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Rafecas pidió que le levanten la sanción: "Es arbitraria e irracional"

El magistrado apeló la resolución del Consejo de la Magistratura que implica el recorte del 50% de su salario por única vez al considerar que el juez incurrió en "falta de decoro" en su desempeño en la causa originada por la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina Fernández.

El juez federal Daniel Rafecas apeló ante el Consejo de la Magistratura la sanción disciplinaria, que implica el recorte del 50% de su salario por única vez, que le impuso esa misma institución que lo sometió a un enjuiciamiento por su desempeño ante la denuncia que Alberto Nisman presentó contra Cristina Fernández cuando ella era Presidente.

Rafecas solicitó al órgano de selección y remoción de jueces que revoque la multa impuesta este mes al dictaminar que el juez incurrió en "falta de decoro" en su desempeño en la causa originada por una denuncia de encubrimiento del atentado a la AMIA.

Luego de rechazar los supuestos que derivaron en su sanción, Rafecas calificó como "arbitraria" la decisión del Consejo y tildó de "irracional" la multa al invocar jurisprudencia de la Corte Suprema que estableció como "confiscatoria" cualquier imposición que supere el 30% del hader mensual.

A partir de esto, Rafecas sostuvo que el monto "atenta contra el carácter alimentario del haber al que está dirigida" la quita. En este sentido, el juez federal pidió que se declare "inconstitucional" la reforma que impuso el 50% como porcentaje para una multa.

Previo a esto, Rafecas rechazó como motivos los que tuvo en cuenta el jury para aplicarle la sanción. Se trata de 3 circunstancias: una reunión del magistrado con representantes de la comunidad judía en la que les adelantó que desestimaría la presentación de Nisman; una comunicación telefónica con el entonces dirigente de la DAIA Waldo Wolff (actual diputado de Cambiemos  e impulsor del enjuiciamiento); y el contenido de una entrevista periodística realizada al juez.

En el primer caso, Rafecas calificó la reunión como un "gesto" que consideró conveniente "a los efectos de explicarles personalmente" a los dirigentes de la comunicad judía "los alcances de lo decidido" en relación a la denuncia de Nisman.

Según Rafecas, durante "un año y cuatro meses, nadie objetó ni la forma ni el contenido" de la reunión hasta que Wolff, participante de aquella reunión, la consideró un causal de denuncia ante el Consejo en un contexto -dice el juez- "de hostigamiento público" en su contra.

Sobre la comunicación con Wolff, Rafecas defendió el llamado al sostener que le resultó "necesaria" luego de que el dirigente lo acusara en un medio de comunicación de haber "faltado a la verdad". "Es por ello que me pareció necesario ponerme en comunicación el Sr. Wolff [...] para aclarar la cuestión y explicarle que de ningún modo este Magistrado había faltado a la verdad" en relación a su proceder con la denuncia.

Por último, Rafecas definió las declaraciones realizadas en una entrevista radial como "el corolario de una campaña permanente para instalar en los medios masivos una situación de inminente suspensión o destitución". En este sentido, el juez dijo en su escrito que se vio "obligado a que haya una versión" en los medios "que se contraponga con esa versión instalada en aquellos meses".

 

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