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VIH-SIDA: Patente farmacéutica podría obstaculizar el acceso a medicamentos

La Organización no gubernamental (ONG) Fundación Grupo Efecto Positivo que tiene como principal objetivo trabajar para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con VIH/SIDA presentó el viernes 2/03 una oposición en la Oficina de Patentes de Argentina (INPI) para que se rechace la patente solicitada por Laboratorios GILEAD SCIENCES INC sobre el medicamento antirretroviral TAF (Tenofovir Alafenamide Fumarato), utilizado para el tratamiento de personas con VIH. La oposición es una herramienta legal que la sociedad civil utiliza para evitar la concesión de patentes indebidas en pos de proteger la salud pública y garantizar el acceso a medicamentos.

El medicamento Tenofovir (un medicamento antiviral que se emplea para el tratamiento de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, agente causante del sida, y para la infección crónica por el virus de la hepatitis B ) y su combinación con Emtricitabina ( un fármaco que se utiliza para el tratamiento de las infecciones por el virus de la inmunodeficiencia humana, agente causante del sida) (TDF+FTC) se encuentran en dominio público en la Argentina y puede ser producido por laboratorios locales. Estas drogas son centrales para el tratamiento y la prevención del VIH. Gilead comercializa esta combinación TDF+FTC en nuestro país bajo el nombre comercial Truvada®, cuya solicitud de patente debió ser desistida ya que no cumplía con los requisitos que exige la ley de patentes. Fundación GEP se opuso a esta patente oportunamente.
 
Gilead presentó una nueva solicitud de patente sobre Tenofovir, en su versión TAF, que no es otra cosa que una variante de este medicamento. Nuevamente, según el artículo 4 de la Ley de Patentes de Argentina esta patente no corresponde ser otorgada por no cumplir con los requisitos de novedad, actividad inventiva y aplicación industrial. Si bien Gilead lo presenta como una “nueva sal” novedosa e inventiva, en realidad se trata de un mero cambio en una molécula ya conocida que además se encuentra en dominio público. El pedido aún está pendiente de resolución por parte del INPI y desde Fundación GEP se pide el rechazo por no cumplir con los estándares de patentabilidad vigentes.
 
“La empresa Gilead pretende apropiarse ilegalmente de un medicamento que se encuentra en dominio público. Este nuevo pedido de patente sobre la droga Tenofovir (TAF) debe ser rechazado por el INPI. La empresa no logró el monopolio sobre Tenofovir (TDF) y sus combinaciones e intenta monopolizar el mercado a través de la introducción de TAF. El otorgamiento de una patente sobre TAF podría tener consecuencias graves para el acceso a medicamentos esenciales para prevenir y tratar el VIH”, explica Lorena Di Giano, Directora Ejecutiva de Fundación GEP. 
 
En la Argentina, Gilead cuenta con registros sanitarios otorgados por ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) de 2 medicamentos que incluyen TAF: Descovy, que combina el TAF con la droga Emtricitabina y Genvoya, que combina TAF con las drogas Elvitegravir, Cobicistat y Emtricitabina. Si el INPI le otorga la patente sobre TAF, Gilead tendría el monopolio sobre este medicamento y también sobre sus combinaciones. Podría fijar precios abusivos en el mercado porque eliminaría la posibilidad de contar con genéricos competidores. 
 
Las versiones genéricas reducen significativamente los precios de los tratamientos fomentando la industria local. La Dirección Nacional de Sida ha comprado tratamientos con Tenofovir (TDF) y su combinación con Emtricitabina a Gilead y gastó $19.950,9 por persona, por año. En cambio, al comprar el mismo tratamiento pero eligiendo la versión genérica, el precio fue de $10.931 por persona por año.
 
“Se trata de una nueva estrategia comercial de la compañía farmacéutica; como en 2016 la solicitud de patente para el medicamento Truvada® fue rechazada -para lo cual también presentamos una oposición- ahora busca patentar una variante sobre el mismo compuesto para poder sustituir al Truvada® en los tratamientos de VIH y continuar con su monopolio de precios excesivos. Ha utilizado la misma estrategia abusiva para obtener la patente de una prodroga del Sofosbuvir, un medicamento fundamental para la Hepatitis C, que también gracias al trabajo de Fundación GEP fue rechazada”, señala José María Di Bello, Secretario de Fundación GEP. 
 
El aumento de los precios y el derecho de exclusividad que imponen las patentes tienen fuertes consecuencias en los presupuesto de Salud. Según un estudio realizado por Fundación GEP en base a los últimos datos publicados por la Dirección Nacional de SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual del Ministerio de Salud: entre 2012 y 2015, la compra de medicamentos implicó entre el 60 y el 80% del total del presupuesto de la Dirección Nacional de SIDA. Esto significa que dicha Dirección sólo pudo invertir entre un 40% y un 20% del presupuesto total para la implementación de políticas complementarias al tratamiento de enorme importancia como el diagnóstico y la prevención. Durante el año 2016 la inversión en medicamentos llegó al 96% del presupuesto destinado a la Dirección.
 
Aproximadamente el 50% de las personas con VIH en tratamiento en Argentina utilizan Tenofovir. Conforme la publicación “Untangling the Web” de la organización humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras-MSF, la versión genérica de la combinación Tenofovir (TDF) + Emtricitabina (FTC) se encuentra disponible en el mercado internacional a US$ 74 por persona por año lo que demuestra que el costo de producción es significativamente bajo. 
 
La patente que Gilead pretende sobre Tenofovir TAF debe ser rechazada, es fundamental que los distintos subsistemas de salud en Argentina puedan adquirir medicamentos genéricos a precios asequibles, para que la sostenibilidad del acceso universal a los tratamientos se vea garantizada.
 
Los medicamentos son bienes sociales para garantizar la salud, no son mercancías.
 

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