SEXUS

ESTIMULASIÓN CEREBRAL

La ubicación del “Punto G”, según la neurociencia

Estudios en el campo de la neurociencia aseguran que la mente es capaz de sexualizar cualquier parte del cuerpo. Una persona puede experimentar un gran placer al sentir cómo la otra persona el besa la yema de los dedos. Una de las razones está en los pensamientos automáticos que esta acción provoca. Sin que seamos conscientes de una manera plena, se desatan una gran cantidad de asociaciones que culminan con la sensación erótica.

Mucho se ha escuchado hablar del famoso Punto G, ese que es capaz de hacer explotar de forma vibrante a hombres y mujeres cuando es estimulado, garantizando orgasmos del más allá.

Muchos asocian el Punto G, con las partes sexuales de hombres y mujeres, en específico el ano y el clítoris. Sin embargo, en el campo de la neurociencia o neurobiología, donde se estudia el sistema nervioso, la respuesta es otra.

Diversos estudios de este tipo aseguran que la mente es capaz de sexualizar cualquier parte del cuerpo, señalando entonces que el Punto G se encuentra en el cerebro de cada individuo.

Una persona puede experimentar un gran placer al sentir cómo la otra persona el besa la yema de los dedos. Una de las razones está en los pensamientos automáticos que esta acción provoca.

Sin que seamos conscientes de una manera plena, se desatan una gran cantidad de asociaciones que culminan con la sensación erótica.

En este sentido, es muy normal la posibilidad que alguien se excite al percibir el contacto físico de su pareja en una parte del cuerpo determinada, la cual había sido tema de conversación con anterioridad.

La previsualización de la escena o la proyección del deseo de tu acompañante harán que estalles de satisfacción.

Teniendo en cuenta esto, se puede concluir que la imaginación es una de las partes más eróticas.

Cómo ayuda la imaginación a la sexualidad

La imaginación es la clave si quieres potenciar tu energía sexual, ya que es capaz de crear imágenes estimulantes que generen excitación.

Además, la imaginación puede ayudarnos desde 3 ópticas diferentes:

  • Sirve como desinhibidor sexual: cuando empleamos la creatividad podemos ser capaces de creernos lo que nos plazca. Inventamos nuevos roles y personajes que nos ayudan a realizar cosas que de lo normal nos causaría rubor.

Por otro lado, el hecho de crear un personaje (Y de creérselo, evidentemente) significa que el sexo adquiere un carácter mucho más lúdico y una intensidad distinta, porque se juega con roles sexuales.

  • Potenciador de la sugestión: Sí, como hemos dicho, recrear otros personajes y contextos, puede hacer que las relaciones se conviertan en una exploración de tus propios fantasmas sexuales.

Y es que la imaginación no solo debe quedarse en el ámbito de la fantasía, sino que puede ir más allá, siempre a favor de la satisfacción. De la mima forma que cuando ves una película pornográfica te ves inmerso en un mundo distinto, poner en práctica las fantasías sexuales es de los más interesante que se puede experimentar, en cuanto al sexo.

  • Inyectar un plus de vitalidad: Puedes potenciar tu imaginación a través de muchos elementos, dependiendo de lo que más te apetezca. Hoy en día, además, es de lo más fácil. Vestuarios, juguetes sexuales, lugares distintos, libros eróticos, y un sinfín de divertimentos y artilugios que puedes utilizar para materializar tus deseos y jugar con su imaginación.

Zonas erógenas

El sexo, desde años milenarios, ha sido un terreno dominado por los hombres, es tanto así, que aún en la década de 1990 era habitual escuchar conversaciones sobre si el orgasmo femenino existía o no.

Más tarde, surgieron las afirmaciones de que las mujeres gozaban de más partes eróticas. Mientras que los caballeros solo se les atribuían el pene, los testículos y el ano; a  las mujeres se les suponía un mayor poder en este campo, y efectivamente así es.

Es increíble cómo ellas se excitan al notar el contacto de las manos de su amante detrás de sus piernas. Lo mismo ocurre con el cuero cabelludo o los abdominales.

Estimular las llamadas zonas erógenas es un sinónimo de éxito. Presta atención a cuales son:

Entre ellas, destacan:

  • Vulva
  • Labios
  • Cuello y nuca
  • Pecho y pezones
  • Trasero y parte interior de los muslos
  • Orejas

En el caso de los hombres, los lugares más importantes son:

  • Pene
  • Labios
  • Zona interior de los muslos
  • Cuello
  • Pezones
  • Perineo
  • Nuca
  • Orejas

Dejá tu comentario