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Sólo un barril a US$ 140 salva a Venezuela pero... Moscú duda de Maduro

Muy importante el texto del economista y analista financiero ruso: un barril a US$ 140 salva a Nicolás Maduro y su modelo improductivo, clientelar, oneroso, burócrata y de desinversión permanente. Pero, de todos modos, Maduro comienza a ser un problema para Moscú porque descubren que es un gobernante inviable que promueve un Estado fallido. El análisis de Alexandr Razduváiev concluye en que Maduro, a quien considera un "incapaz" vive una agonía inconveniente para Vladímir Putin: "Para Moscú, Caracas es una valija sin manija." Es otro descubrimiento y traducción de Hernando Kleimans.

N. de la R.: El presidente ruso, Vladímir Putin, felicitó a su colega de Venezuela, Nicolás Maduro, por su reelección en los comicios de este domingo 20/05 y "se mostró convencido de que la actividad del presidente Maduro al frente del Estado permitirá garantizar el desarrollo de las relaciones de asociación estratégica que existen entre los dos países", según un comunicado en la página web del Kremlin. Maduro agradeció a Putin desde su cuenta en Twitteer: "Agradezco al Presidente (de Rusia), Vladímir Putin, por el reconocimiento que hace de nuestro triunfo. Sin embargo, ya hay debate interno en el Kremlin.

 

MOSCÚ (Energyland). Luego del escrutinio de más del 90% de los boletines electorales, a Nicolás Maduro lo respaldaron 5,8 millones de votantes en tanto que su contrincante Henry Falcón recibió 1,8 millón. En tanto que el porcentaje de votantes (N. de la R.: 46% en un sistema de voto voluntario), fue extremadamente bajo. El Departamento de Estado de USA, los presidentes de Chile y de Argentina, y otros, se rehusaron a reconocer los resultados de las elecciones, calificándolos como “no democráticos”.

Al mismo tiempo, el FMI declaró hace poco que la situación en Venezuela es la mayor catástrofe del último medio siglo. La economía fue destrozada por la caída en los precios del petróleo, como resultado de lo cual el socialismo del siglo XXI dejó de existir.

Ahora, el precio del petróleo se recupera gradualmente y ya logró en la semana pasada la marca de US$ 80 por barril. Sin embargo, de todos los países exportadores de petróleo la situación de Venezuela es la peor. Para estabilizar la situación, a Venezuela le hace falta un precio de US$ 140 por barril del “oro negro”.

Si se mira la economía venezolana, involuntariamente se presenta el pensamiento de que es mejor un horrible final que un horror sin final. Los experimentos socialistas, tarde o temprano, siempre terminan con las góndolas de los negocios vacías, hiperinflación y crisis de divisas así como la fuga al extranjero de los especialistas más calificados.

La situación en Venezuela se profundiza por el cierre de unidades industriales, centrales eléctricas y el crecimiento de la burocracia y la corrupción. La divisa nacional, el bolívar, se devalúa: ahora por US$ 1 ofrecen 700.000 bolívares. Los recursos humanos capacitados abandonan el país y la corriente de inmigrantes se dirige hacia los países vecinos: Colombia, Brasil y Guyana (N. de la R.: Argentina, Panamá, Perú... ). En total abandonaron el país 1.200.000 personas.

La permanencia en el poder en Venezuela del actual líder, por supuesto, es muy conveniente para Rusia. Es la garantía de preservación de las inversiones petroleras rusas. Con seguridad, a Rusia no le molesta la existencia de un aliado militar-estratégico. Además, el auge de precios del petróleo amplía fuertemente las posibilidades financieras de Rusia en respaldo de Venezuela.

Sin embargo, la sustentabilidad del actual poder es débil, no está preparado ni capacitado para ejecutar reales reformas de mercado. El capitalismo es el enemigo principal de las actuales autoridades venezolanas.

El problema consiste en que sólo el pleno retorno al mercado y una dura política monetaria puede estabilizar la situación de la economía. No tiene sentido esperanzarse en un precio de US$ 140 por barril del petróleo.

Para Moscú, Caracas es una valija sin manija. No se comprende qué hacer con la situación.

Las inyecciones financieras sólo prolongan la agonía de un régimen absolutamente incapaz desde el punto de vista económico pero legal desde lo político, y leal a Moscú.

Tal como vemos en el ejemplo de Europa Occidental, los estadounidenses intentan resolver sus problemas económicos con cargo a sus aliados. Sin embargo muchos países, no sólo Venezuela sino otros aliados de Rusia, resuelven sus problemas económicos con cargo a Moscú.

Entonces, Rusia, como siempre, es un alma generosa…

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