividir en dos categorías. 76 de ellos presentan aumentos debido a la disputa y apropiación de economías ilegales por parte de otras organizaciones criminales. Otros 47, presentan aumentos de homicidios debido al vacío de poder dejado por las FARC en las regulaciones sociales o disputas entre vecinos.
 
Este sábado, en un acto de restitución de tierras a víctimas del conflicto armado, en Granada, Antioquia, el presidente Juan Manuel Santos, anunció que se designará una gerente para avanzar en la búsqueda de desaparecidos en Colombia. Señaló que debido a que se ha logrado avanzar en la paz de Colombia, muchos colombianos han reclamado al Gobierno Nacional buscar a los que están desaparecidos, debido al conflicto colombiano.
 
“Dónde está mi hija, me decía alguna vez una señora, y le decía vamos a encontrarla, vamos a buscarla para saber dónde está. Es lo único que yo quiero, yo sé que ella está muerta pero quiero saber dónde está”, afirmó.
 
La mayor fosa común del continente americano se descubrió en diciembre 2009 en el Meta, detrás del batallón militar de la Macarena: la fosa contenía 2000 cadáveres de desaparecidos por la fuerza Omega del Plan Colombia. Desde 2005 el ejército había estado enterrando allí a los desaparecidos.En diciembre de 2010, se comprobó la existencia de otra mega fosa común: Defensores de derechos humanos denuncian que los nuevos 1.505 restos humanos hallados en el Meta podrían ser más asesinatos de civiles perpetrados por el ejército.
 
Organizaciones defensoras de derechos humanos, víctimas y políticos de Colombia expresaron su respaldo a la creación de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, que tendrá como labor principal encontrar a los más de 50.000 desaparecidos que hay en el país, ese acuerdo se logró en el 2017, hasta ahora, para muchos expertos, el tema de los desaparecidos sigue siendo una deuda, que realmente no es parte de la agenda de los políticos de ese país. 
 
Argentina ayuda a Colombia:
 
El equipo colombiano de Búsqueda de personas no identificadas ha viajado en repetidas oportunidades a la Argentina para trabajar juntos y compartir experiencias con el Banco Nacional de Datos Genéticos, para así aprender el proceso de identificación con el Equipo Argentino de Antropología Forense, con más de 30 años de experiencia.
 
"La experiencia de Argentina, con más de 35 años de búsqueda de los desaparecidos de la dictadura militar [1976-1983] puede ser un gran aporte en la búsqueda de los desaparecidos que dejó el conflicto entre la guerrilla y el Estado, finalizado con la firma del acuerdo de paz de 2016", dijo a Sputnik Jenny Martínez González, coordinadora del proyecto Búsqueda de personas no identificadas (NN) en cementerios, dependiente de la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio del Interior colombiano.
 
Argentina también tiene desaparecidos, ¿cuántos son?:
 
El asunto de los derechos humanos es muy sensible en Argentina, donde aún está muy reciente la memoria de la terrible dictadura militar (1976-1983) que devastó el país con miles de asesinatos, robos de niños y todo tipo de vejaciones. El kirchnerismo llevó esta cuestión como gran bandera y ahora Mauricio Macri asegura que la política en esta materia no cambiará, pero muchos kirchneristas desconfían y cada gesto genera una gran polémica.
 
 
Un hombre cercano a Macri, el ministro de Cultura de Buenos Aires y director del Teatro Colón, Darío Lopérfido, aseguró en 2016: “En la Argentina no hubo 30.000 desaparecidos. Ese número se arregló en una mesa”. Lopérfido, respetado por su gestión al frente de uno de los teatros de ópera más importantes del mundo, aclaró después que se refería a las investigaciones de Graciela Fernández Meijide, una conocida política y dirigente de las organizaciones de derechos humanos, madre de un desaparecido, que apunta que la cifra está más cercana a los 9.000. 
 
Pero cuestionar la cifra de 30.000 reconocida por todas las organizaciones de derechos humanos se tomó rápidamente como una provocación. Entre otras cosas porque fue el propio dictador, Jorge Videla, quien puso en cuestión esa cifra de 30.000 y habló de 8.000. Nadie cree a Videla en Argentina. Estela de Carlotto, líder de Abuelas de Mayo, se indignó. “Nosotros manejamos esa cifra de 30.000 porque los propios genocidas lo llevaron a 45.000. Todavía estamos recibiendo denuncias de nietos que nacieron en cautiverio porque hay personas que se están animando ahora a contar la verdad. ¡Qué maldad empezar a manejar cifras! Que nos dé la lista de los que él piensa que son, si la tiene”, contestó.
 
 

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