LA ECONOMÍA GANA POR GOLEADA

'Macri 2019': "El gobierno fracasó y su progresismo no pasa la Gral. Paz"

"La agenda electoral se impuso el 28 de diciembre de 2017. Argentina no debate políticas. Debate elecciones". Muy crítico del gobierno nacional, el analista político Sergio Berensztein destacó la falta de astucia para avanzar con reformas que necesita el país para salir adelante. En tanto, dejó en claro que el progresismo improvisado por la Casa Rosada sólo está supeditado a una cuestión electoral pero le advirtió que en el Gran Buenos Aires lo único que define es la economía.

Mauricio Macri está logrando salir del cimbronanzo de diciembre por la reforma previsional, pero su actual agenda progresista ya tiene fecha de vencimiento. Lo único que va a definir su reelección, la de María Eugenia Vidal y la de Horacio Rodríguez Larreta será la economía. El GBA, continúa siendo el gran desafío.

A continuación, desgrabación de la charla entre el analista político Sergio Berensztein y el periodista 'Charly' Fernández (radio Milenium):

"Me parece que efectivamente el caso Cristóbal López y otros están llevando a la Justicia a un límite por problemas que la Argentina viene acumulando hace tiempo, que no son sencillos de solucionar.

Cualquier reforma lleva tiempo pero lo que hay que tener es un plan estratégico consensuado al menos con alguna de las partes, también con apoyo político, y me parece que aquí también ha fallado precisamente eso.

Creo que el gobierno tenía, tal vez, una visión un poquito superficial de la complejidad que iba a significar mejorar la calidad de la Justicia.

Lo voy a poner en términos críticos: El gobierno quería hacer un lobby bueno para mantener los mecanismos tradicionales de vinculación entre el Poder Político y el Poder Judicial con otros actores y con otras intenciones. Eso ha fracasado, en parte, por diferencias internas en la propia coalición gobernante y me parece que no hay hasta ahora un Plan B.

El fallo que liberó a Cristóbal López puso con una contundencia enorme lo peor de la vieja Justicia y acelera los tiempos, por lo menos en los términos del hastío en buena parte de la sociedad argentina, pero sobre todo en el sistema judicial. Lo interesante es que es el propio sistema el que está reaccionando.

Creo que para entender la conexión de Macri con la sociedad hay que mirar más hacia el mediano plazo.

Cuando uno analiza el promedio de imagen que tiene Macri desde que llegó, lo que llama la atención, al margen de los primeros meses, lo que sorprendió fue el incremento de imagen que experimentó Macri entre septiembre, octubre, noviembre del año pasado. Hoy, la imagen del presidente se parece mucho a la que teníamos en marzo, abril, mayo, junio y julio del año pasado (2017).

Entonces, ¿qué pasó? Justo antes de la elección, el gobierno tomó un montón de medidas para ganar, alimentando el ciclo económico unos meses antes con créditos Argenta, por ejemplo. Fueron muchísimos los recursos que se orientaron a sectores muy vulnerables y ahí, claro, aumentó muchísimo la imagen del presidente, sobre todo en el Gran Buenos Aires. Esos créditos ya se gastaron y ahora hay que pagarlos. Entonces, impacta con más tarifas, con más precios, porque estamos justo iniciando las negociaciones colectivas y muchos asalariados están recién ahora por recibir los incrementos pactados.

Los que están en la economía informal, bueno, es un sector que no está regulado y los que reciben planes están esperando alguna recomposición.

Evidentemente, hay un componente económico que explica estas variaciones de la opinión pública, más allá de lo de diciembre o de los errores no forzados del gobierno o los debates que para el Círculo Rojo tienen mucha importancia (como el aborto), pero cuando uno mira lo que está pasando más abajo no tienen una relevancia similar.

Hay un cúmulo del 40% de la Argentina, que es un piso muy sólido y muy fuerte, que apoya la gestión del presidente Macri.

La agenda progresista se inscribe en un intento de Cambiemos de aumentar su inserción en los sectores más jóvenes, sobre todo de clase media, donde uno ve una deficiencia porque ellos tienen una agenda más social-demócrata.

Entonces, este intento rompe un poco con la 'grieta' porque cruza transversalmente a la Argentina y, una vez derrotada Cristina, la agenda del gobierno tiene que cambiar porque la sociedad está en otra.

En este contexto, me parece que el gobierno logró salir del atolladero de diciembre y la cuestión reformista. Uno no ve al gobierno tratando de reformar la Argentina a nivel macro. Hay cosas micro que se hacen. Se abandonó la reforma laboral hasta 2020. Ahora, el objetivo es ganar (en 2019).

Así que, me parece, la agenda electoral se impuso el 28/12/2017. Argentina no debate políticas. Debate elecciones".

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