CULTO APOCALÍPTICO

A 23 años, los que atacaron con gas sarín el subte de Tokio podrían ser ejecutados

Algunos temen que las ejecuciones de los miembros del culto que fue responsable por el ataque con gas sarín en el subte de Tokio en 1995, podrían transformarlos en 'mártires'. 13 personas fueron asesinadas y miles más resultaron heridas hace 23 años cuando la secta Aum Shinrikyo arrojó bolsas de gas sarín en bagones de subte llenos, en plena hora pico, agujereándolas con puntas filosas de paraguas antes de escaparse. Su líder se consideró a sí mismo el "salvador último".

Este martes 20/3, fue el 23º aniversario de un mortífero ataque con gas sarín en el subte de Tokio, en 1995, al tiempo que aumentan las especulaciones de que los miembros del culto que estuvo detrás del atentado podrían pronto ser ejecutados.

En una solemne ceremonia en la estación Kasumigaseki -uno de los objetivos de los ataques de 1995, rodeada de edificios clave del Gobierno- el personal del subte de Tokio se reunió para guardar un momento de silencio y ofrecer flores, explica ChannelNewsAsia.

En enero de 2018, tras años de procedimientos legales, el procesamiento de los 13 miembros de la secta Aum Shinrikyo que tienen sentencia de muerte por los ataques y otros crímenes, finalmente concluyó -lo que dejó el camino allanado hacia su ejecución, explica The Journal-.

El líder de Aum Shinrikyo, Shoko Asahara, está sentenciado de muerte, junto a 12 de sus disípulos, por crímenes que incluyeron los ataques en el subte, que mataron a 13 personas e hirieron a miles más. 7 de aquellos que tienen sentencia de muerte fueron trasladados a diferentes prisiones en los últimos días, lo que desató los rumores de que pronto serían ejecutados. Las autoridades japonesas suelen anunciar las ejecuciones luego de que fueron realizadas y no antes. No está claro si Asahara está entre ellos.

El 20/3/1995, en 5 ataques coordinados, los autores del atentado liberaron gas sarín en varios líneas de subte de Tokio. Como resultado, 13 personas fueron asesinados, 50 quedaron gravemente heridas y casi 1000 presentaron problemas temporales de visión. El ataque fue dirigido contra trenes que pasaban entre Kasumigaseki y Nagatachō, explica Wikipedia. Fue el ataque más serio ocurrido en Japón desde el fin de la 2º Guerra Mundial.

Taro Takimoto, un abogado que ha ayudado a familiares de miembros involucrados en el culto durante décadas, apoya el castigo capital a Asahara pero no a los otros 12 miembros que tienen sentencia de muerte, explica AFP. Teme que estos podrían volverse "mártires" si fueran ejecutados.

Las acciones criminales de Aum Shinrikyo comenzaron a fines de los '80 y culminaron en el ataques con el gas nervioso en el subte de Tokio en 1995, explica el Japan Times. El grupo había sido fundado en 1984 por Shoko Asahara, el gurú hablador y medio ciego cuyo nombre verdadero es Chizuo Matsumoto. Inicialmente había empezado como una escuela de yoga, pero Aum Shinrikyo fue certificada como una organización religiosa en 1989. Eventualmente comenzó a manufacturar armas y drogas bajo órdenes de Asahara, quien se llamaba a sí mismo el "salvador último". La secta atrajo a graduados universitarios, entre ellos, doctores, químicos y científicos.

En 1992, Shoko Asahara publicó un libro en el que se declaró a sí mismo "Cristo", el único maestro complemante ilustrado e identificado como el "Cordero de Dios", explica Wikipedia. El texto esbozaba una profecía del fin del mundo que incluía una 3º Guerra Mundial y describía un conflicto final que culminaría en un Armagedón nuclear. Su misión consistía en asumir los pecados del mundo y declaró poder transferir poder espiritual a sus seguidores y quitarles sus pecados y malas obras.

En 1995, la policía japonesa señaló inicialmente el ataque en el subte de Tokio como una forma del culto de acelerar el apocalipsis. La fiscalía dijo luego que se había tratado de un intento de derrocar al Gobierno e instalar a Shoko Asahara como el "emperador de Japón".

Más allá de su retórica apocalíptica, sus disípulos dicen que las enseñanzas de Asahara eran inspiradoras. Inculcaba, por ejemplo, que el espiritualismo debía anteponerse al materialismo. El culto también enseñaba que la religión es algo extremadamente científico, dijo un ex seguidor en un libro citado por el Japan Times. La secta también tenía una política de cero tolerancia con la deserción. Cualquier que quisiera abandonarla era abducido, torturado y asesinado.

Aum Shinrikyo ya había atacado con gas sarín el 27/6/1994 en Matsumoto, Japón. Con la ayuda de un camión convertido en frigorífico, señala Wikipedia, miembros de la secta lanzaron una nube de sarín que flotó cerca de las casas de los jueces que estaban supervisando una demanda sobre una disputa de bienes raíces que se preveía fallaría en contra del culto. Debido a ese incidente, 7 personas murieron y 500 resultaron heridas.

Según AFP, tras el arresto de su líder en 1995, el culto Aum sobrevivió y se renombró como Aleph, convocando a nuevos reclutas.

Aleph renunció oficalmente a sus vínculos con Asahara en el año 2000, pero el gurú del día del juicio final sigue tiene una influencia significativa, según la Agencia de Inteligencia para la Seguridad Pública de Japón. "(Alpeh) es un grupo que instruye a sus seguidores ver a Asahara como un ser supremo con firmeza", dijo un investigador de la agencia a AFP en condición de anonimato. "Si alguien dice 'el gurú Asahara quiere tirar abajo Japón', habría seguidores que actuarían. El grupo representa un gran peligro potencial", sentenció.

Allanamientos a las facilidades de Aleph han encontrado grabaciones de las enseñanzas de Asahara así como dispositivos utilizados por el culto Aum conocidos como "Iniciación de Salvación Perfecta", un tipo de casco que emite corrientes eléctricas débiles que los miembros de la secta creen que los conectan con las ondas cerebrales de su líder.

 

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